Orejas para un animoso Juan Jos¨¦ Padilla y un muy torero Rom¨¢n

La primera oreja de la Feria, ganada a ley, fue para Rom¨¢n. Rom¨¢n es la estrella de estas Fallas, el ¨²nico torero que dobla actuaci¨®n, y empez¨® por justificar el privilegio. Rom¨¢n entendi¨® muy bien a su primer ¡®jandilla¡¯, buen toro que tom¨® la muleta sin plantear condiciones, al que no dud¨® un solo instante, y le plant¨® cara y partido sin concesiones. Muy quieto de planta; zapatillas hundidas en la arena, y buen aire en cada muletazo. Muy asentado siempre. Faena, adem¨¢s, con vocaci¨®n clara de ligar. O sea, no perder pasos ni tiempos entre muletazo y muletazo. No hubo desequilibrio entre una mano y otra, por ambos pitones trat¨® de igual manera al toro, y el final tuvo las luces de un toreo que puso incluso imaginaci¨®n en los cambios de mano que cerraron obra tan seria. Una faena de torero valiente, capaz y de buen toreo. Sali¨® cogido al entrar a matar, qued¨® a merced del toro que lo tuvo entre los pitones con el resultado de una cornada en la axila. El percance le impidi¨® matar el sexto. Est¨¢ anunciado una segunda tarde, el d¨ªa de San Jos¨¦, pero los doctores pronostican un mes para su recuperaci¨®n.

Se despidi¨® Padilla de Valencia, le obligaron a saludar tras el pase¨ªllo, y sinti¨® de cerca el cari?o de la gente. Mat¨® tres toros por la cogida de Rom¨¢n. Ninguno de los dos toros de su lote rindi¨® pleites¨ªa al torero. No plantearon serias dificultades, pero fueron toros de escaso gas. Sin luces; apagados. El primero, muy remiso al tomar la muleta, le permiti¨® a Padilla, al menos, meterse mucho con ¨¦l. A la voz, de cerca, de ataque frontal ante enemigo que no quer¨ªa guerra. Hubo una serie corta con la izquierda por donde Padilla pudo templar, pero muy poca cosa m¨¢s. Incluso un desarme sufri¨®, ya cuando el toro hab¨ªa entregado su suerte. El cuarto fue m¨¢s parado a¨²n, y con menos fuerzas tambi¨¦n. Padilla quiso poner el ambiente a su favor, al iniciar la faena de rodillas en toreo por redondo sobre la derecha. Fue lo ¨²nico que le dej¨® hacer el de Jandilla. Lo que vino despu¨¦s fueron pruebas dentro de una actitud encomiable del espada, pero sin salirse de un gui¨®n anodino. En banderillas cumpli¨® Padilla en dos tercios muy similares, de buena ejecuci¨®n. Mat¨® Padilla el sexto en sustituci¨®n de Rom¨¢n y anduvo animoso, con voluntad, ante otro toro que mantuvo un aire defensivo y sin entrega. Los rodillazos, el toreo de galer¨ªa, tuvieron eco en el tendido. La faena tuvo cierto ruido, pero careci¨® de nueces. De actitud, admirable; de vulgaridad, tambi¨¦n. La brevedad con la espada y con la gente muy a su favor, dieron pie al trofeo que se llev¨® como recuerdo de su ¨²ltima tarde valenciana.

Tampoco El Fandi a?adi¨® a su curr¨ªculo nada positivo en esta primera tarde fallera. Su primero, con poca fuerza, se volvi¨® brusco y defensivo en la muleta. La faena fue plana, sin inter¨¦s. El quinto no humill¨®, ni tom¨® la muleta a gusto. Fandi tampoco encontr¨® la br¨²jula por d¨®nde sacar partido. Sufri¨® un desarme, incluso, con palotazo en la mano, y ah¨ª acab¨® la historia. Solo en banderillas dej¨® buen recuerdo para la gente: siete pares, tres al segundo y cuatro al quinto. Un derroche de facultades, pero como norma clav¨® a cabeza pasada.

La corrida de Jandilla no fue ni mala ni buena. El de m¨¢s partido fue el tercero, el resto no tuvo clase, acus¨® falta de casta y tambi¨¦n el exceso de castigo recibido en varas. No se comi¨® a nadie, pero tampoco fue un banquete apetecible para los lidiadores.

Castell¨®n: puerta grande para Ponce y Roca Rey

Los diestros Enrique Ponce y Roca Rey salieron por la puerta grande en la ¨²ltima jornada de la feria taurina de la Magdalena tras cortar tres orejas cada uno en una tarde en la que Jos¨¦ Mar¨ªa Manzanares recibi¨® una, informa Efe.

El viento marc¨® el inicio de la tarde, especialmente la primera faena de Ponce, quien fue haci¨¦ndose con el astado de la ganader¨ªa Juan Pedro Domecq, al que consigui¨® arrancar una oreja.

Mejor suerte tuvo con el cuarto de la tarde al que cort¨® las dos orejas con una combinaci¨®n de ganas de salir por la puerta grande, del entusiasmo de la audiencia y de una tanda de doblones al final de la faena que puso al p¨²blico de pie, m¨¢s un remate limpio y a fondo.

Jos¨¦ Mar¨ªa Manzanares, que hac¨ªa doblete en la feria, aunque sin mucha fortuna, cort¨® una oreja con el quinto de la tarde con unos buenos cambios de mano al final de la faena y una buena estocada final.

El diestro peruano Roca Rey, en su segunda corrida en Espa?a -y su segunda puerta grande-, pase¨® una oreja con el tercer toro y dos con el sexto, el mejor astado de la tarde.