Leo Sidran rejuvenece el legado sedoso de Michael Franks

Leo Sidran no descubri¨® a Michael Franks a trav¨¦s de The Art of Tea, Tiger in the Rain, Passion Fruit o dem¨¢s de sus grandes cl¨¢sicos de pop jazz¨ªstico, a caballo entre los a?os setenta y ochenta. Su primer contacto tuvo que esperar hasta Dragonfly Summer (1993), un ¨¢lbum menor y un tanto olvidado pero en cuya producci¨®n particip¨® el padre de Leo, el ilustr¨ªsimo Ben Sidran. Por eso, el acercamiento del joven neoyorquino al venerable Franks es muy respetuoso, pero al tiempo refrescante, inesperado, cari?oso, sentimental. As¨ª ha quedado expuesto en el ¨¢lbum Cool School (The Music of Michael Franks), que acaba de ver la luz en todo el mundo y que este fin de semana, de viernes a domingo, vivi¨® tres noches de estreno internacional en el madrile?o Caf¨¦ Central, tan repleto y expectante como merec¨ªa la ocasi¨®n.

Sidran se ha convertido as¨ª en el hagi¨®grafo que nadie esperaba para el sedoso padre de la elegancia h¨ªbrida. Nadie ha sabido explicar con precisi¨®n si el californiano Franks es m¨¢s jazzista, brasileiro o cantautor, pero sus grabaciones junto a productores como Tommy LiPuma (fallecido el a?o pasado) o Eumir Deodato, respaldado siempre por instrumentistas de alt¨ªsima cualificaci¨®n (Larry Carlton, Steve Gadd, David Sanborn, Michael Brecker, Steve Khan), marcaron una ¨¦poca en esa canci¨®n elegante, refinada y l¨¢nguida que, a falta de una etiqueta m¨¢s espec¨ªfica, empez¨® a conocerse como fusi¨®n o crossover. Un perfil id¨®neo para el propio Sidran, que tampoco ha sido amigo de etiquetas ni estrecheces estil¨ªsticas: desde su m¨¢s tierna adolescencia ejerce de cantante, compositor, productor, guitarrista y autor de m¨²sica para anuncios, adem¨¢s de tocar la bater¨ªa en el conjunto de su padre y de presentar y dirigir un estupendo podcast sobre viajes musicales, The Third Story.

"Me entusiasm¨¦ con la idea de un disco de homenaje a Michael Franks cuando me encontr¨¦ su canci¨®n The Cool School", revela Leo. No era un descubrimiento en absoluto evidente, porque la pieza pertenece a un disco de 2006, Rendevouz in Rio, que acaso sea el menos divulgado de su firmante. Pero Sidran escuch¨® aquellas primeras l¨ªneas, "Yo soy un dinosaurio, puedes asegurarlo / crec¨ª escuchando a Mose [Allison] y Chet [Baker]", y se sinti¨® inmediatamente identificado. "Cool es un t¨¦rmino dif¨ªcil de traducir al castellano. Puede ser 'fresco' o 'guay', pero esta 'Escuela cool' era la expresi¨®n misma de la 'elegancia'. Comprend¨ª que Michael se refer¨ªa a esa generaci¨®n que hab¨ªa crecido al calor de Miles Davis, Frank Sinatra, Chet Baker... o ?Ben Sidran! Y pens¨¦ que todo encajaba".

Sucede, eso s¨ª, que Leo Sidran tiene 41 a?os y Michael Franks, 73. Las recreaciones de cl¨¢sicos como The Lady Wants to Know, Monkey See Monkey Do o Antonio's Song suenan fieles a las originales, pero m¨¢s crudas, espont¨¢neas, directas, guitarreras. Carentes de los arreglos suntuosos que las convirtieron en ¨¦xito y emblema cuatro d¨¦cadas atr¨¢s, pero rejuvenecidas. Y m¨¢s a¨²n encima del escenario, donde Sidran se rodea de los tres j¨®venes y espl¨¦ndidos instrumentistas franceses de su Groovy French Band.

El sue?o confeso ahora es, claro, defender el cancionero reflotado junto a su autor original. "Llam¨¦ a Michael para explicarle el proyecto, se mostr¨® encantado y se avino a grabar el tema The Cool School a d¨²o, pero me encantar¨ªa poder actuar con ¨¦l, salir de gira. Con las condiciones que ¨¦l marcase, por supuesto. Podr¨ªa ser su telonero. Aceptar¨ªa que no me dejara cantar sus piezas m¨¢s distintivas, como Popsicle Toes. Lo que ¨¦l dijese a m¨ª me parecer¨¢ bien".

Pero lo m¨¢s curioso del caso es que este tributo ha coincidido con el quiz¨¢s ¨²ltimo intento del veterano compositor por demostrarle al mundo la vigencia de su escritura. El de La Jolla no estrena repertorio desde el ampliamente ignorado Time Together, en 2011, pero lleva tiempo encerrado en el estudio para dar forma a una nueva colecci¨®n, The Music In My Head. "Creo que mi disco le ha servido como est¨ªmulo y que esas canciones de estreno le van a colocar de nuevo en el punto de mira", pronostica Sidran. "La producci¨®n vuelve a ser tan lujosa y detallista como en sus a?os de gloria".

Leo regresa a Brooklyn, pero volver¨¢ al Central durante una semana completa en noviembre, acompa?ando a pap¨¢ Ben. Mientras tanto, perfeccionar¨¢ sus versiones de Franks: los nervios le aconsejan por ahora consultar las letras en directo, no vaya a ser que la memoria le juegue alguna mala pasada. No es el caso de Easy, el ¨²nico tema original de Cool School, que interpreta a d¨²o con su gran amigo Jorge Drexler. "A Jorge le conoc¨ª en un rinc¨®n de la barra del Caf¨¦ Central en 1998 y congeniamos enseguida. Produje dos discos de su entonces pareja, Ana Laan, y tambi¨¦n Al otro lado del r¨ªo, la canci¨®n con la que obtuvo un Oscar. Est¨¢ claro que entre estas paredes suceden circunstancias m¨¢gicas". Y Sidran se queda firmando ejemplares en vinilo de Cool School a un amplio grupo de aficionados californianos que no han querido perderse el estreno.

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