Antonia dell'Atte y Fortu tienen su ¡®First Dates¡¯

Lo que pas¨® anoche en la casa de Fortu tuvo un aire de First Dates cruzado con Supervivientes. La fascinaci¨®n del cantante de Ob¨²s con Antonia dell'Atte ¡ªesa elegancia adornada con cortes de manga¡ª y los tejos sueltos que el presentador ?scar Mart¨ªnez? ("soy un chico Ana Rosa") lanz¨® con timidez a Alba Carrillo ¡ª"soy superviviente de la vida", se defini¨® esta¡ª casi requirieron la presencia de Carlos Sobera en esta apertura de la versi¨®n para celebridades de Ven a cenar conmigo, un programa rescatado para el prime time por Cuatro que, a la vista de la bomba gastron¨®mica que perpetr¨® Fortu, dif¨ªcilmente va a merecerse el apellido de Gourmet edition. Se lo pasaron bien, comieron fatal y se cayeron fenomenal. Por ahora.

Da gusto pensar en el rato que pasaron quienes escogieron los personajes para el programa. En esas risas que se echaron cuando decidieron juntar a estos cuatro comensales en la primera cena en Rivas Vaciamadrid, en la casa de Fortu, que se cree un cocinillas. ?Y c¨®mo disfrutar¨ªan cuando vieron al rockero embobado al ver entrar en su casa a Dell'Atte! La postproducci¨®n mostr¨® que los responsables del programa estaban satisfechos. No era para menos.

Antonia dell'Atte tom¨® el mando de las operaciones ante sus fascinados comensales. La modelo, famosa aqu¨ª por ser "una ex de", es consciente de qu¨¦ provoca en los dem¨¢s ("como mujer doy miedo", dijo sin lograr que Fortu cerrara la boca) y se confiesa sin recato ante las c¨¢maras y en cualquier momento: "El mismo d¨ªa que yo me cas¨¦ con Alessandro Lequio, ¨¦l me pidi¨® el divorcio. Al llegar a casa me dijo: 'Antonia, si no haces lo que yo digo, me divorcio'. Yo le contest¨¦ 'vete a la mierda". Qu¨¦ m¨¢s da que la casa de Fortu necesite un repaso o la cena sentara como un ob¨²s en los est¨®magos. Solo faltaba que se besaran...

Pero claro, ah¨ª est¨¢ Alba Carrillo, una apuesta de Mediaset. La modelo dej¨® para el recuerdo una de esas frases que luego la persiguen (la de "me encanta leer" no, otra; ni que el libro que tiene entre manos es Divorciadas con historia ): "Con Feliciano [L¨®pez, su exmarido tenista] he cenado mucho, pero no me gustar¨ªa encontr¨¢rmelo [en el programa] porque me aburro".

Alba Carrillo desatendi¨® las insinuaciones de ?scar Mart¨ªnez (este jueves por la noche toca su casa, que tiene aires de hotel) porque, ella tambi¨¦n, estaba fascinada con la italiana, que super¨® la aversi¨®n inicial que le dio la vivienda de Fortu? ("me quiero ir, me quiero esconder"). El presentador ya ha hecho una confesi¨®n p¨²blica: "Me he besado en la boca con dos de los tres concursantes". Veremos.

Si los productores buscaban "oro televisivo", en este primer programa han encontrado una pepita de un tama?o descomunal, donde es dif¨ªcil distinguir la ganga de la mena. La apuesta es intentar superar el 8,7% de audiencia de la anterior edici¨®n, en la que la descuidada cocina de Ana Obreg¨®n y la mansi¨®n horror vacui de Rappel siguen dando que hablar.

Porque si ganga fueron el piso "con instinto animal" de Fortu y el alargamiento excesivo de algunas situaciones, el oro de las audiencias brill¨® con el beso de Fortu y Dell'Atte, que hac¨ªa totalmente prescindible mostrar la casa "con aroma a queso" (eso dijeron ellas) de Fortu, la cena mal cocinada y peor emplatada (de un plato llamado Color, sombras y sabor poco se puede esperar)... Fortu mol¨® como anfitri¨®n ("una cena muy divertida, sin pies ni cabeza... una gran creaci¨®n de este Fructuoso": la de Ostuni no se aprend¨ªa el apodo del cantante, que s¨ª se llama Fructuoso) y su fiesta rockera fue inolvidable (Ob¨²s tocando en su sal¨®n), incluso vi¨¦ndola entre cabezadas.

Tres cenas quedan para ver c¨®mo evolucionan (o se precipitan) los idilios. Pero lo de anoche pudo ser el inicio de una bonita amistad que dejar¨¢ para la historia de la televisi¨®n frases como esta de Dell'Atte ante su nuevo Romeo de Rivas: "Si te miro m¨¢s me quedo embarazada".