El diario de un loco convertido en profec¨ªa del fascismo

En su cuento Diario de un loco, Nikolai Gogol narr¨® en forma de dietario el descenso a los infiernos de la locura de un funcionario de la administraci¨®n zarista, Aksenti Ivanovich Poprischin, que acaba crey¨¦ndose el rey de Espa?a. El relato ha sido llevado a menudo a escena como mon¨®logo porque constituye un magn¨ªfico veh¨ªculo actoral y pone a prueba el virtuosismo de su int¨¦rprete. Aqu¨ª, por ejemplo, marc¨® ¨¦poca en 1985 el trabajo que hizo con Diario de un loco un Ferm¨ª Reixach reci¨¦n puesto a punto en el M¨¦todo de Stanislavski en Nueva York de la mano del director Ernie Martin.

Llega ahora a Temporada Alta (viernes y s¨¢bado, sala La Planeta) una propuesta radicalmente distinta de lo acostumbrado con el texto de Gogol y que viene firmada por el lituano Oskaras Korsunovas. Su Pamiselis (Diario de un loco) convierte el proceso de enajenaci¨®n de Poprischin en ¡°una historia prof¨¦tica sobre la g¨¦nesis del fascismo¡±.

Para el director, la perversi¨®n del orden y la justicia conduce a la megaloman¨ªa, a la voluntad de cambiar el mundo y, en definitiva, a la locura total.

En la obra de Gogol, encuentra Korsunovas el perverso mecanismo que explica porqu¨¦ un hombre corriente, un empleado de bajo nivel, casi invisible, se puede convertir en dictador, en una poderosa fuerza destructiva. Al funcionario que enloquece lo encarna en el montaje Eimantas Pakalka.

¡°El punto central, lo que me atrae de la obra de Gogol es el mecanismo por el que un simple funcionario llega a desear ser Napole¨®n o Hitler¡±, explica Korsunovas. Con el montaje, ¡°entenderemos que este mecanismo es no solo el de este loco y de esta ¨¦poca sino que est¨¢ en el ser humano y ha existido siempre. Entenderemos c¨®mo la peque?a miga puede convertirse en la destructiva piedra de la pseudojusticia¡±.

La obra de Gogol, contin¨²a, ¡°es prof¨¦tica, el autor habla acerca de la g¨¦nesis del fascismo, que naci¨® como resultado del orden y la justicia. Eso conduce a delirios de grandeza y a la absoluta locura¡±.

El director destaca el talento de Pakalka y recuerda que solo actores de primera, con un carisma esencial y una naturaleza art¨ªstica, pueden interpretar Diario de un loco, dada la amplitud de registro que requiere.