A sus pies, surrealista Julita
?No conozco ninguna sensaci¨®n tan gozosa y terap¨¦utica como la risa y me parece un acto de afirmaci¨®n en la vida
MUCHOS HIJOS, UN MONO Y UN CASTILLO
Direcci¨®n: Gustavo Salmer¨®n.
Documental.
G¨¦nero: biogr¨¢fico. Espa?a, 2017.
Duraci¨®n: 90 minutos.
No conozco ninguna sensaci¨®n tan gozosa y terap¨¦utica como la risa. Me parece un acto de afirmaci¨®n en la vida, la constataci¨®n de que tu ¨¢nimo se ha puesto de acuerdo con ella, como cada amanecer y cada beso. Y la risa puede obedecer a m¨²ltiples razones, ser compartida o solitaria, con motivos evidentes o porque te lo pide el cuerpo, re¨ªrse con lo que hace y dice el pr¨®jimo o de uno mismo, pero esto siempre revelar¨¢ que la mente y el coraz¨®n gozan de buena salud. Siento desde hace bastante tiempo que ese bendito gesto, como la alegr¨ªa con causa o sin ella, se me han congelado. Por ello, mi agradecimiento es enorme cada vez que me visita la indispensable risa, aunque sea fugazmente.
En el pase matinal donde voy a ver el documental Muchos hijos, un mono y un castillo solo estamos el encargado de la proyecci¨®n y yo. Nuestras carcajadas son continuas y est¨¢n sincronizadas de principio a fin. Si alguien las escuchara desde fuera pensar¨ªa que esa catarata de risa no es normal, que debemos de estar un poco zumbaos. Nos la provoca todas las imprevisibles cosas que salen de la boca de una mujer excepcional, inimitable, torrencial. Bajo el formato del documental han aparecido en el cine espa?ol otras se?oras memorables como la sofisticada, elegante y ¨¢cida Felicidad Blanc de El desencanto o la sabidur¨ªa callejera y la sorna de la explosiva superviviente Carmina, retratada y medioficcionada por su hijo, Paco Le¨®n. Pero la m¨¢s sorprendente, ins¨®lita, graciosa, entra?able y surrealista que he visto en una pantalla, mi hero¨ªna a perpetuidad, se llama Julia Salmer¨®n y la ha filmado su hijo Gustavo a lo largo de 14 a?os. Lo hace con talento, de primera clase, tras un montaje que imagino extenuante y con dudas sobre las barreras del pudor. Lo que cuenta es una comedia durante mucho tiempo, pero tambi¨¦n aparecen el drama, el esplendor y el derrumbe. Y una desarmante ternura cont¨¢ndonos la relaci¨®n con la temida y anhelada muerte de esta mujer, sus recuerdos, la desternillante pero tambi¨¦n emotiva historia de amor con ese marido (a ¨¦l podr¨ªa dedicarse otro documental) que, cuando esta dama exc¨¦ntrica le propuso en su juventud su antiguo sue?o de infancia en el que lo ¨²nico que deseaba tener en esta vida eran muchos hijos, un mono y un castillo, le dijo: ¡°All¨¢ vamos¡±.
Gustavo Salmer¨®n filma a sus numerosos hermanos (y sospechas los vaivenes de su existencia para terminar juntos en la mansi¨®n familiar), a ese mono que termin¨® comport¨¢ndose como un cabr¨®n agresivo, a esos padres absolutamente singulares, el indescriptible castillo, la b¨²squeda obsesiva de las v¨¦rtebras de la difunta abuela, situaciones involuntariamente jocosas y a su inolvidable madre como im¨¢n permanente de ese universo. Sus indescriptibles reflexiones, sus originales recuerdos, sus embelesados desayunos, la relaci¨®n con su sordo marido cuando llega la hora del sue?o provocan asombro y te hacen re¨ªr sin tregua. Y a veces, sentir.
Esta explosiva se?ora y ese mundo tan particular ser¨ªan inmediatamente reconocibles para creadores como Bu?uel, Azcona, Berlanga, Garc¨ªa Sanchez, el Ferreri espa?ol. Para que sepan con lo que van a encontrarse. la propuesta de Gustavo Salmer¨®n entra?aba riesgos. La ha resuelto admirablemente. Cada vez que recuerdo este documental, pel¨ªcula o lo que sea, me aparece un gesto risue?o. Y eso es mucho.
Babelia
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