Eduardo Paolozzi: el futuro es un ¡®retard¡¯
La Galer¨ªa de Arte Moderno de Berl¨ªn recorre la trayectoria del padre del arte pop, con sus poco conocidos ¡°bunks¡± (bobadas) y su monumento dedicado a los presos pol¨ªticos
El mundo nuestro que ahora llamamos global tuvo un trocito de historia a¨²n m¨¢s integral ¡ªe ¨ªntegra¡ª, cuando las relaciones entre arte, ciencia, tecnolog¨ªa y cultura popular eran un conglomerado efervescente, agitado por buenos y radicales (de ra¨ªz) aventureros, artistas solidarios, discutidores, autodestructivos y gur¨²s, y no las capillitas de hoy en d¨ªa habitadas por egos en feroz competencia. Fue el momento del Independent Group (1952-1955), estrechamente vinculado al Institute of Contemporay Arts (ICA), una especie de MoMA pero en Londres y que s¨®lo se quit¨® su caspa academicista cuando una mujer tom¨® las riendas, Dorothy Morland, en 1951. Los Young Independent actuaron de brazo armado a la hora de revisar las modernidades acad¨¦micas europeas en un contexto de cambio hist¨®rico de una econom¨ªa centrada en la producci¨®n a otra basada en el consumo.
Dentro del grupo, el joven escultor de ra¨ªces italianas Eduardo Paolozzi (1924, Edimburgo, 2005-Londres) puso la primera piedra del pop que m¨¢s tarde coronaron Richard Hamilton y Lawrence Alloway, un arte menos afectado y sexy que el m¨¢s tard¨ªo norteamericano pero con m¨¢s iron¨ªa. Sus collages, entre pasatiempos obsesivos y proyectos art¨ªsticos, ten¨ªan una est¨¦tica de tabl¨®n de anuncios y estaban hechos con recortes de revistas, postales y diagramas. Los llamaba bunk (bobadas), un t¨¦rmino del argot estadounidense que alud¨ªa a los discursos de los congresistas y que le sirvieron para no tomar muy en serio la cultura de masas. Los bunks tambi¨¦n se refer¨ªan a un dicho de Henry Ford seg¨²n el cual ¡°La historia es bunk¡±. Paolozzi cre¨ªa que no s¨®lo esa historia era una bobada sino que ¡°las bobadas ten¨ªan tambi¨¦n una historia¡±, abr¨ªan otro camino a la historia de los sinsentidos, de modo que los bunks eran los bulldozers preparados para derrocar la Historia como forma ostentosa. Forges lo habr¨ªa aplaudido.
Su agudo inter¨¦s por los avances tecnofuturistas y su rigor en el dise?o de las exposiciones alcanz¨® su apogeo en la m¨ªtica muestra This is Tomorrow (1956), donde present¨® sus modelos primitivos y un destartalado relicario de objetos postnucleares. Muy cerca, en otra sala, se exhibi¨® por primera vez el famoso collage de Richard Hamilton Just what is it that makes today's homes so different, so appealing? (?Que hace que los hogares de hoy sean tan diferentes, tan atractivos?). This is Tomorrow mostr¨® las preocupaciones de los artistas por el futuro, en plena Guerra Fr¨ªa, con obras que alud¨ªan a la ecolog¨ªa y los derechos sociales. El lema de la ¨²ltima edici¨®n de Arco 18, El futuro no es lo que va a pasar sino lo que vamos a hacer, no deja de ser una puesta al d¨ªa de aquellas conciencias realmente ¡°independientes¡±, aunque al final, como pudo verse en Madrid, ese ¡°lo que vamos a hacer¡± qued¨® apartado de un codazo por el mismo de siempre.
La retrospectiva Paolozzi, Lots of Pictures. Lots of Fun, inaugurada hace unos d¨ªas en la Berlinische Galerie of Modern Art, recorre sus primeros trabajos pop realizados en Londres y otros menos conocidos de su etapa en Berl¨ªn, a donde lleg¨® en 1974 invitado como residente en Kreuzberg. ¡°Aquel a?o fue el m¨¢s prol¨ªfico de mi vida¡±, dir¨ªa el artista a su regreso a la capital inglesa. Entre las obras primeras, est¨¢ Maqueta para el Monumento al Preso Pol¨ªtico Desconocido (1952), y de haberse llevado a cabo, ser¨ªa un elegante conjunto escult¨®rico integrado por bloques y columnas con inscripciones y curiosas caligraf¨ªas y se?ales, parecen las ruinas de una civilizaci¨®n que se malogra y autodestruye.
M¨¢s all¨¢ de la consideraci¨®n de que el Arco de este a?o no ha superado su masculinitis (los mismos siguen marcando el territorio frente a la par¨¢lisis/silencio de las mismas, que desperdiciaron una oportunidad de oro para mover el foco de la noticia), el proyecto de monumento de Eduardo Paolozzi apunta desde todos los ¨¢ngulos, alturas, sombras y conceptos a la aut¨¦ntica realidad de ayer y hoy, en Espa?a o en Turqu¨ªa. En cambio, del ¡°suceso¡± ferial ha surgido una retrato hiperrealista, bien n¨ªtido, de nuestra sociedad, trasunto de los muchos agentes que conforman lo que llamamos mundillo del arte. Esta es la verdadera e involuntaria obra de Sierra. Observando el presente como lo har¨ªa Duchamp, con ese retard, ir¨®nico, dir¨ªamos que en ese futuro que vamos a hacer, todos ¡ªmenos uno¡ª hacen el rid¨ªculo. Nada bunk.
'Eduardo Paolozzi. Lots of Pictures. Lots of Fun'. Berlinische Galerie of Modern Art. Hasta el 28 de mayo.
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