Al cine, s¨ª, pero no solo a ver pel¨ªculas
Esta temporada ha sido la de la consolidaci¨®n de las salas como lugar para ver ¨®pera, teatro o exposiciones. El objetivo: ganar nuevos p¨²blicos y llenar los d¨ªas m¨¢s d¨¦biles de la semana
Irina Zlenko recuerda la nieve, el viento, los abrigos y los zapatos elegantes. En el Bolsh¨®i, la etiqueta vence al invierno m¨¢s g¨¦lido, cuenta esta mujer rusa de 48 a?os, afincada en Madrid desde hace 15. Ya no pisa como antes el coliseo moscovita, donde ¡°hasta el que atiende en la cafeter¨ªa o el guardarropa sabe de ballet y canta¡±, pero ahora tiene la oportunidad de rememorar su pasado sentada en una butaca dispuesta a ver el ballet del Bolsh¨®i, La fierecilla domada, programado este mes en los cines Verdi de Madrid. La sala no es tan glamurosa, el espect¨¢culo es en diferido (en esta ocasi¨®n) y la pantalla grande no transmite ¡°la energ¨ªa del escenario¡±, pero tiene sus ventajas: permite observar de cerca a los bailarines, ¡°hasta los detalles¡± y, adem¨¢s, as¨ª, el ballet es sensiblemente m¨¢s barato.
Hace tiempo que las salas se dieron cuenta de que hay muchos espectadores como Zlenko: al inter¨¦s del p¨²blico ha respondido el de los exhibidores. Y en los ¨²ltimos a?os, el s¨¦ptimo arte ha abierto su casa a otras artes. De ah¨ª que las principales cadenas de exhibici¨®n de Espa?a, de Yelmo a Cinesa, pasando por Verdi, cuenten con ofertas estables de ¨®pera, ballet, teatro, conciertos, exposiciones o documentales sobre pintores. Las pantallas retransmiten estrenos en directo desde la Metropolitan Opera de Nueva York, a David Gilmour tocando en Pompeya o a Benedict Cumberbatch en la piel de Hamlet sobre las tablas londinenses.
De los videojuegos a Broadway
David Garc¨¬a, responsable de marketing y programaci¨®n de Verdi y Conde Duque, explica que invierten buena parte del presupuesto publicitario justo en los eventos alternativos. "Star Wars o la ultima de Woody Allen ya se venden solas", a?ade; las proyecciones de ¨®pera, ballet y teatro, bastante menos. Las cadenas suelen recurrir a campa?as muy "targetizadas": conservatorios, revistas especializadas, colegios o escuelas de danza, entre otros.
Pero, ?se plantean explorar nuevas disciplinas? Las salas de Cinesa ya proyectan las finales de competiciones de videojuegos online como League of Legends. Garcia y Ana Lorente, de Cinesa, son conscientes del tir¨®n del f¨²tbol, pero tambi¨¦n de los costes elevados de los derechos para emitir un clasico o una final de Champions' League en cines. Lorente tiene m¨¢s planes: "Me gustaria introducir m¨¢s musicales del West End o de Broadway. Y teatro de Latinoam¨¦rica, que tiene la ventaja de que no necesita subtitulos".
Los asistentes acceden as¨ª a propuestas fuera de su alcance por geograf¨ªa o precio: hasta hay salas madrile?as que emiten estrenos del Teatro Real y otras de Barcelona que proyectan obras del Liceu. Y los cines llaman a otros p¨²blicos ¡ªde edad mayor, coinciden los entrevistados¡ª y colocan los eventos alternativos en los d¨ªas de la semana donde la afluencia se reduce (excepto las emisiones en directo, cuya fecha depende del teatro original). La media de asistentes, en una proyecci¨®n de cine en Espa?a, ronda los 24; para estas obras, en cambio, es de unos 50, seg¨²n los responsables de Verdi y Cinesa.
¡°Tenemos unos 33 espect¨¢culos programados, la mayor¨ªa en directo, y 35.000 asistentes al a?o. Se trata de proyecciones ¨²nicas, lo que las hace m¨¢s especiales¡±, informa Ana Lorente, responsable de contenidos alternativos de Cinesa.
Respaldo del espectador
En una encuesta reciente de esta cadena, se conclu¨ªa que un 31% del p¨²blico querr¨ªa ver en salas de cine conciertos, un 20% ¨®peras y un 42,5% teatro. Lorente espera tambi¨¦n que quien descubra la opera en una pantalla grande acuda luego a verla al teatro. Aunque un estudio de 2014 de la English Tour Opera no lo ve¨ªa tan claro: el 85% de los asistentes a una ¨®pera en cine no se sent¨ªa m¨¢s motivado para repetir en un teatro.
