El arquetipo bajo el yugo

Entre el teatro de Moli¨¨re y algunas comedias francesas de ¨²ltima generaci¨®n, el arte de explotar las potencialidades de un arquetipo, de aislar un rasgo caracterol¨®gico para sumar una nueva pieza a la comedia humana que permita entender algo sobre nuestra naturaleza rid¨ªcula, se ha devaluado considerablemente, salvando las honrosas excepciones que encarnan modelos tan distintos como las comedias de Antonin Peretjako, S¨¦bastien Betbeder o del t¨¢ndem Agn¨¦s Jaoui y Jean-Pierre Bacri. En Algo celosa, David y St¨¦phane Foenkinos han llegado a la conclusi¨®n de que la mejor manera de abordar una crisis femenina de mediana edad consiste en colocarle a una actriz tan vers¨¢til como Karin Viard un yugo expresivo ¨Cel de la borde sistem¨¢tica, rebotada inmisericorde a tiempo completo- y ponerla a andar.

Pese a la falsa pista del t¨ªtulo, no es esta una comedia sobre los celos patol¨®gicos, sino un retrato inconfundiblemente masculino de la cincuentona media percibida como vector avinagrado sin matices. Los hermanos Foenkinos creen en la fuerza transformadora de los manuales de guion como si fueran los nuevos grimorios para una alquimia de lo emocional: hace falta una fe realmente ciega para creer que la colocaci¨®n estrat¨¦gica de un giro dram¨¢tico y la mec¨¢nica resoluci¨®n de todos los conflictos abiertos en la ¨²ltima media hora de metraje bastan para obtener una verdad. Y no bastan. Este cr¨ªtico no dej¨® de acordarse de 50 primaveras (2017), de Blandine Lenoir, una pel¨ªcula que, usando materiales cercanos, se parec¨ªa a esta como el d¨ªa a la noche.