Lo que no se ve de ¡®Operaci¨®n Triunfo¡¯
Alrededor de 150 personas trabajan contrarreloj en la primera planta del inmueble de Terrassa donde residen y ensayan los concursantes de OT
Alrededor de las 12.45 Pol Chamorro cruza la puerta y sube casi a brincos las escaleras. Apenas un par de minutos despu¨¦s, aparece en los monitores de la sala de realizaci¨®n. Empieza la clase de baile, y justo entonces bajan los Javis. En un momento revolucionan el office, a escasos metros de esa habitaci¨®n. A pesar de la tranquilidad del lugar, el reloj siempre corre. Y parece que m¨¢s r¨¢pido que fuera del edificio. Para los chavales, tal vez sea la directora de la Academia Noem¨ª Galera quien mande. Pero en la primera planta, donde 150 personas trabajan mirando hacia la planta en la que residen los concursantes, la voz cantante la lleva el timing fijado. M¨¢s a¨²n cuando Operaci¨®n Triunfo (OT) ya no se debe solo a los horarios de la televisi¨®n, sino tambi¨¦n a los tiempos que exigen todas las redes sociales y plataformas en las que se ofrece el producto. ¡°Ya solo quedan 25 d¨ªas. Los tengo contados¡±, suspira Galera gesticulando con los dedos.
Jordi Rosell, productor ejecutivo de Gestmusic, es quien mejor encarna esa batalla constante contra el tiempo. En apenas dos meses, la productora tuvo que convertir un edificio que la crisis hab¨ªa dejado sin acabar y sin uso alguno en la Academia del reality musical de La 1. ¡°Esto era un armaz¨®n vac¨ªo, sin nada. No hab¨ªa ni desag¨¹es. Solo el suelo de cemento y las paredes¡±, explica. El edificio est¨¢ en un peque?o pol¨ªgono dedicado a la industria audiovisual de las afueras de Terrassa. Un entorno buc¨®lico, en pleno parque natural de Sant Lloren? del Munt i l'Obac, si no fuera porque ese complejo en su d¨ªa fue un sanatorio del que hoy perviven historias y leyendas sobre sucesos paranormales. Antes que OT, el equipo de Cuarto Milenio de Iker Jim¨¦nez ya estuvo all¨ª. Pero durante la visita a esa suerte de trastienda de la Academia solo se oye el ruido de alguien de producci¨®n pele¨¢ndose con una m¨¢quina de vending que se niega a escupir una bolsa de patatas. Nada paranormal.
La planta en la que se cuece el producto de OT es una sucesi¨®n de puertas, algunas incluso bautizadas con los grandes hitos del concurso. ¡°Sala Mi m¨²sica es tu voz¡±, reza un cartel. "Producci¨®n?de milagros", se lee en otra. Tras ellas, siempre hay alguien observando una o varias pantallas. En la de producci¨®n, la primera con la que uno se topa, todos tienen puesta la vista en el ordenador mientras en los monitores los concursantes Agoney, Aitana y Miriam parecen concentrarse en los movimientos que les marca Pol. Al fondo, en un despacho, departen Noem¨ª Galera y el director musical Manu Guix. El departamento de producci¨®n, explica Rosell, se encarga de solucionar cualquier problema que haya en el piso de arriba. Pero, al margen de los profesores, nadie habla directamente con los chavales. El enlace entre las dos plantas es la recepci¨®n de la vivienda de arriba. ¡°Hay tres personas por turno y son los interlocutores con los concursantes. Son quienes comunican si los chicos necesitan algo o si hay un problema de pilas o micr¨®fonos¡±, cuenta Rosell.
Al lado, repartidos en otras salas, est¨¢n los redactores del programa diario, de la gala y los responsables de las redes sociales. Una de las encargadas de las cuentas de Twitter e Instagram de los concursantes repasa ahora los videos que ha dejado Alfred para subir a Instagram. En el circuito cerrado en el que trabajan, el concursante ha guardado unas im¨¢genes que ha acompa?ado con las indicaciones sobre qu¨¦ debe hacer con ellas y a qui¨¦n debe enlazarlas. El uso de las redes es, sin duda, la apuesta de este a?o. Los productores ya no esperan a que los espectadores pulsen el bot¨®n 1 de su mando a distancia cada lunes. ¡°Ahora vamos all¨ª donde est¨¢ el usuario¡±, dice Rosell. Y el espectador ya no est¨¢ pegado a la pantalla del televisor. Se mueve en Twitter, en Instagram o en YouTube. ¡°Queremos llegar a los millennials. Y para hacerlo hemos buscado los canales y los formatos adecuados de consumo masivo¡±, cuenta Llu¨ªs Alsina, jefe digital de Gestmusic.
