El debate filos¨®fico se traslada a las tablas en el siglo XXI

La escena mira a la filosof¨ªa. El teatro m¨¢s que nunca busca ese lugar de encuentro y reflexi¨®n conjunta, de pensamiento. Los fil¨®sofos, Mar¨ªa Zambrano, Voltaire y Rousseau protagonizan dos montajes, La tumba de Mar¨ªa Zambrano, dirigido por Jana Pacheco, y Voltaire/Rousseau. La disputa, por Josep Maria Flotats, con los que el Centro Dram¨¢tico Nacional, estrena el a?o y abre espacios para subir la filosof¨ªa a las tablas.

La llegada de un panfleto an¨®nimo deriva en una escena dom¨¦stica en la que se asiste a un intenso debate de ideas entre Voltaire (Josep Maria Flotats) y Rousseau (Pere Ponce) acerca de Dios, la educaci¨®n, la igualdad y el teatro. El texto de Jean-Fran?ois Pr¨¦vand se estren¨® en Francia en 1991 y para representarse en Espa?a el autor ha retocado y modificado la pieza original. Flotats, actor y director teatral, ten¨ªa pendiente interpretar a Voltaire y La disputa le permitir¨¢, a partir de ma?ana y hasta el 4 de marzo en el Teatro Mar¨ªa Guerrero, mostrar en el siglo XXI las ideas revolucionarias de dos hombres que se odiaban y admiraban, sino al mismo nivel si con similar fuerza. En un escenario austero y a trav¨¦s de esta obra, Flotats asegura que ¡°la discusi¨®n, brillante e inteligente, entre ambos fil¨®sofos nos invita a reflexionar con la misma intensidad que nos da placer y abre una puerta para conocer m¨¢s sobre Voltaire y Rousseau¡±.

Pere Ponce pone voz y cuerpo al revolucionario Rousseau, al autor de El contrato social, al defensor de la igualdad absoluta en la sociedad, no exento de contradicciones como cuando manifestaba un marcado desprecio por la mujer o atacaba a la cultura y, en especial, al teatro. ¡°Rousseau era un revolucionario con sus contradicciones, que hoy en d¨ªa estar¨ªa sentado en una plaza en el 15-M y se preguntar¨ªa por qu¨¦ es as¨ª la sociedad¡±, explica Ponce sobre su personaje, al que contrapone frente al ¡°acad¨¦mico y miembro del establishment¡± Voltaire. Flotats habla del autor de C¨¢ndido como ¡°un defensor de la cultura que se jug¨® el pellejo¡± con su lucha por la separaci¨®n de poderes entre Estado e Iglesia, en una ¨¦poca en que la Inquisici¨®n estaba a pleno rendimiento y con una monarqu¨ªa absolutista. ¡°En la Espa?a de hoy, algunas personas hablan de rep¨²blica y a otros les parece escandaloso, a pesar de que estamos en 2018 y en una democracia donde se tolera la libertad de expresi¨®n: hay que imaginar lo que las palabras de Voltaire significaban en 1760. El siglo XXI necesita unos cuantos Voltaire, pero no es f¨¢cil¡±, ha lamentado durante la presentaci¨®n de la obra en Madrid.

Encuentro po¨¦tico

Como una ventana abierta a la filosof¨ªa de Mar¨ªa Zambrano (V¨¦lez-M¨¢laga 1904 - Madrid 1991), como una antesala al encuentro po¨¦tico y vital con la primera mujer en recibir el Premio Cervantes (1988), una escritora que sufri¨® la guerra y el exilio. As¨ª se presenta La tumba de Mar¨ªa Zambrano (pieza po¨¦tica en un sue?o), la obra escrita por Nieves Rodr¨ªguez y dirigida por Jana Pacheco que se representar¨¢ en el Teatro Valle Incl¨¢n de Madrid hasta el 11 de febrero. Es un viaje emocional, visual y atemporal que sale al encuentro de la raz¨®n po¨¦tica y la fenomenolog¨ªa del sue?o tan presente en la obra de la fil¨®sofa, con una puesta en escena en la que se juega con el realismo m¨¢gico y la f¨¢bula y que busca que el espectador tenga una experiencia est¨¦tica completa con la palabra, el sonido, el cuerpo, la m¨²sica y hasta los olores.

¡°No es una biograf¨ªa, aunque aparecen dos personas fundamentales en la vida de Mar¨ªa Zambrano: su padre, maestro de la Rep¨²blica, y su hermana Araceli, sino una b¨²squeda de las palabras de esta autora, esas que ella tanto persigui¨®¡±, explica Rodr¨ªguez que escribi¨® la obra hace m¨¢s de cuatro a?os y que est¨¢ protagonizada por Aurora Herrero, en el papel de Mar¨ªa Zambrano, ?scar Allo, Isabel Dimas, Daniel M¨¦ndez e Irene Serrano.

Jana Pacheco, para quien llevar la filosof¨ªa a escena es todo un reto como directora, sostiene que ¡°el teatro al final es un espejo del mundo, un escaparate desde el que contar y transmitir. Es una manera de juntarnos en el teatro a pensar y reflexionar¡±. Tal y como ped¨ªa Mar¨ªa Zambrano a su padre: ¡°Pap¨¢, ens¨¦?ame a pensar¡±.