?Qui¨¦n asesin¨® al Teatro?
Ron Lal¨¢ se lanza al g¨¦nero negro con ¡®Crimen y tel¨®n¡¯ y viaja a un tenebroso futuro, en el que las artes est¨¢n prohibidas
En un escenario vac¨ªo, el Teatro aparece ahorcado. El gran enemigo p¨²blico, ese c¨®ctel de purpurina, maquillaje, ginebra y pa?uelo al cuello, pero tambi¨¦n dedos arrugados de fregar, olor a desinfectante y calderilla en el bolsillo, por fin ha muerto. Y ah¨ª est¨¢n para certificarlo el detective Noir y el teniente Blanco. Le ven¨ªan pisando los talones desde hace tiempo, desde que el Teatro, ese peligroso capo de la mafia art¨ªstica, se hab¨ªa fugado de la prisi¨®n. Hace veinte a?os que se han prohibido las artes, han quedado abolidos los pa¨ªses y las creencias y los ciudadanos est¨¢n en manos de la inteligencia artificial, centrados en un consumismo atroz. El hallazgo ahora del cuerpo del delito es todo un ¨¦xito. ?Qui¨¦n ha matado al Teatro? Crimen y tel¨®n, el ¨²ltimo espect¨¢culo de la compa?¨ªa Ron Lal¨¢, viaja a un futuro b¨¢rbaro y atroz para narrar, en clave de g¨¦nero negro, la b¨²squeda del asesino del Teatro. El montaje, dirigido por Yayo C¨¢ceres, se estrena el viernes en el Teatro Fernando Fern¨¢n G¨®mez, en Madrid, con todos los actores-m¨²sicos, componentes actuales de Ron Lal¨¢, sobre el escenario: ?lvaro Tato, tambi¨¦n autor del texto, Daniel Rovalher, I?igo Echevarr¨ªa, Juan Ca?as y Miguel Magdalena.
La comodidad no es marca de la casa. 21 a?os despu¨¦s de su nacimiento como compa?¨ªa en un instituto madrile?o, se han tirado otra vez a un mar abierto y embravecido, huyendo del refugio en el que tan c¨®modamente han vivido sus ¨²ltimos ¨¦xitos con la trilog¨ªa sobre los cl¨¢sicos espa?oles, Siglo de oro siglo de ahora (Fol¨ªa), En un lugar del Quijote y Cervantina, y con el que vieron abiertas de par en par las puertas de los teatros p¨²blicos, adem¨¢s de nuevos p¨²blicos y mercados. Reunidos por EL PA?S, en un descanso del montaje en el teatro en el que estar¨¢n con Crimen y tel¨®n hasta el pr¨®ximo 28 de enero, los miembros de Ron Lal¨¢ hablan del ¡°desaf¨ªo humillante¡± que supuso su encuentro con los cl¨¢sicos, sabedores de que nunca iban a llegar all¨ª donde s¨ª llegaron estos cl¨¢sicos, pero tambi¨¦n de la dicha de transitarlos por el inter¨¦s y actualidad que desprenden. ¡°Hacer cl¨¢sicos es darse cuenta de que ah¨ª est¨¢ el origen de todo, el mejor agua que uno puede beber para continuar el camino¡±, asegura Yayo C¨¢ceres.
Grito de amor a las artes
En Crimen y tel¨®n se mata al Teatro pero para rendirle el m¨¢s hermoso de los homenajes, para lanzar un grito desgarrador de amor por las artes. Como le dice el detective Noir al teniente Blanco: "Somos anal¨®gicos, teniente, las artes nos daban sentido". Esto es lo que navega por el fondo de la obra, en la que se realiza un recorrido por la historia de la dramaturgia y una cr¨ªtica a los planes de estudio en los que se van eliminando las humanidades, la filosof¨ªa, la literatura. "Las artes hay que defenderlas, vivirlas, cuidarlas", coinciden los miembros de Ron Lal¨¢.
¡°Nunca hemos olvidado que correr un riesgo es parte esencial de nuestra existencia¡±, advierte ?lvaro Tato sobre los saltos al vac¨ªo que esta compa?¨ªa, transgresora, disparatada y m¨¢gica, en la que todos act¨²an, cantan y bailan, ha ido dando con cada espect¨¢culo. Sin prejuicios y con el humor siempre presente, decidieron reformular todo aquello que aprendieron con los cl¨¢sicos a trav¨¦s del g¨¦nero negro, en un mundo de cr¨ªmenes, asesinos, peligros, secretos oscuros y verdades no dichas, entre callejones oscuros y sombras misteriosas. ¡°Crimen y tel¨®n vuelve a ser un viaje de ida y vuelta, porque aunque estemos hablando de un futuro, en realidad lo utilizamos para viajar al pasado y hacer una revisi¨®n de la historia del teatro porque, en el fondo, esta obra es todo un homenaje al teatro y una reivindicaci¨®n de la importancia de las artes y la cultura¡±, se?ala Juan Ca?as.
En Crimen y tel¨®n, montaje sobre el que llevan trabajando m¨¢s de un a?o, el p¨²blico tiene un papel activo, es parte de la historia, testigo clave en la investigaci¨®n del asesinato, envuelto de lleno en todo el proceso que se desarrolla sobre el escenario y part¨ªcipes de lo que all¨ª ocurre. El p¨²blico va a estar cavilando todo el rato, pasando por todos los estados del g¨¦nero negro, llega a ser aliado, sospechoso o enemigo, acumulando pistas sobre el posible criminal. Incluso, los espectadores van descubriendo cosas que el propio protagonista, el detective Noir, no conoce. ¡°Pero si hay alg¨²n mayordomo entre el p¨²blico, que sepa que no le vamos a se?alar como el asesino¡±, lanza divertido Daniel Rovvalher.
Y aunque hablen de un futuro desgarrador para reflexionar sobre un presente no muy amable, los Ron Lal¨¢ tienen muy claro que el teatro no es un p¨²lpito, que es una plaza a compartir entre todos. ¡°El teatro es la voz colectiva para lanzar preguntas pero no respuestas¡±, dice ?lvaro Tato.
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