El programa ha rebasado con creces sus objetivos en ese terreno. En el ¨¢rea digital de Gestmusic, cuenta Alsina, se propon¨ªan ser trending topic en Espa?a en las galas. ¡°Hemos conseguido serlo a diario desde octubre¡±, a?ade. Al acabar el concurso, cada participante recibe su perfil y la contrase?a. ¡°Se lleva una cuenta con m¨¢s de 150.000 seguidores que van a estar ah¨ª¡±, recuerda Alsina. Y eso que no todos los chavales tienen la misma querencia por las redes. Amaia solo ha colgado dos videos, mientras que Ricky ha sido el concursante m¨¢s productivo. Y a pesar de ello, Amaia es la concursante con m¨¢s seguidores en las redes.
Salto digital
El uso de las redes y plataformas sociales ha supuesto un salto adelante para OT. Pero no es el ¨²nico cambio que pone de manifiesto la nueva era del programa. Xavier Mir, el jefe de realizaci¨®n de la Academia, recuerda que en la ¨²ltima edici¨®n, hace seis a?os, trabajaban todav¨ªa con cintas. ¡°Ten¨ªamos cintas y cintas almacenadas. Ahora va todo a un disco duro¡±, recuerda. La sala que comanda es el coraz¨®n de la primera planta del edificio. Desde all¨ª cuatro grupos en los que trabajan una docena de personas por turno va controlando todo cuanto hacen los concursantes. Los programas y los redactores les dicen cu¨¢les son los focos: la grabaci¨®n de Ana Guerra, un ensayo de Miriam o lo que puedan estar haciendo en el comedor. Tienen 44 c¨¢maras robotizadas y otras siete con operadores a su servicio, lo que les permite disponer de varios ¨¢ngulos del mismo espacio. Cada vez que presiona un bot¨®n, en el monitor aparece un escenario visto desde varios puntos: el sal¨®n, el estudio de grabaci¨®n, la sala de estar, la terraza... Todas esas im¨¢genes pasan luego a otros equipos que las editan y preparan para los espacios diarios o los que se emiten programa del lunes. ¡°Lo grabamos todo desde que se despiertan hasta que se van a dormir. Nos interesa sobre todo su actividad en relaci¨®n a la m¨²sica, pero hay otros momentos de los que estamos muy atentos porque muestran su evoluci¨®n durante su estancia en la Academia¡±, asegura Mir.
En teor¨ªa, a las once de la noche deber¨ªan estar durmiendo y la actividad deber¨ªa acabar. ¡°Peeero nunca se duermen a las once, ya t¨² sabes¡¡±, bromea Noem¨ª Galera, quien de reojo mira c¨®mo los chicos se sientan a comer a la hora y recuerda que ella todav¨ªa no ha tenido tiempo de hacerlo. Tiene todo el planning en la cabeza: se levantan a las 8.30 ¨C¡°les cuesta, pero se despiertan¡±, apostilla¡ª, desayunan, van a educaci¨®n f¨ªsica, toman clases te¨®ricas, luego de baile, comen, ensayan toda la tarde y cenan. Y a la cama otra vez. ¡°El horario del equipo de profesores es exactamente el mismo que el de ellos, pero sin hacer las clases, prepar¨¢ndolo todo de lunes a domingo. Es bastante sacrificado, la verdad¡±, dice sin perder el sentido del humor.
La noche en la que se emite la gala, los lunes, Galera duerme en una habitaci¨®n contigua al office. El reloj sigue en marcha y el martes por la ma?ana es clave. ¡°Al terminar la gala ya tenemos un repertorio previo para la siguiente¡±, cuenta Rosell. ¡°Pero todo cambia en funci¨®n del expulsado y los nominados, que eligen canci¨®n. Y eso condiciona el resto de los temas para que no haya demasiada balada o para que tengamos un equilibrio entre canciones en ingl¨¦s y castellano¡±, prosigue. A las dos y media de la ma?ana, cuando termina el chat en directo, todas las canciones de la siguiente gala deben estar claras. ¡°Al d¨ªa siguiente hay que tomar los tonos, encargar los playbacks y grabar el viernes para que el lunes las canciones ya se puedan descargar¡±, a?ade.
Toda esa rebotica queda cubierta por una cortina y persianas el viernes por la tarde. Ese d¨ªa, los concursantes bajan al primer piso para hacer las pruebas de maquillaje y de vestuario y grabar las canciones en el estudio. No pueden ver a nadie ajeno a los profesores y al enlace de recepci¨®n. Los trabajadores, de hecho, ni tan solo hablan cerca de la puerta del edificio, puesto que est¨¢ justo debajo de la terraza donde salen a tomar el aire los concursantes ¨Cuna gran ventaja respecto a la anterior Academia de Sant Just Desvern, coinciden todos¡ª. ¡°Los chicos no tienen contacto con nadie, solo con unas cuantas personas con las que pueden hablar. Lo hacemos para que no les llegue informaci¨®n sesgada que les pueda afectar en su estado an¨ªmico. Pero ellos ya saben a qui¨¦n pueden dirigirse y a qui¨¦n no¡±, dice Rosell.
