Wu Ming, ¨¦xito editorial sin identidad

Su nombre no importa. Lo suelta cuando se presenta, pero no ha venido a hablar de ello. Ni tampoco de su edad o su vida. No por nada el dec¨¢logo que ¨¦l y sus compa?eros se han autoimpuesto conlleva una r¨ªgida disciplina: prohibidas las fotos, las grabaciones, las apariciones en televisi¨®n o la relaci¨®n con los partidos pol¨ªticos. ¡°Una vez le¨ª una entrevista a un escritor en la que hablaba de su acuario y sus peces. ?Qu¨¦ tiene que ver?¡±, se pregunta Wu Ming 1. El n¨²mero sirve para distinguirle de sus otros compa?eros; pero todos resumen su identidad en las mismas dos palabras chinas que significan, precisamente, ¡°sin nombre¡±. As¨ª se llama un colectivo de narradores italianos que lleva dos d¨¦cadas sorprendiendo y fascinando a lectores y cr¨ªticos con las novelas que escriben de forma colectiva. Y eso, para los integrantes de Wu Ming, es lo que s¨ª cuenta. El ¨²ltimo fruto de su trabajo se titula El Ej¨¦rcito de los Son¨¢mbulos (Anagrama), y acaba de llegar a Espa?a.

La obra les ha supuesto seis a?os de trabajo. ¡°Era demasiado importante, ten¨ªa que cerrar un ciclo¡±, explica Wu Ming 1. Porque El Ej¨¦rcito de los Son¨¢mbulos pretende ser el broche final a las dos d¨¦cadas que cambiaron sus vidas. En 1994, varios autores italianos se juntaron, cogieron prestado el nombre de un ignoto delantero jamaicano del Milan, y se bautizaron Luther Blisset. Entre todos, escribieron Q, una novela hist¨®rica que mezclaba ficci¨®n, realidad y esp¨ªritu revolucionario. Y desbancaron el mercado editorial. Se plantaron como finalistas del premio Strega, el m¨¢s prestigioso del pa¨ªs; ¡°revolucionaron el g¨¦nero¡±, en palabras de La Repubblica. El libro fue traducido a m¨¢s de 15 idiomas, adoptado por el movimiento antiglobalizaci¨®n, ser¨¢ pronto una serie de televisi¨®n y todavia ¡°vende al menos unas 10.000 copias al a?o¡±, defiende el escritor.

Un lustro despu¨¦s, cinco miembros de Luther Blisset crearon Wu Ming. Y fueron conformando un proyecto cada vez m¨¢s amplio que hoy en d¨ªa incluye tambi¨¦n un grupo musical, una fundaci¨®n, un blog y todo tipo de ¡°agitaci¨®n cultural y pol¨ªtica¡±. La escritura, sin embargo, contin¨²a en el centro de su actividad. Para Wu Ming 1, de hecho, Q fue el ¡°alfa¡± y El Ej¨¦rcito de los Son¨¢mbulos ¡°el omega¡±, adem¨¢s de su ¨²ltima novela hist¨®rica. Esta vez el grupo ambienta su trama en plena Revoluci¨®n Francesa: aparecen Robespierre y Marat, el Rey Luis XVI pasa por la guillotina, y la narraci¨®n se mueve igual de fren¨¦tica que la lucha por las calles de Par¨ªs. Hay violencia, feminismo, hipnosis, sangre e iron¨ªa; documentaci¨®n y fantas¨ªa se alternan, al servicio de un lenguaje cuidado y de personajes entrelazados.

¡°No escribimos para demostrar una tesis, no intentamos dar ning¨²n mensaje pol¨ªtico. Pero si hay conflictos en la sociedad los buscamos y los narramos. No queremos lanzar un folleto propagand¨ªstico de 800 p¨¢ginas, aunque por fuerza acabas asumiendo algunas posturas¡±, explica Wu Ming 1. El autor reconoce que todas sus obras hablan de ¡°revoluci¨®n¡± y tensiones. Al fin y al cabo, en un grupo que escribe de forma conjunta, las disputas pueden ser pan de cada d¨ªa. Tal vez por eso, son amigos desde hace un cuarto de siglo, ¡°hermanos¡± seg¨²n Wu Ming 1, pero tratan de no verse demasiado fuera del trabajo. Hablan todos los d¨ªas, pero raramente salen juntos.

Ya nunca, en el caso de Wu Ming 5. Porque decidi¨® hace meses abandonar el grupo, al que acus¨® de haberse convertido en ¡°una empresa¡±. ¡°No voy a contestar, le dejamos que hable¡±, responde Wu Ming 1. Pero lo cierto es que la baja sugiere la dificultad de conjugar grupo e individualidad, de la misma forma en la que el discurso de Wu Ming encierra otros dualismos complejos. ¡°Transparentes con los lectores, opacos con los medios¡±, es uno de sus lemas. Pero conceden entrevistas, aparecen en los diarios y tal vez la identidad misteriosa aumenta la curiosidad y hasta sus ventas, como para otra c¨¦lebre narradora an¨®nima italiana: Elena Ferrante. ¡°Claro que es una ventaja promocional, pero para el producto. No hablamos de nosotros, nos centramos en nuestro proyecto¡±, responde el escritor. Tambi¨¦n justifica que publiquen con colosos editoriales: ¡°Desde el principio la idea fue hacer una incursi¨®n en el mainstream pero manteni¨¦ndonos underground. Seguimos participando en movimientos okupa¡±. E imponen a las editoriales una regla: un a?o despu¨¦s de la publicaci¨®n, su obra estar¨¢ disponible en su web. Gratis.