¡®The End of the F***ing World¡¯, un psic¨®pata y una rebelde en la carretera
Con cierto tono 'indie' y de comedia negra y una premisa rompedora, esta serie brit¨¢nica sigue en ocho breves cap¨ªtulos la odisea de dos j¨®venes y su camino de descubrimiento personal
James tiene 17 a?os y cree que es un psic¨®pata. Lleva desde los ocho a?os matando animales y ahora quiere probar a dar un paso m¨¢s all¨¢ y cobrarse su primera v¨ªctima humana. Alyssa tambi¨¦n tiene 17 a?os y est¨¢ llena de rebeld¨ªa e ira contra una madre irresponsable y un padrastro que la desprecia. Ella ve en James el chico rarito del instituto que podr¨ªa estar a su lado en sus planes de huida y al que poder manejar a su antojo. ?l ve en ella a su posible primera v¨ªctima. Juntos inician un viaje lejos de sus mon¨®tonas vidas en busca del padre de ella y, de paso, de sus propias identidades. Las cosas cambiar¨¢n mucho para los dos van en este peculiar recorrido.
Con cierto tono indie y de comedia negra y una premisa rompedora, la serie brit¨¢nica The End of the F***ing World (disponible en Netflix pero estrenada en Reino Unido en Channel 4) sigue en ocho breves cap¨ªtulos de 20 minutos la odisea de estos j¨®venes y su camino de maduraci¨®n y descubrimiento personal. O al menos esa es la intenci¨®n de esta serie, que aunque tiene entre sus virtudes el poder verse en un suspiro, justamente eso juega en su contra y no da tiempo a que la historia explote del todo ni a ahondar suficientemente en los personajes. Como serie se queda corta y, como pel¨ªcula, ser¨ªa larga.
En esta especie de road movie por cap¨ªtulos (de la que ya se est¨¢ hablando de una posible segunda temporada), los espectadores van conociendo a los personajes a trav¨¦s de sus pensamientos en off, en los que se muestran decididos y seguros de s¨ª mismos, profundos y filos¨®ficos incluso, una madurez que, sin embargo, sus acciones echan por tierra. Al final no son m¨¢s que ni?os en su paso a la edad adulta, rebel¨¢ndose contra el mundo de los mayores, representados por unos padres ineptos o ausentes y por dos mujeres polic¨ªas que siguen su rastro y que a?aden alg¨²n punto m¨¢s de humor a esta historia. No es perfecta, pero s¨ª una serie bastante disfrutable y que, a pesar de su aire tarantiniano, resulta hasta tierna.
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