Eso no significa que sean completamente inocentes respecto a lo que pasa fuera de esa isla de las afueras de Terrassa. Han salido en pocas ocasiones, para correr por el parque natural o para ir a votar en las elecciones catalanas (quienes ten¨ªan derecho a hacerlo). Pero fue cuando regresaron a casa a pasar la Nochebuena el momento en que se percataron de que ¡°lo est¨¢n petando¡±, en palabras de Galera. ¡°Son conscientes de lo que pasa fuera desde que se marcharon a casa en Navidad. Volvieron algo trastocados, pero hemos conseguido que se hayan ido olvidando de esa repercusi¨®n y que se concentren y vuelvan a la rutina¡±, agrega.
Van a necesitar esa concentraci¨®n y mucha m¨¢s. Quedan poco m¨¢s de 20 d¨ªas, pero lo que viene es, a?ade Galera, de ¡°traca matraca¡±. Entre otras, est¨¢n a punto de llegar las galas para elegir la canci¨®n y el representante para ir a Lisboa en mayo para representar a Espa?a en el Festival de Eurovisi¨®n y la gran final. Despu¨¦s de eso, la Academia, ese espacio que ha logrado compaginar el frenes¨ª del tiempo con la tranquilidad de tenerlo todo pautado, volver¨¢ a cerrar. Luego vendr¨¢n los conciertos multitudinarios como el del Sant Jordi y la continuaci¨®n de la carrera musical de unos y otros. No se van con las manos vac¨ªos. Se llevan la experiencia de actuar ante millones de personas, lo aprendido en las clases y los seguidores que se han ganado en cada actuaci¨®n. ¡°Y a nosotros nos van a tener siempre al lado¡±, remacha Galera.
¡°A algunos les da v¨¦rtigo salir¡±
Noem¨ª Galera ha vivido todas las ediciones de OT. Desde la primera, esa en la que Rosa L¨®pez se gan¨® el t¨ªtulo de Rosa de Espa?a con su voz y candidez, David Bustamante no dejaba de lllorar y David Bisbal y Chenoa inmortalizaron un Escondidos que sigue dando que hablar. Ha sido directora de c¨¢sting, jurado y en esta ocasi¨®n se ha puesto al frente de la Academia. Es la edici¨®n, dice, que ha vivido "m¨¢s intensamente", porque pasa all¨ª todo el d¨ªa. "Todos pens¨¢bamos que este formato no se iba a volver a hacer. Haberlo recuperado y que la gente lo acepte nos encanta, porque creemos mucho en ¨¦l. Son muchas horas, pero luego lo echaremos de menos", asegura.
OT ha cambiado mucho respecto a la primera edici¨®n. Pero sus concursantes, en cambio, son los m¨¢s parecidos en a?os a los que llegaron a ese nuevo programa de 2001 que nadie sab¨ªa si iba a tener ¨¦xito. A Galera esta edici¨®n tambi¨¦n le recuerda mucho a la primera. Por la ¡°Inocencia y la naturalidad de los chicos¡±. ¡°Son conscientes de d¨®nde est¨¢n, pero no vieron la primera edici¨®n de OT y no tienen como referencia otras ediciones¡±, explica. Cuando empez¨® todo, en 2001, ellos apenas eran cr¨ªos de tres o cuatro a?os. ¡°Est¨¢n siendo ellos mismos y eso ha enganchado al espectador de nuevo¡±.
Como sucediera tambi¨¦n entonces, muchos temen la salida. Ellos mismos se refieren a la Academia en muchas ocasiones a "la burbuja". "Algunos tienen miedo a salir porque saben que aqu¨ª siempre tienen alguien al lado. Les da v¨¦rtigo encontrarse fuera y pensar: qu¨¦ va a pasar ahora. Y es l¨®gico: llevan dos mes y medio encerrados", prosigue Galera. Ella intenta que sigan con los pies en el suelo. Les recuerda que todo cuanto est¨¢n viviendo tal vez no les vuelve a suceder. Y que si son famosos, es porque salen en la televisi¨®n. Y el medio es cruel: cualquiera puede ser el m¨¢s conocido y de un d¨ªa a otro caer en el olvido. Es su forma de sacarlos de la burbuja, aunque conf¨ªa en ellos. "Son muy j¨®venes, pero con la cabeza muy bien amueblada. Est¨¢n formados, por ejemplo, casi todos tocaban un instrumento. Espero que no se les vaya la pinza del todo", a?ade. Porque, concluye, la m¨²sica tiene muchos caminos. Y no todos pasan por estar encima de un escenario o ser una gran estrella.
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