Los a?os ochenta, ¡°lindo haberlo vivido para poderlo contar¡±

Los ochenta fueron una fiesta, m¨¢s o menos. Imposible contarlo todo: pol¨ªtica, ?religi¨®n?, arte, noche, movida, drogas¡­ As¨ª que Carlos Santos, que los vivi¨® con intensidad, como periodista y como noct¨¢mbulo, autor de un libro sobre los setenta y la Transici¨®n tan denostada, se impuso contarlos en clave de ficci¨®n. Y le sali¨® un libro tan verdadero como la vida misma. En ese libro, Avi¨®n Club. Una historia de los 80 (La Esfera de los Libros), toma la identidad de un pianista legendario de la ¨¦poca (el pianista del Avi¨®n Club, una reliquia) para contar c¨®mo se coc¨ªan all¨ª, a fuego lento, la vida y la alegr¨ªa. Las mezclas de personajes, desde Joaqu¨ªn Sabina a Emmanuel Kant (ya ver¨¢n por qu¨¦) a Jos¨¦ Hierro y Camar¨®n de la Isla, dan paso a conversaciones muy probables entre Juan Benet y sus ac¨®litos. Al final de la conversaci¨®n que ustedes ver¨¢n junto a estas l¨ªneas hallar¨¢n una referencia a otra leyenda de entonces, Jorge Cafrune, de quien es este verso inmortal y simple: ¡°Lindo haberlo vivido para poderlo contar¡±. Ese verso es como un tatuaje que Carlos Santos le impone a sus reflexiones sobre aquella ¨¦poca y sobre su libro. Fue lindo conversar con ¨¦l.