Isabel Polanco, puente con Iberoam¨¦rica
La principal responsable de Santillana apost¨® desde la editorial Alfaguara por reunir la cultura literaria en espa?ol. Falleci¨® hace hoy 10 a?os
Isabel Polanco ten¨ªa 51 a?os cuando muri¨® en Madrid tal d¨ªa como hoy hace diez a?os tras una larga enfermedad que arrostr¨® con la fuerza que pudo haberle valido aquella frase con la que Hemingway defini¨® al personaje femenino de una novela: ¡°Conoci¨® la angustia y el dolor, pero nunca estuvo triste una ma?ana¡±.
Uno de sus autores m¨¢s significativos, el portugu¨¦s Jos¨¦ Saramago, dijo de ella: ¡°No creo que nadie, en la hora de conocer a Isabel Polanco, haya sido insensible a la conjunci¨®n de inteligencia y sencillez que fue, tal vez, su m¨¢s clara y atractiva caracter¨ªstica personal¡±.
Esa energ¨ªa y esa sencillez las puso al servicio de una idea desde que el Grupo Santillana, que presid¨ªa su padre, Jes¨²s Polanco, le confi¨® las divisiones educativas y de edici¨®n general, Santillana, Alfaguara, Taurus y Aguilar.
Como dijo de ella la agente Carmen Balcells, ¡°era Isabel Polanco, no la hija de Polanco¡±. Al principio como directora general y luego como consejera delegada, se dedic¨® a hacer visible el puente cultural que constituye la lengua espa?ola. Consolid¨® Alfaguara como una editorial hispanoamericana y ampli¨® la n¨®mina de escritores de esta lengua. Ya Santillana, fundada en 1960 por su padre (Pancho P¨¦rez Gonz¨¢lez se incorpor¨® poco tiempo despu¨¦s), era radicalmente hispanoamericana, y ella quiso que las ediciones generales del grupo cumplieran igual misi¨®n en la Am¨¦rica de lengua espa?ola.
Para darle sentido a su empe?o se vali¨® de una met¨¢fora que hab¨ªa creado uno de los grandes autores del sello, el mexicano Carlos Fuentes, que hab¨ªa proclamado la necesidad de hacer de la cultura en espa?ol una especie de ¡°territorio de La Mancha¡±.
En ese sentido, uno de sus objetivos de mayor proyecci¨®n fue la creaci¨®n del premio Alfaguara de Novela, s¨ªmbolo hasta ahora de aquel empe?o de editar ¡°para 400 millones de hispanohablantes¡±.
El premio naci¨® en 1998, con Carlos Fuentes como presidente del jurado, y con el argentino Tom¨¢s Eloy Mart¨ªnez, la chilena Marcela Serrano y los espa?oles Rosa Reg¨¢s y Rafael Azcona en su composici¨®n. Ese galard¨®n inaugural ya fue s¨ªntoma de lo que ella quer¨ªa obtener: el eco, en su editorial, de lo que se hac¨ªa en Am¨¦rica para expandirlo y hacerlo relevante en las librer¨ªas hispanas.
Estaba previsto que fuera un premio para una sola obra, pero, en la primera edici¨®n, a Fuentes le pareci¨® que dos se lo merec¨ªan. El jurado corrobor¨® la propuesta e Isabel le pas¨® a su padre la disyuntiva. Al final fueron Eliseo Alberto y Sergio Ram¨ªrez (ahora premio Cervantes 2017) los que se repartieron el galard¨®n. Uno era cubano, adonde era dif¨ªcil que llegaran sus libros, incluido Caracol Beach, que fue la novela premiada, y el otro era nicarag¨¹ense (por Margarita est¨¢ linda la mar): su horizonte de ventas no exced¨ªa entonces el medio millar de posibles lectores.
A Isabel Polanco le pareci¨® el resultado inaugural una muestra de ingenuidad, pues vender dos premios a la vez y atender por igual a dos autores es quiz¨¢ lo que se le puede desear a un enemigo. Pero el premio sigui¨® adelante. Acaba de cumplir 20 a?os, ahora en manos de Penguin Random House, que compr¨® Alfaguara en 2014. N¨´ria Cabut¨ª, consejera delegada de Random, recuerda siempre en su convocatoria o en su entrega esa voluntad de crear puentes literarios que subyac¨ªa en esa iniciativa y en la muy arriesgada decisi¨®n del primer jurado. Y ya nunca m¨¢s el premio se ha dado por duplicado.
Junto a esa tarea de crear un puente editorial que ahora ya forma parte de sus logros, Isabel Polanco fue impulsora de la expansi¨®n de Santillana en Brasil, donde el grupo mantiene editoriales tanto educativas como literarias. Brasil fue un empe?o mayor, del que tanto ella como su padre se sintieron siempre tan orgullosos como de la apuesta educativa de Santillana.
La familia de Isabel Polanco ha convocado un homenaje a la editora que se empe?¨® en ampliar los puentes que unen la edici¨®n literaria hispanoamericana. Ser¨¢ el 19 de abril a las siete de la tarde en la sala Zambrano del C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid. Entre otros, intervendr¨¢ el primer premio Alfaguara, y ahora tambi¨¦n premio Cervantes, Sergio Ram¨ªrez, que hace diez a?os dijo: ¡°Me queda la admiraci¨®n por la devoci¨®n con la que asumi¨® siempre su trabajo; fui testigo de la actitud con la que afront¨® su enfermedad. Con ella demostraba que siempre puso por delante su devoci¨®n por la vida¡±.
El abrazo de Saramago
Cuando muri¨® Isabel Polanco el Nobel portugu¨¦s Jos¨¦ Saramago, autor de Alfaguara, cont¨® una an¨¦cdota inolvidable para ambos. ?l caminaba solo por Fr¨¢ncfort y acababa de recibir la noticia de que era Nobel, en 1998. No hab¨ªa nadie a quien cont¨¢rselo, hasta que el azar quiso que se tropezara con ella, tambi¨¦n presente en la famosa Feria del Libro alemana. ¡°Nos abrazamos con fuerza y, cuando nos separamos, vi que sus ojos brillaban de l¨¢grimas que parec¨ªan no querer caer, pero que por fin cayeron y fueron a mojar su sonrisa de felicidad¡±.
Otro Nobel de su lista de autores hispanoamericanos, Mario Vargas Llosa, destac¨® entonces la pasi¨®n de Isabel por difundir la lectura; uno de los premiados de Alfaguara, Manuel Vicent, dijo de ella que ¡°ten¨ªa el poder emprendedor de su padre¡±; Manuel Rivas vio en ella a una mujer capaz de ¡°capear el temporal con libertad e imaginaci¨®n¡±. Y su amiga N¨¦lida Pi?¨®n expres¨® su despedida con una exclamaci¨®n que representa lo que cada uno de los que la conocimos podemos decir a¨²n, diez a?os despu¨¦s de su muerte: ¡°?Qu¨¦ desolaci¨®n!¡±.
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