Estos son los ¡®youtubers¡¯ que est¨¢n arruinando las series de tu infancia
Venga Monjas presenta la cuarta temporada de 'Da Suisa', una parodia de 'Los Simpson' con la que est¨¢n de gira por toda Espa?a
Lo cutre como valor de marca, lo escatol¨®gico como filosof¨ªa. Esteban Navarro (Barcelona, 1985) y Xavi Daura (Barcelona, 1985), que conforman el d¨²o c¨®mico Venga Monjas, se conocen desde ni?os, pero no fue hasta la E.S.O cuando se hicieron amigos, y hasta 2006 cuando se animaron a subir sus primeros videos a YouTube, en una ¨¦poca en la que YouTube no era m¨¢s que una incierta promesa. Hace cuatro a?os llevaron una esperp¨¦ntica parodia de Los Simpson, Da Suisa,?en un festival de m¨²sica, y hoy presentan su cuarta temporada y llenan teatros por todo el pa¨ªs.
La obra de dos locos o una genialidad humor¨ªstica es un juicio que solo depende del ojo cr¨ªtico que lo enfrente, pero lo cierto es que si el ¨¦xito se midiese por la cantidad de p¨²blico que atraen en sus espect¨¢culos, es atronador. Adem¨¢s, ha recibido el reconocimiento p¨²blico de c¨®micos c¨¦lebres como Ernesto Sevilla o de David Broncano, quien les invit¨® recientemente a su nuevo programa La resistencia, en Cero. ¡°La gira Da Suisa est¨¢ funcionando muy bien, como un cohete. No se entiende, porque el espect¨¢culo es muy desagradable. Es un generador de arcadas online¡±, afirma Navarro.
¡°Alguien dijo que los personajes de Da Suisa parece que est¨¦n siempre sufriendo¡°, a?ade Daura. No parece desacertado el t¨¦rmino en una familia a¨²n m¨¢s desestructurada que la serie original, en la que una suerte de deformaci¨®n de Homer, Marge, Bart y Lisa estiran las tramas hasta hacerlas tan inquietantes como irreconocibles. Al reparto principal suman un equipo de secundarios a la altura, destacando la figura del artista urbano CECILIO G. Pero para entender realmente el fen¨®meno que Daura y Esteban han creado, hay que conocer al p¨²blico que lo sostiene, y este podr¨ªa dar para una serie aparte: ¡°Si a lo largo de los a?os nos recuerdan por esto, nos va a recordar muy poca gente. Los seguidores de Da Suisa de verdad son un nicho de colgados bastante reducido¡±, asegura Navarro. ¡°Con esperanza de vida muy corta¡±, sentencia Daura.
En lo que al p¨²blico se refiere, hay que avisar al futuro espectador que se aventure a verlos en un espect¨¢culo en directo, que la experiencia traumatiza. Una mezcla de incredulidad y de verg¨¹enza ajena azotar¨¢ al testigo no familiarizado con esta funci¨®n cuando vea desfilar a una ristra de fans caracterizados con vestuario a¨²n m¨¢s pobre que el de los Venga Monjas para solicitar ser escupidos, golpeados o tratar de imitar, con mejor o peor tino, a sus ¨ªdolos. Es precisamente esta comunidad la que les anim¨® a crear la primera expansi¨®n de la franquicia, con Dormo, el alter ego que sali¨® mal en la m¨¢quina de clonar de Doraemon: ¡°La idea de que a partir de Da Suisa se pod¨ªan dasuisar otras series estaba en el aire, porque realmente es solo a?adir cartulinas a nuestros cuerpos¡±, explica Navarro. La idea ha funcionado tan bien que ya est¨¢n estudiando expandirlo a otras, como una famosa serie infantil que presentar¨¢n en esta edici¨®n: ¡°Nosotros en ning¨²n momento hemos tenido ninguna intenci¨®n de destruir ning¨²n recuerdo, sino de embellecerlo. Si me preguntas si vamos a seguir a destrozando series, la respuesta es s¨ª. Queremos ver hasta donde se puede estirar el chicle¡±, amenaza Daura.
No se puede tomar en serio todo lo que dicen en sus entrevistas porque a menudo improvisan en el momento, pero prometen que su sue?o es llevar todo esto a Jap¨®n, para presentarlo ante un p¨²blico de oficinistas estirados. Eso s¨ª, lo har¨¢n en espa?ol. Si tiene dudas de ir o no a verlos, h¨¢galo. En primer lugar para que entienda que hay un movimiento de gente extra?a al que no conoce y comprender¨¢ por qu¨¦ ha hecho del humor m¨¢s estrafalario su hogar. Y en segundo, porque despu¨¦s de todo quiz¨¢ le acabe gustando. ¡°Es muy normal meterse en Da Suisa y decir: ¡®Uy, esto no es para m¨ª¡¯. Pero es como el tomaco. Que te lo comes, te da un poco de asco y dices: ¡®No, pero quiero m¨¢s¡±, concluye Daura.
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