Arrasan las series

Cuentan, y parece cierto, que cuando Pilar Mir¨® fue directora general de RTVE e impuso la emisi¨®n continuada de 24 horas se contrat¨® a Jes¨²s Hermida para que condujera un programa diario de varias horas que ocupara toda la ma?ana. Pero, como el hombre no encontraba manera de rellenar tan largo espacio, hubo que recurrir a la emisi¨®n de un culebr¨®n mexicano, Los ricos tambi¨¦n lloran, que tuvo tanto ¨¦xito que acab¨® imponiendo la moda de las series, aunque en Espa?a ya se hab¨ªan producido varias de ¨¦xito y gran calidad, Fortunata y Jacinta, La forja de un rebelde, Verano azul, Teresa de Jes¨²s¡­ El caso es que las series han acabado ocupando espacios hasta ahora reservados al cine, en los festivales, por ejemplo, por no hablar de la actualidad informativa.

Hoy mismo es noticia el estreno de una nueva serie y con la misma relevancia que si fuera un Globo de Oro, por ejemplo, La peste, dirigida por Alberto Rodr¨ªguez, varias veces premiado por sus trabajos anteriores. La peste, brillante fresco hist¨®rico de seis cap¨ªtulos sobre la Sevilla del siglo XVI, viene a prolongar el ¨¦xito de recientes series espa?olas, las admirables Crematorio, de los hermanos S¨¢nchez Cabezudo, que acaban de emitir su trabajo siguiente, La zona, o Merl¨ª, que prepara su tercera y ¨²ltima temporada, entre otras, que se pueden seguir viendo en algunos canales de pago. Y que merecen la pena.

El ¨¦xito de estas series se mide en cierto modo por su capacidad para prolongarse, de lo que a veces se abusa ahogando as¨ª a la gallina de los huevos de oro. Parece que eso no podr¨¢ ocurrir con La peste, cerrada de antemano, aunque s¨ª con la serie sorpresa de la temporada, Verg¨¹enza, comedia con la que Juan Cavestany y ?lvaro Fern¨¢ndez Armero, sus autores, han acertado de pleno, que regresar¨¢ en unos meses. Y mientras tanto, aparecer¨¢n series nuevas atiborrando el mercado sin darnos respiro aunque con frecuencia llen¨¢ndonos de gozo.