Miami se hincha de arte
Art Basel cumple 16 a?os como feria central de las Am¨¦ricas y punta de lanza de la explosi¨®n art¨ªstica de la metr¨®polis
En v¨ªsperas de la apertura de Art Basel Miami Beach, la feria de arte contempor¨¢neo m¨¢s importante de las Am¨¦ricas, el rey midas del arte en la ciudad estaba exultante. Jorge P¨¦rez, constructor multimillonario y mecenas del P¨¦rez Art Museum, celebraba la reinvenci¨®n de Miami en los ¨²ltimos a?os. "Antes de que llegase la feria la gente ven¨ªa a retirarse o a asolearse antes de salir por la noche de discotecas", dec¨ªa antes de participar en una charla. "Ahora no somos solo eso. Hemos dejado de ser una Ibiza metropolitana. El arte ha tra¨ªdo inversores y sofisticaci¨®n. Al clima hemos a?adido la cultura. Hoy todo el mundo quiere estar aqu¨ª".
Desde el jueves hasta el domingo, en el Centro de Convenciones de Miami Beach 268 galer¨ªas de 32 pa¨ªses ofrecen las obras de sus artistas en la 16? edici¨®n en la ciudad de Art Basel, fundada en 1970 en Basilea, Suiza, y con una tercera sede en Hong Kong. En 2002 la gran feria europea aterriz¨® en Miami buscando el gozne entre las escenas y mercados del arte de Norteam¨¦rica y Sudam¨¦rica, y dio en el clavo. La localizaci¨®n estrat¨¦gica de la ciudad, su potencia econ¨®mica ¨Cinmobiliaria, tur¨ªstica, financiera¨C, su leyenda de capital del ocio, su verano eterno y su car¨¢cter cada vez m¨¢s cosmopolita, lejos ya de la total preponderancia de los exiliados cubanos, han aupado y enraizado la apuesta.
Una marca suiza de alcance global
La feria Art Basel se fund¨® en 1970 en Basilea, Suiza. La idea fue de los galeristas Ernst Beyeler, Trudi Bruckner y Balz Hilt. A su primera edici¨®n acudieron 16.000 visitantes.
En 2002 la gran feria suiza aterriz¨® en Miami para explorar nuevos mercados en el continente americano. La idiosincrasia de la ciudad, norteamericana pero con alma meridional, convenci¨® a sus organizadores.
En 2013, Art Basel celebr¨® su primera edici¨®n en Hong Kong para explorar la regi¨®n Asia-Pac¨ªfico.
"Para nosotros hoy en d¨ªa es una plataforma de visibilidad muy importante", dec¨ªa en la feria Polina Stroganova, de la galer¨ªa mexicana Proyectos Monclova. "Atrae a la vez a todos los coleccionistas fuertes de Latinoam¨¦rica y a los coleccionistas y curadores de las instituciones de EE UU". ?lvaro Ruiz de Alda, de la espa?ola Elvira Gonz¨¢lez, corroboraba que es una feria con "muy buenos clientes" y cada vez m¨¢s diversos: "La feria no deja de mejorar y va en aumento tambi¨¦n el n¨²mero de europeos y de otras zonas". Se mezcla, adem¨¢s, el mercado profesional de ¨¦lite con el del visitante casual adinerado. "Por eso traemos un rango de material muy amplio, piezas desde los 150.000 hasta los 5,9 millones de d¨®lares; pop art, minimal y artistas j¨®venes", explicaba Brett Gorvy, excabeza de Christie's y desde hace un a?o codirector de la nueva galer¨ªa L¨¦vy Gorvy, establecida en Londres y en Nueva York. Con obras a precios tan altos como los 35 millones de d¨®lares que pide la galer¨ªa Richard Gray de Chicago por un cuadro de expresionismo abstracto del fallecido Willem De Kooning (Untitled VII, 1985), el valor de piezas aseguradas de la feria suma unos 3.500 millones.
