Muere William Vance, maestro del tebeo de aventuras
El dibujante belga, que viv¨ªa en Santander desde 2000, fue el creador de la serie ¡®XIII¡¯
El p¨¢rkinson lo apart¨® de los l¨¢pices hace ocho a?os y, finalmente, pudo con su vida. El dibujante William Vance fallec¨ªa el pasado lunes a la edad de 82 a?os, desapareciendo con ¨¦l toda una forma de entender el tebeo de aventuras. Naci¨® en Anderlecht en 1935 con el nombre de William van Cutsem. Sus primeros trabajos, tras estudiar Bellas Artes, lo dirigieron a la publicidad, pero a partir de los a?os sesenta comenz¨® a trabajar de asistente en el taller del dibujante Dino Attanasio, quien le dar¨ªa la oportunidad de colaborar en la adaptaci¨®n al c¨®mic de las novelas de Bob Morane, creadas por Henri Vernes, que se estaban publicando en la revista femenina Femmes d¡¯Aujourd¡¯hui.
Sin embargo, los problemas de su mentor con el novelista le llevaron a buscar suerte en el semanario Tintin, donde aprovech¨® que Herg¨¦ dejaba de dibujar peri¨®dicamente para trabajar en colaboraci¨®n con el guionista Yves Duval, que le dar¨ªa su primera serie de aventuras, Howard Flynn. Se mantuvo fiel a la revista durante dos d¨¦cadas, realizando todo tipo de series de g¨¦nero, desde el w¨¦stern Ringo, tambi¨¦n con Duval, al detectivesco Bruno Brazil, de la mano de Greg.
Su estilo realista, de l¨ªnea definida pero duro uso del negro, le granjear¨ªa el favor de los lectores, hasta el punto que pronto volver¨ªa a la revista femenina para hacerse cargo desde 1967 de la saga de ciencia ficci¨®n donde debut¨®, Bob Morane. El s¨®lido ¨¦xito de esta serie la llev¨® por diferentes revistas, desde Tintin hasta Pilote, y tambi¨¦n por las editoriales m¨¢s potentes, de Dargaud a Lombard.
Durante la d¨¦cada siguiente, Vance se destap¨® como un dibujante tremendamente prol¨ªfico y, junto a su serie m¨¢s conocida en ese momento, realiz¨® otras no menos recordadas: las aventuras del cruzado Roderic, con gui¨®n de Lucien Meys; la saga hist¨®rica de Ramiro, con guion de Jacques Stoquart, centrada en la Espa?a medieval (demostrando su inter¨¦s por nuestro pa¨ªs, que ser¨ªa su hogar durante casi una d¨¦cada), y, sobre todo, la epopeya naval Bruce J. Hawker, que le permiti¨® dedicarse a uno de los temas que m¨¢s gustaba de dibujar e incluso a hacer una de las pocas incursiones en el guion que se permiti¨®.
Todas estas series le dieron prestigio y reconocimiento, pero ser¨ªa la serie XIII, realizada junto al guionista Van Hamme, la que le dar¨ªa una fama descomunal. Inspirada en la saga de Bourne de Robert Ludlum, la versi¨®n en c¨®mic de este desmemoriado esp¨ªa supuso un ¨¦xito sin precedentes. El buen pulso de los guiones de Van Hamme fue interpretado a la perfecci¨®n por Vance, que supo aprovechar la frialdad de su dibujo, por la que muchas veces fue criticado, para desarrollar una atm¨®sfera perfecta para las tramas de espionaje de la serie.
Aunque los primeros ¨¢lbumes no tuvieron mucha repercusi¨®n en su debut, en 1984, cada nueva entrega iba atrayendo m¨¢s y m¨¢s lectores, y en pocos a?os la serie ya superaba los 100.000 ejemplares de venta, convirtiendo cada entrega en un nuevo r¨¦cord y consiguiendo ser llevada a la televisi¨®n y el cine. Pero Vance siempre fue una persona discreta y poco amante de la fama, por lo que el ¨¦xito de su creaci¨®n le llev¨® a buscar la tranquilidad en Santander, donde se instal¨® en el a?o 2000 y desde donde sigui¨® trabajando hasta que la enfermedad definitivamente se lo impidi¨®. Con Vance desaparece una forma de entender el tebeo de g¨¦nero, una concepci¨®n de la aventura que, sin perder respeto a los c¨¢nones cl¨¢sicos, supo evolucionar con los tiempos.
Babelia
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