Jardiel, la vida inveros¨ªmil
Una retrospectiva recorre la polifac¨¦tica trayectoria del gran renovador de la comedia teatral espa?ola hace un siglo
En el verano de 1932, el ya entonces afamado autor de comedias espa?ol Enrique Jardiel Poncela viaj¨® a Hollywood para incorporarse a la plantilla de los estudios Fox como adaptador de guiones al castellano. La meca del cine estadounidense estaba en plena expansi¨®n y, a falta de sistemas de doblaje o subtitulado, necesitaba rodar dos o tres veces la misma pel¨ªcula: de d¨ªa, la versi¨®n original en ingl¨¦s; de noche, las mismas escenas en otros idiomas. Pero Jardiel tuvo un problema al llegar: acostumbrado a escribir siempre en los bares y caf¨¦s de Madrid, se bloque¨® cuando lo instalaron en una oficina y no era capaz de redactar una l¨ªnea all¨ª dentro. As¨ª que la Fox tir¨® por la calle de en medio: orden¨® a sus escen¨®grafos que reprodujeran un caf¨¦ madrile?o en el despacho de su nuevo empleado.
Aquello fue mano de santo. Desde ese momento Jardiel empez¨® a versionar guiones sin parar (que en muchos casos mejoraban el original, seg¨²n afirman los estudiosos de su obra) y su extravagante rinc¨®n de trabajo se hizo popular entre la fauna hollywoodiense con el nombre de Poncella's Office. Entre esa fauna estaban Charles Chaplin y los hermanos Marx, con quienes el madrile?o congeni¨® de forma especial por su disparatada manera de entender el humor, cuyo rastro puede advertirse en exitosas comedias posteriores de Jardiel como Un marido de ida y vuelta (1939), Elo¨ªsa est¨¢ debajo de un almendro (1940), Los ladrones somos gente honrada (1941) o Madre el drama padre (1941).
La huella de un escritor espa?ol en Hollywood
Aunque solo trabaj¨® durante dos a?os en Hollywood, Enrique Jardiel Poncela dej¨® huella en la meca del cine. Por un lado, adapt¨® para la gran pantalla una obra de teatro propia, Angelina o el honor de un brigadier (1935), que se convertir¨ªa en la primera pel¨ªcula en verso de la historia. Tambi¨¦n fue uno de los primeros en desarrollar lo que hoy d¨ªa se ha convertido en un g¨¦nero viral: la sonorizaci¨®n de viejas pel¨ªculas mudas con di¨¢logos disparatados que variaban en parte la l¨ªnea argumental, una f¨®rmula que ya en aquella ¨¦poca logr¨® un ¨¦xito fulminante y que ¨¦l agrup¨® bajo el t¨ªtulo de Celuloides rancios. A la inversa, Hollywood tambi¨¦n dej¨® huella en Jardiel, no solo en el ritmo fren¨¦tico que imprimi¨® a su escritura sino tambi¨¦n en su faceta como director de escena y escen¨®grafo. Su sue?o de aportar dinamismo al teatro lo cristaliz¨® en el dise?o de un escenario m¨®vil con una compleja maquinaria que permit¨ªa mostrar consecutivamente treinta decorados. En su ¨¦poca no se pudo llevar a la pr¨¢ctica, pero hoy ese tipo de escenograf¨ªas son muy habituales.
As¨ª era muchas veces la vida de Jardiel: descacharrante e inveros¨ªmil, como ¨¦l quer¨ªa que fuera su teatro. Y as¨ª se puede comprobar en una de las mayores exposiciones retrospectivas que se ha realizado hasta la fecha sobre su trayectoria, que se ha podido ver en Zaragoza este oto?o con el nombre de Poncella's Office y que desde hoy hasta final de enero se muestra en la sede central del Instituto Cervantes en Madrid con otra denominaci¨®n, Jardiel, la risa inteligente, basado en el libro del mismo t¨ªtulo escrito por su nieto Enrique Gallup Jardiel, sobre el que se asienta la muestra.
La exposici¨®n re¨²ne 150 piezas, entre manuscritos, v¨ªdeos, fotograf¨ªas, carteles, dibujos originales, cartas y tiras c¨®micas, que permiten descubrir el genio polifac¨¦tico del que hoy se considera el gran renovador de la comedia espa?ola en el siglo XX. Logr¨® la fama como dramaturgo, sobre todo, pero fue mucho m¨¢s: dibujante, empresario teatral, director de sus propias obras, novelista, poeta, escen¨®grafo e inventor. ¡°Su esp¨ªritu, como la ¨¦poca que le toc¨® vivir, era vanguardista. Le gustaba probar y mezclarlo todo. De una tira c¨®mica pod¨ªa salir una obra de teatro [como ocurri¨® realmente con Un marido de ida y vuelta]¡°, record¨® ayer Gallup Jardiel en la presentaci¨®n de la muestra en el Instituto Cervantes. Le gustaba tambi¨¦n controlar todo el proceso de puesta en escena de sus obras de teatro. ¡°Esto lo aprendi¨® de Chaplin, que siempre le dec¨ªa que para que una pel¨ªcula fuera coherente el guionista deb¨ªa encargarse tambi¨¦n de la direcci¨®n, supervisar la producci¨®n y hacer el montaje final¡±, subray¨® el nieto.
No siempre fue Jardiel tan bien considerado como ahora. ¡°Durante d¨¦cadas su obra se ha visto relegada por su imagen de autor asociado al franquismo, imagen que es falsa en buena parte. Si hubiera tenido el apoyo del r¨¦gimen, no le habr¨ªan censurado casi todas sus obras y no hubiera muerto en la ruina [enferm¨® de c¨¢ncer en 1945, a los 44 a?os, y falleci¨® en 1952)¡±, destac¨® Gallup Jardiel. ¡°Por suerte en los ¨²ltimos a?os su obra se est¨¢ imponiendo por encima de esa imagen negativa¡±, a?adi¨®.
Babelia
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