El artista Carlos Luna, establecido en Miami desde que la feria lleg¨® a la ciudad y que exhibe en la feria paralela Scope con la galer¨ªa italiana Espinasse 31, resalta que hace tres lustros la escena era "local" y ahora "es una ciudad global en la que encuentras gente y artistas de todas partes y que te da la medida de lo que est¨¢ sucediendo por el mundo". Aunque avisa de que todav¨ªa hay "mucha especulaci¨®n, demasiadas cosas solo para llenar".
Un ecosistema art¨ªstico
En torno a Art Basel, el ecosistema cultural de la ciudad crece. El P¨¦rez Art Museum ¨Cde fondos privados y p¨²blicos, inaugurado en 2013 y dirigido por Franklin Sirmans, que dej¨® el LACMA de Los ?ngeles para ir a Miami¨C es el museo estrella; y este a?o ha sido renovado con una inversi¨®n de 12 millones de d¨®lares el Bass Museum, tambi¨¦n privado-p¨²blico, y se ha estrenado el Institute of Contemporary Art, cien por cien privado y cuyo mecenas, Norman Braman, un discreto magnate de 85 a?os, ha sido el patrocinador de la carrera de Marco Rubio, el poderoso senador que figura en las quinielas como potencial primer presidente hispano de Estados Unidos.
En el rampante circuito local de arte, capital y poder destacan tambi¨¦n los cuatro museos de las colecciones particulares Cisneros Fontanals, Margulies, Rubell y De la Cruz, a los que se a?adir¨¢ el del inversor Bruce Berkowitz, en evoluci¨®n. Otro ejemplo del momento local del arte es la proliferaci¨®n de ferias alternativas a Art Basel durante esta semana, una veintena. Tanto m¨²sculo art¨ªstico muestra confianza en el futuro de Miami como capital del arte ¨Cel acuerdo entre Art Basel y Miami Beach se extiende hasta 2024¨C y al tiempo ha avivado el debate sobre la posible gestaci¨®n de una burbuja del arte enlazada a un nuevo subid¨®n del mercado inmobiliario y de los bienes ra¨ªces. Los barrios de Wynwood, enclave hipster cuyas paredes cubren los mejores grafiteros del mundo, y el pujante Design District, aglutinador de marcas de lujo, son dos encarnaciones muy vivas del c¨®ctel Miami: globalidad, modernizaci¨®n, arte y dinero.
Cerca de esas dos zonas, y al lado del P¨¦rez, se est¨¢ terminando el que ser¨¢ el rascacielos m¨¢s elitista de la bah¨ªa de Miami y uno de los m¨¢s refinados del pa¨ªs, una fascinante torre con exoesqueleto de hormig¨®n dise?ada por la Pritzker Zaha Hadid, fallecida en 2016. A solo cinco minutos a pie hacia el oeste est¨¢ el barrio afroamericano de Overtown, epicentro local de la epidemia nacional de la hero¨ªna y sede prevista, aunque no en su n¨²cleo duro sino en un borde, del estadio del futuro Miami Beckham United, un nuevo equipo de f¨²tbol abanderado por el icono ingl¨¦s.
Hace unas semanas, en una visita de EL PA?S al estudio de Alexandre Arrechea, con talleres en Madrid y Nueva York y desde hace dos meses en un suburbio de Miami, el creador, de 46 a?os y uno de los m¨¢s en boga en la ciudad, reflexionaba sobre los problemas que supon¨ªan para la creaci¨®n de un tejido art¨ªstico "real" en la ciudad "la presi¨®n inmobiliaria tan agresiva y la saturaci¨®n del tr¨¢fico", caracter¨ªsticas de toda megaurbe pero de intensidad especial en Miami. Pensaba, Arrechea, incluso en la posibilidad de crear en Miami un barrio de artistas para "proteger" la creaci¨®n.
Art Basel ha impulsado a Miami a la ¨®rbita m¨¢s elevada del arte internacional. El futuro dir¨¢ que trayectoria tomar¨¢ el sat¨¦lite y qui¨¦nes puedan habitar su ¨®rbita
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