El poeta de la amistad
Homenaje al autor de ¡®?spero mundo¡¯. Amigos de ?ngel Gonz¨¢lez, fallecido hace diez a?os, se re¨²nen para cantar y leer sus versos
La madrugada era su tiempo, y la amistad y la noche jugaban con ¨¦l hasta las tantas. Y de madrugada muri¨® en un hospital de Madrid el poeta ?ngel Gonz¨¢lez a los 82 a?os, hace de esto hoy 10 a?os exactamente.
Anoche, en la sala Galileo de Madrid, amigos suyos de todas partes, y de todas las canciones, desde Joan Margarit a ?ngel Gabilondo, de Benjam¨ªn Prado a Javier Rioyo y Chus Visor, Pedro Guerra, Almudena Grandes, Miguel R¨ªos y Luis Garc¨ªa Montero, con otros, le dedicaron un homenaje con sus versos a la misma hora en que, en otro tiempo, ¨¦l comenzaba a transitar la noche de las ciudades, Madrid, Oviedo, donde naci¨® y donde vivi¨® el miedo de su madre al sonido de los bombardeos en la guerra. Se sumaron tres cantantes, Marwan, Luis Ramiro y Rozal¨¦n. Y un gent¨ªo que desbord¨® la sala; mucha gente fuera, al relente. Y el poeta ausente, visible en los versos, en las an¨¦cdotas que se airearon, en el espacio infinito que ya habita su poes¨ªa.
Gabilondo vino desde la filosof¨ªa a darle entonaci¨®n ¨¦tica a su tocayo y Joan Margarit ley¨® en su lengua catalana y en el espa?ol de Gonz¨¢lez un in memoriam. ¡°As¨ª es para mi tu poes¨ªa:/ un lugar limpio, bien iluminado¡±. Almudena Grandes cont¨® que se hizo de los sonetos por uno de los de ?spero mundo. Allen Josephs, hispanista de Florida, relat¨® uno a uno los lugares en que el poeta puso trono a la noche: La Corralada, Oliver, Bocaccio, Conde Xiquena, la madrugada hasta el alba de la geograf¨ªa que ?ngel transitaba ¡°con su paciencia insondable¡±¡ Y as¨ª, m¨²sica y verso, controlados por la otra paciencia, la de la editora ?ngeles Aguilera, que hizo de maestra de ceremonias¡
En Oviedo, tambi¨¦n celebran hoy su huella de la amistad y de la madrugada. Ser¨¢ en el Teatro Campoamor, donde ?ngel recibi¨® un d¨ªa el premio Pr¨ªncipe de Asturias. All¨ª estar¨¢n Josefina Mart¨ªnez, viuda de Emilio Alarcos, u?a y carne de ?ngel; Aurelio Gonz¨¢lez Ovies, ?ngeles Carvajal, Javier Almuzara, Roc¨ªo Acebal... Y al tiempo aparece en Oviedo un monogr¨¢fico que recoge textos de otros incondicionales: Luis Antonio de Villena, Jos¨¦ Ram¨®n Ripoll, Javier Bozalongo, Ben Clarck, Ver¨®nica Aranda... En ese homenaje escrito su editor, Mario Vega, ha contado con cinco poem¨¢s in¨¦ditos del autor de Palabra sobre palabra. La viuda del poeta, la profesora Susana Rivera, los cedi¨® para esta ocasi¨®n.
Su muerte dej¨® en sombra a mucha gente, no solo a los poetas que le segu¨ªan desde la noche hasta el alba. Pero ¨¦l fue amigo tambi¨¦n de las calles de una ciudad que, como dec¨ªa su amigo y compa?ero Juan Garc¨ªa Hortelano, notaba en la alegr¨ªa que mostraban los bares que ?ngel hab¨ªa regresado de sus clases en Nuevo M¨¦xico.
