Viaje al fin de la noche

Cualquiera que haya le¨ªdo con cierta asiduidad a Manuel Jabois, excelente cronista de este peri¨®dico, escritor y autor de la novela hom¨®nima en la que se basa A estaci¨®n violenta (La estaci¨®n violenta), primer largometraje de la gallega Anxos Fanz¨¢s, reconocer¨¢ en un pasaje de la pel¨ªcula la que podr¨ªa ser una de las esencias de su personalidad period¨ªstica y cultural. En un bar, dos treinta?eros beben un whisky a la luz del desayuno, mientras las campanas de la iglesia de una peque?a ciudad de provincias marcan el tiempo de lo espont¨¢neo, lo tedioso y lo irremediable.

Es ah¨ª donde se unen modernidad y tradici¨®n, universalidad y familiaridad, Scott Fitzgerald y Eduardo Blanco Amor, Ernest Hemingway y ?lvaro Cunqueiro, Jack Kerouac, que a¨²n no se ha movido de casa ni emprendido el camino, y Julio Camba. Y a pesar de ello, incluso de los evidentes tintes autobiogr¨¢ficos ¡ªel protagonista es periodista, y hasta el actor elegido, Alberto Rol¨¢n, se parece a Jabois¡ª, ser¨ªa err¨®neo encerrar la pel¨ªcula en la personalidad del escritor, porque lo narrado tiene car¨¢cter generacional.

El desorden vital, con la casa repleta de libros amontonados entre restos de cerveza como exponente exterior, est¨¢ planteado por Faz¨¢ns con el despliegue de un gran combate colectivo entre el arraigo y el desarraigo, el experimentado por los que aspiran a marcharse qued¨¢ndose en el sitio. Sensaci¨®n ¨²nica, conflicto habitual, que tambi¨¦n (y tan bien) retrat¨® ?ngel Santos, uno de los guionistas encargados de adaptar la novela de Jabois, en Las altas presiones (2014), pel¨ªcula hermana de la presente, con infinitos paralelismos de fondo y forma.

Relato sobre el reencuentro de un grupo de amigos comandado por un alma de mujer bella y torturada, con toda probabilidad contaminante, A estaci¨®n violenta es felizmente escueta, de poco m¨¢s de una hora, y plenamente f¨ªsica, y no solo por la naturalidad de sus desnudos masculinos y femeninos. Una obra que se huele, que quiere hacer sentir m¨¢s que mostrar, y que transcurre entre dos ba?os de la pandilla en una playa.

Entre ambos han pasado ocho a?os, pero, sobre todo, ha transcurrido un viaje al fin de la noche.