¡®Back to Bolivia: A Lifetime later¡¯, un reencuentro musical con Bach a orillas del lago Titicaca
El documental de Claudia Quilali registra el retorno, 44 a?os despu¨¦s, de un contrabajista en busca de los recuerdos de sus conciertos en Bolivia
Richard Hartshorne, mejor conocido como Dobbs, es un solista de contrabajo que lleg¨® a La Paz, Bolivia, en 1969, como voluntario con el Cuerpo de Paz. Junto a otros dos m¨²sicos y su entonces esposa, como integrante de un ensamble de danza cl¨¢sica, interpretaron la m¨²sica del compositor alem¨¢n Johann Sebastian Bach y algunos fragmentos de la obra El lago de los cisnes para seis comunidades alrededor del lago Titicaca. En abril de 2013, 44 a?os despu¨¦s, el m¨²sico regres¨® a estos mismos sitios en busca de personas que a¨²n recordaran estas presentaciones. A ra¨ªz de esta inquietud, nace Back to Bolivia: A lifetime Later , un mediometraje dirigido por Claudia Quilali, que registra esta historia sobre el poder de la m¨²sica y las im¨¢genes.
Quilali, que es fot¨®grafa de profesi¨®n, hace su debut en el cine con este documental. El mediometraje se empez¨® a gestar hace seis a?os, durante una de las visitas de Dobbs a Bolivia para realizar conciertos. Ella captur¨® las im¨¢genes de esos momentos y prometi¨® envi¨¢rselas a Hartshorne. Dos meses despu¨¦s, el contrabajista volvi¨® a comunicarse con la realizadora para contarle acerca de su visita al a?o siguiente a este pa¨ªs, con el objetivo de recuperar los recuerdos de sus conciertos de 1969. Finalmente, realizaron el viaje para rodar la experiencia en 2013: ¡°La idea al principio era que yo le haga el registro de fotos, nada m¨¢s. Le propuse: ¡®Convirtamos esto a un documental. No sabemos lo que va a pasar, ojal¨¢ encontremos a la gente que est¨¢s buscando y veremos c¨®mo sale¡¯. As¨ª empezamos con este proyecto del documental¡±, cuenta la directora.
Hartshorne, seg¨²n da a conocer Quilali, no es el t¨ªpico m¨²sico que va a tocar a los grandes teatros. Su filosof¨ªa es la de llevar la m¨²sica cl¨¢sica a donde no llega. Acompa?ado de su contrabajo, ha visitado pueblos, c¨¢rceles, centros de refugio e incluso zonas de conflicto. ¡°?Por qu¨¦ tocar a Bach? Es porque su m¨²sica produce una profunda reacci¨®n en los humanos. Va a alg¨²n lugar profundo dentro. Puedes verlo en las caras de las audiencias. Lo he visto en todo el mundo¡±, explica Hartshorne en un fragmento del filme.
Las principales dificultades de la producci¨®n fueron de log¨ªstica. Quilali ten¨ªa el conocimiento, por su trabajo en fotograf¨ªa, para empezar con su ¨®pera prima, pero no contaba con todo el equipo audiovisual. El financiamiento tampoco era el ¨®ptimo. El presupuesto sali¨® principalmente de la fundaci¨®n de Dobbs, Bach With Verse. Estaban ¡°ajustados¡± y fueron subsanando algunas carencias. Fue as¨ª que lograron emprender esta aventura musical y f¨ªlmica.
Dispositivos para la memoria
Quilali y Dobbs recorrieron seis pueblos alrededor del lago Titicaca y, para su sorpresa, lograron dar con cuatro personas que recordaban esos conciertos realizados de entrada a los a?os setenta. Las im¨¢genes de ese entonces y, en algunos casos, la m¨²sica, sirvieron como dispositivos para reactivar la memoria. La realizadora recuerda particularmente una escena, en la que don Andr¨¦s, un anciano de 90 a?os que ya no escucha muy bien, se acerca a ver una foto en la que aparece durante uno de los conciertos y recuerda todo. Incluso como una de las zapatillas de danza, de la entonces esposa de Dobbs, sali¨® volando durante la interpretaci¨®n. Esos momentos fueron de ¡°emoci¨®n ¨²nica¡± para la realizadora. No solo por la sensibilidad del momento, sino tambi¨¦n por lo complicado a la hora de capturarlos.
¡°Fue algo complicado porque la verdad nos lanzamos a este proyecto en el que no sab¨ªamos si ¨ªbamos a poder encontrar a alguien all¨¢, pero s¨ª sali¨®. Eso pasa con el g¨¦nero documental, siempre tiende a tener una sorpresa, no todo est¨¢ previsto. No es como en una ficci¨®n en la que armas un guion. Obviamente para hacer el documental tambi¨¦n te haces un guion, pero uno siempre se encuentra con sorpresas¡±, afirma Quilali.
Despu¨¦s de terminar el rodaje en 2013, la pel¨ªcula se qued¨® en pausa ya que no estaban seguros si el montaje y la postproducci¨®n se iban a realizar en Bolivia o Estados Unidos. Finalmente, un a?o despu¨¦s, Quilali y un colaborador se pusieron manos a la obra para terminar el filme. En ese proceso hicieron una recopilaci¨®n del material fotogr¨¢fico de la primera visita de Hartshorne en 1969 y la traducci¨®n de los di¨¢logos en aimara al ingl¨¦s.
El mediometraje tuvo una primera proyecci¨®n en Nuevo Hampshire, EE UU, para recaudar fondos hace tres semanas. Tendr¨¢ otra proyecci¨®n en Paraguay, ya que Hartshorne quiere mostrar el filme a estudiantes de m¨²sica, y esperan que puedan lograr la distribuci¨®n para televisi¨®n. Sin embargo, seg¨²n Quilali, el ¡°anhelo m¨¢s grande¡± de Dobbs es volver a Bolivia, de nuevo, y mostrarlo a las personas que lo recibieron y que a¨²n preservan ese momento en el que Bach se hizo o¨ªr a orillas del lago Titicaca.
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