El disco fantasma de Paul McCartney vuelve a la vida
En 1971, tras la ruptura de los Beatles, el m¨²sico brit¨¢nico grab¨® un ¨¢lbum orquestal, que ahora se reedita, donde se hizo pasar por un tal Percy 'Thrills' Thrillington
¡°La historia de Percy Thrills Thrillington y su ¨¢lbum de debut, Thrillington, es un puzle del que nadie tiene todas la piezas¡±. Lo aseguraba la juguetona nota de prensa que acompa?¨® el lanzamiento del disco en 1977, un hecho tan desapercibido como las l¨¢grimas en la lluvia del replicante, aunque su objeto no fuera ni artificial ni mera imitaci¨®n. Al rev¨¦s: es una de las obras m¨¢s notables de la carrera en solitario de Paul McCartney, por fin reeditada en vinilo. Fogonazo de arte aut¨®nomo, pese a nacer como versi¨®n instrumental de otro de sus trabajos, Ram (1971), y ¨¢lbum fantasma durante las m¨¢s de dos d¨¦cadas que McCartney tard¨® en reconocer su firma. El tal Thrillington nunca existi¨®.
Retrocedamos hasta 1971, con las turbulencias por la disoluci¨®n de los Beatles a¨²n bullendo y Ram a pocas semanas de salir al mercado como la segunda entrega post-ruptura de McCartney y ¨²nica a d¨²o con su mujer, Linda (no tardar¨ªan en fundar Wings). El soft rock de Ram s¨®lo ha recibido loas superlativas en a?os recientes. Tibieza en cambio entonces, precedida por una idea de Paul: esa versi¨®n orquestal para la que se apoya en un arreglista de confianza, Richard Hewson. La fe se la hab¨ªa otorgado dos a?os atr¨¢s para Those Were the Days, primer sencillo de Mary Hopkin en Apple Records, el sello creado por los Beatles. Hewson carec¨ªa de toda experiencia.
La manzana y su caos. Paul deseaba cuerdas en dicho tema. El A&R, Peter Asher (mitad de Peter and Gordon y hermano de la actriz Jane Asher, novia de McCartney) no conoc¨ªa ning¨²n arreglista y se le ocurre Hewson, compa?ero en un tr¨ªo diletante de jazz, por sus estudios de cl¨¢sica. La improvisaci¨®n funciona: repite en la ¨®pera prima de James Taylor y, sobre todo, en el Let It Be de los Beatles (orquesta en tropel, tomas obsesivas y guardaespaldas del productor Phil Spector incluidos). Y despu¨¦s Hewson acepta el reto de Paul para Thrillington, cuyos arreglos escribe en un mes.
15, 16 y 17 de junio: tres d¨ªas de sesiones en los estudios Abbey Road para plasmar el ¨¢lbum. McCartney produce y lleva el tim¨®n, pero no toca ning¨²n instrumento y, por supuesto, no canta. Entre los m¨²sicos, gente prestigiosa como el bajista Herbie Flowers o el bater¨ªa de The Tornados, Clem Cattini. Como ingenieros, Tony Clark y su ayudante, Alan Parsons, que tambi¨¦n se encargar¨ªan de la mezcla. Conduce la orquesta Richard Hewson. ?An¨¦cdotas? De la cogorza de uno de los instrumentistas que arrasa con su coche nueve de los aparcados junto al estudio a las afinad¨ªsimas goteras del ba?o registradas al final del disco.
Las canciones de McCartney para Ram cobran nueva vida en Thrillington. Tras un collage de apertura, Too Many People se llena de efectos electr¨®nicos acuosos mientras el saxo suple lo que era guitarra el¨¦ctrica de Paul en el original. Ni rastro, obviamente, de los dardos contra John Lennon y Yoko Ono (¡°demasiada gente predicando¡±). Las ¨²nicas voces, sin letra y al igual que en otros cuatro cortes, las aportan miembros de dos agrupaciones: Swingle Singers y Mike Sammes Singers (se pueden rastrear sus coros en temas de los Beatles, Mike dirige aqu¨ª a todos). Dos arreglos jazz¨ªsticos irrumpen: el sensual de Three Legs y de Dear Boy (una alusi¨®n en su g¨¦nesis al exmarido de Linda). Entre medias, vientos a tutipl¨¦n y un coro de ni?os para Ram On. La admiraci¨®n de Hewson por Nelson Riddle, el arreglista de Frank Sinatra, ilumina los momentos pian¨ªsticos de dos de las cumbres, Uncle Albert / Admiral Halsey (primer disco de oro para el Paul solista en la versi¨®n de Ram, un medley a lo Abbey Road beatleliano) y The Back Seat of My Car.
Hubo un single en Thrillington: Eat at Home, con sus ecos de Buddy Holly reconvertidos al reggae. El rock de Monkberry Moon Delight muta en jazz de los a?os veinte y el arreglo pop de Heart of the Country (Paul la retom¨® en 2013 junto a Elvis Costello para promocionar recetas vegetarianas de Linda) no esconde los tintes jazz¨ªsticos (contrabajo y escobillas). Mientras que la cuica brasile?a de Smile Away a?ade exotismo al halo del ¨¢lbum, cruce de jazz, easy listening y pop orquestal.
?Por qu¨¦ acab¨® la grabaci¨®n en un estante? Paul prioriz¨® fletar la nave de Wings. Seis a?os despu¨¦s, con el grupo en plena carrera y la explosi¨®n punk, el ¨¢lbum del carnero con frac y viol¨ªn (Hipgnosis cofirma la portada) sale directo al traste. Los anuncios en el Times y el Evening Standard sobre las andanzas sociales del sofisticado Percy Thrillington, pura filfa publicitaria, no mitigan el no asumir la autor¨ªa: apenas alguna rese?a en formato breve para el artista desconocido. Y pese a los rumores siempre existentes, Paul no confiesa hasta 1989, en una entrevista donde a?ade que la pluma del tal Clint Harrigan que firmaba las notas del ¨¢lbum era, en realidad, la suya.
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