?lex Grijelmo ingresa en la Academia Colombiana de la Lengua
El periodista reflexiona sobre la palabra, "el mayor invento del ser humano", y su relaci¨®n con el poder
Todos hablan o tienen alg¨²n tipo de relaci¨®n con el lenguaje. Muchos, casi todos, escriben algo a lo largo del d¨ªa. Unos pocos reflexionan sobre las ra¨ªces de lo que expresan. Muy pocos consagran su vida a las palabras. ?lex Grijelmo (Burgos, 1956) les ha dedicado su oficio de periodista, editor, profesor y ensayista. Lo hace, al menos, desde los 16 a?os, cuando empez¨® a publicar en La Voz de Castilla. Columnista de EL PA?S y expresidente de la agencia Efe, el pasado viernes ingres¨® en la Academia Colombiana de la Lengua como miembro correspondiente de la instituci¨®n, que est¨¢ a punto de cumplir 150 a?os.
El autor de Defensa apasionada del idioma espa?ol, que esta semana conversar¨¢ con el periodista y acad¨¦mico Daniel Samper Pizano en la Feria Internacional del Libro de Bogot¨¢, se?al¨® en su discurso de posesi¨®n algunos de los pasos que debe perseguir el uso de las palabras. Habl¨® de su poder, de su importancia para la convivencia y su desgaste. De su multiplicaci¨®n y de los h¨¢bitos alentados por las nuevas tecnolog¨ªas. Habl¨® del insulto. En definitiva, de c¨®mo ¡°el mayor invento del ser humano¡±, patrimonio de todos, ha de recuperar el rigor, la sencillez y al mismo tiempo la complejidad.
La comunicaci¨®n siempre ha afrontado amenazas, pero la lengua no es, por s¨ª sola, responsable de sus trampas. Ni siquiera en medio de una conversaci¨®n pr¨¢cticamente incesante como la que se vive a diario. Grijelmo alert¨® contra los enga?os de las palabras, para las que ¡°hace falta la acci¨®n humana, la manipulaci¨®n de su contenido para presentarlas con el prestigio de su significante y la mentira de su significado¡±. ¡°Y tambi¨¦n nuestra ingenuidad¡±, agreg¨®.
Por esta raz¨®n, opin¨®, ¡°hay que quitarles el poder a ciertas palabras y mantener el de otras¡±. Para disfrutar de ese poder hay que luchar por ellas. Por ejemplo, es oportuno que ¡°los eufemismos de significado desaparezcan del lenguaje p¨²blico¡±. Que el t¨¦rmino ¡°austeridad¡± no tape lo que, en realidad, quiere decir ¡°penuria¡± o ¡°miseria¡±.
Para el periodista, que resalt¨® ¡°el cuidado idioma que se habla hoy en Colombia y la riqueza l¨¦xica de sus habitantes¡±, hay que aprender, adem¨¢s, a levantar escudos contra el insulto. Hay que tener cuidado con el idioma ingl¨¦s, no solo por su contaminaci¨®n, sino por ¡°esa percepci¨®n de superioridad¡± que se suele atribuir a algunos de sus vocablos, de marketing a business. Y ¡°hay que desenmascarar los enga?os de la publicidad y del lenguaje pol¨ªtico¡±.
Los peligros residen en la supuesta autoridad de voces vaciadas de significado y empleadas de forma espuria. ¡°Hay que identificar los trucos de prestidigitaci¨®n que se ejecutan ante nuestras narices sin que sepamos olerlos¡±, consider¨® Grijelmo. Por eso hay que proteger el lenguaje y es crucial salvaguardar su equilibrio. ¡°Hay que quitarles el poder a algunas palabras¡±, concluy¨®. ¡°O lo que es lo mismo: hay que quitarle algunas palabras al poder¡±.
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