A Jos¨¦ Corella, en cualquier caso, la propuesta le parece ¡°maravillosa¡±. Este cr¨ªtico de ballet cl¨¢sico de 73 a?os ha visto obras en los principales teatros del mundo y ahora acude regularmente a disfrutarlas en los cines de Madrid. Poco antes de que arranque La fierecilla domada, explica que, incluso si uno viaja hasta Nueva York o Par¨ªs, conseguir una buena entrada es dif¨ªcil. Y, por un precio razonable, casi imposible. Una proyecci¨®n en cines, en cambio, oscila entre nueve y 22 euros, seg¨²n el g¨¦nero y si se retransmite en directo. No se puede ¡°hablar con los bailarines tras su actuaci¨®n¡±, como le gusta a Corella, pero ofrece un escape al ballet cl¨¢sico en un momento en que se halla arrinconado. Para sustanciar su tesis, el hombre muestra el ap¨¦ndice de la revista con la programaci¨®n de ballet: la lista en Holanda o Reino Unido es casi interminable; en Espa?a, aparece solo un pu?ado de opciones.
Entre junio y septiembre, en concreto, los distribuidores plantean su oferta de proyecciones alternativas para toda la temporada a las salas. Estas buscan las que suenen a aforo completo m¨¢s que joyas del teatro de autor. ¡°El producto que funciona mejor en diferido son los documentales de arte. Luego la ¨®pera y el ballet, especialmente cuando son grandes nombres. Intentamos que sean obras muy conocidas, o en teatros famosos. Vamos a lo m¨¢s comercial posible¡±, aclara David Garc¨ªa, responsable de marketing y programaci¨®n de Verdi y Conde Duque.
?ngela Malvone, coordinadora de Eventos en Yelmo, recuerda que esta oferta se inici¨® con los conciertos de Bon Jovi (2001) y David Bowie (2003), ¡°atrayendo a un p¨²blico no necesariamente cinematogr¨¢fico y aprovechando un nuevo equipamiento digital¡±. ¡°Sin duda, es el Metropolitan Opera de Nueva York el pionero en este sector difundiendo eventos en directo de alt¨ªsima calidad desde hace 11 a?os¡±, se?ala. Malvone destaca tambi¨¦n que crece el n¨²mero de grandes actores que se involucran, como Helen Mirren o Kenneth Branagh¡±.
Las proyecciones alternativas suponen un coste menor para las salas: las distribuidoras no suelen quedarse m¨¢s del 50% de la taquilla. Pero entre introducciones, entrevistas previas con los artistas y retransmisi¨®n, una proyecci¨®n de danza o de ¨®pera ocupa el tiempo de dos sesiones de un filme. As¨ª que las salas solo pueden asumirlo en sesiones determinadas. En el fondo, siempre manda el ballet m¨¢s cl¨¢sico de todos: el de las cuentas.
Proyecciones que ¡°se sienten, se huelen, se viven¡±
Otra de las novedades que se est¨¢n introduciendo en las salas de cine para atraer con "experiencias" al espectador radica en proyectar pel¨ªculas que "se sienten, se huelen y se viven". As¨ª lo explica la publicidad de los cines Kin¨¦polis de Pozuelo de Alarc¨®n, en Madrid, que ayer abri¨® al p¨²blico una sala especial con la tecnolog¨ªa 4DX con butacas con servomotores que, hasta ahora, solo exist¨ªan en algunos parques tem¨¢ticos. "A trav¨¦s de los efectos de agua, viento, luz, niebla, olores, etc., combinados con los movimientos de la butaca que acompa?an a la pel¨ªcula en momentos precisos, se estimulan los cinco sentidos", indica una nota de la cadena de cines, que estren¨® ayer esta tecnolog¨ªa con Star Wars. Los ¨²ltimos Jedi. "Eleva al cine a las cuatro dimensiones y ofrece al espectador una experiencia de inmersi¨®n total, con elementos inesperados, como la percepci¨®n, por primera vez, de olores en el cine", comenta a Efe el director general de Box Office y Marketing de la cadena, Agust¨ªn Llorente. La sala, que cuenta con 160 butacas, proyectar¨¢ sobre todo pel¨ªculas de acci¨®n, aunque cualquier filme puede ser adaptado, apunta el responsable. Hay que superar el metro de altura para poder usar las butacas con seguridad y el precio de la entrada de la sesi¨®n de 4DX ascend¨ªa ayer a 14,90 euros, frente a 9,90 de la entrada de una sesi¨®n normal.
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