La bohemia de Violeta Parra
En el centenario de su nacimiento, una biograf¨ªa ayuda a desentra?ar los misterios de la cantautora chilena
Tengo una norma respecto a las biograf¨ªas de m¨²sicos: desconf¨ªo de las que no incluyen discograf¨ªa, suponiendo que priorizan al personaje sobre la obra. No lo aplico a rajatabla ya que he devorado Despu¨¦s de vivir un siglo (Lumen), el espl¨¦ndido libro sobre Violeta Parra que firma V¨ªctor Herrero A.
Y eso que una discograf¨ªa hubiera ayudado a entender algunas peculiaridades de Violeta. Hasta 1966, fue artista de Ode¨®n, la sucursal chilena de EMI, pero tambi¨¦n grab¨® para la francesa Le Chant du Monde o en un sello de la Rep¨²blica Democr¨¢tica de Alemana. Podr¨ªamos creer que, en aquellos tiempos, las distancias permit¨ªan esas transgresiones pero Herrero cuenta que, en 1957, el arreglador Les Baxter version¨® su Casamiento de negros bajo el desafortunado t¨ªtulo de Crazy chilean song, sin acreditar su autor¨ªa. Violeta litig¨® contra el gringo y consigui¨® una indemnizaci¨®n.
Aunque seguramente abominar¨ªa del adjetivo, a su modo era una artista bohemia, que se contentaba con sacar lo suficiente para alimentar a su prole y adquirir el material para sus artesan¨ªas. Ten¨ªa, eso s¨ª, la astucia necesaria para engatusar a los periodistas chilenos, convirtiendo sus bolos en un tugurio parisino en el titular m¨¢gico: ¡°Violeta Parra triunfa en Par¨ªs¡±.
En realidad, sus primeros viajes a Europa la sit¨²an como integrante de la embajada chilena a dos ediciones del Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, eventos multitudinarios montados por el Partido Comunista. La expedici¨®n se desplazaba en barco y, cuando paraba en alg¨²n puerto, Violeta sal¨ªa a ganarse unas monedas cantando en la calle (lo hizo en Vigo, para consternaci¨®n de su hijo ?ngel).
En el primer viaje ocurri¨® una tragedia que refleja el talante f¨¦rreo de Violeta. Ya hab¨ªa concluido el Festival cuando llegaron noticias de Chile: Rosa Clara, su hija menor, acababa de morir. Ella decidi¨® no volver. No regresar¨ªa hasta pasados dos a?os: los Parra eran una tribu extensa y confiaba en que se ocupar¨ªan de los vivos.
No era insensible y dej¨® constancia de su dolor en las autobiogr¨¢ficas D¨¦cimas. Pero su objetivo consist¨ªa en difundir el folclor de su pa¨ªs y a eso se consagr¨®. Por su cuenta, hab¨ªa recorrido Chile recogiendo canciones, primero con l¨¢piz y papel, a partir de un momento con una pesada grabadora¡que a veces se revelaba in¨²til, dada la ausencia de electricidad en muchos rincones.
Urg¨ªa atrapar aquel tesoro popular antes de que desaparecieran ¡°los viejitos¡±. Se estaba recuperando el folclor pero en los medios primaba una visi¨®n risue?a de la vida rural, pura armon¨ªa entre labradores y terratenientes; no hab¨ªa testimonio de las masacres con que el glorioso Ej¨¦rcito Nacional sol¨ªa resolver las huelgas.
De forma natural, la folclorista fue sumando canciones propias. Pod¨ªan ser denuncias indignadas ¨CArauco tiene una pena, Qu¨¦ dir¨¢ el Santo Padre, Y arriba quemando el sol- o reflexiones universales como Volver a los 17 o Gracias a la vida. Era estricta respecto a las formas musicales: abroncaba a sus hijos si cantaban las milongas del argentino Atahualpa Yupanqui. Ella, que en sus inicios, cultiv¨® la canci¨®n espa?ola, bajo el apodo de Violeta de Mayo¡
Finalmente, todo lo que pensamos alrededor de Violeta pasa por su suicidio, en 1967, con 49 a?os. ?Mal de amores? Digamos que no ten¨ªa dificultades para hacerse con los sucesivos objetos de sus deseos, generalmente hombres bastante m¨¢s j¨®venes que ella, en teor¨ªa preparados para soportar sus celos, sus cambios de car¨¢cter, su testarudez.
Su ¨²ltimo gran proyecto se llam¨® la Carpa de la Reina. Estaban de moda los boliches donde se interpretaba m¨²sica folcl¨®rica y canci¨®n de autor; sus mismos hijos triunfaban con la Pe?a de los Parra. Ella quiso imitarlos a lo grande, montando una carpa de circo en una zona desangelada. No funcion¨®. Tras un fin de semana con el local vac¨ªo, se dispar¨® un tiro. Nunca se ha hecho p¨²blica la carta de despedida.
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