Para ¨¦l era m¨¢s fruct¨ªfero un amigo que un verso, una conversaci¨®n a las tantas que un libro entero de poemas. Y, cuando se fueron yendo sus amigos antes que ¨¦l, Hortelano entre ellos, acu?¨® una frase como una l¨¢grima arrojada sobre los calendarios: ¡°Se me adelgaza el tiempo¡±.
De esa vena afectiva se benefici¨® el alma de mucha gente: Alarcos, los j¨®venes poetas, Juan Mars¨¦, las madrugadas en las que rasg¨® la guitarra junto a su amigo Pedro ?vila (que, como Sabina y como Pedro Guerra o Joaqu¨ªn Pix¨¢n, hicieron canciones de sus versos) en el caf¨¦ Libertad de Madrid... Siempre tuvo, adem¨¢s, la hospitalidad tranquila de Pepe y Pepa Caballero Bonald, y hasta el ¨²ltimo instante, y hasta ahora, la compa?¨ªa y el amor de Susana Rivera, a quien dedic¨® La primavera avanza: ¡°Si sale amor, la primavera avanza¡±.
En su ¨²ltimo libro, de retratos de seres inolvidables de la cultura del siglo XX, Examen de ingenios (Seix Barral, 2017), Caballero dedica este p¨¢rrafo a su amigo sobre la frecuencia con la que reavivaban, seg¨²n el propio ?ngel, el m¨¢s preciado de los logros de su generaci¨®n: ¡°Los encuentros con ?ngel siempre supon¨ªan una lecci¨®n entre ir¨®nica y erudita. Alcanz¨® una solvente madurez sin abandonar nunca la ruta emprendida con ?spero mundo, su primer libro. Fue avanzando sin dejar de ser fiel a sus or¨ªgenes¡±.
Y el mismo ?ngel Gonz¨¢lez explic¨® esos or¨ªgenes en uno de sus m¨¢s bellos poemas, Para que yo me llame ?ngel Gonz¨¢lez, reconstrucci¨®n hist¨®rica y l¨ªrica del universo dif¨ªcil al que amaneci¨® en Asturias. Est¨¢ en ?spero mundo: ¡°Para que yo me llame ?ngel Gonz¨¢lez, / para que mi ser pese sobre el suelo, / fue necesario un ancho espacio / y un largo tiempo: / hombres de todo mar y toda tierra, / f¨¦rtiles vientres de mujer, y cuerpos / y m¨¢s cuerpos, fundi¨¦ndose incesantes / en otro cuerpo nuevo¡±. Un cuerpo nuevo que deviene, al fin, en ¡°un escombro tenaz, que se resiste / a su ruina, que lucha contra el viento, / que avanza por caminos que no llevan / a ning¨²n sitio. El ¨¦xito / de todos los fracasos. La enloquecida / fuera del desaliento¡±.
El poeta de la amistad y de la noche. Dijo Garc¨ªa Montero: ¡°Fue uno de esos milagros que a veces suceden. El maestro verdadero se convierte en amigo. ?ngel represent¨® la calidad de una poes¨ªa c¨ªvica imprescindible, la verdad de los que vivimos sin esperanzas, pero con convicciones. Mi melancol¨ªa es una forma de vitalidad gracias a ¨¦l¡±.
La melancol¨ªa de ?ngel: una herencia innumerable que se disfruta invariable hasta hoy mismo. Con esa melancol¨ªa acab¨® la noche esta vez. Rozal¨¦n cant¨® a los republicanos represaliados en homenaje a los hermanos de ?ngel. Miguel R¨ªos y Pedro Guerra le pusieron m¨²sica al poeta. El granadino ley¨® Peque?a evocaci¨®n, uno de los grandes poemas de ?ngel. Y el tinerfe?o acab¨® con Me basta as¨ª. Terminaron antes de lo que tardaban las noches del poeta. Pero es que las noches de ?ngel ya s¨®lo son posibles en el amor a su recuerdo.
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Autor: ?ngel Gonz¨¢lez.
Editorial: Valpara¨ªso (2018).
Formato: tapa blanda (288 p¨¢ginas).
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