Cuatro hermanos solos en una cuneta

Un ilusionante viaje a la playa que acaba en una cuneta, con cuatro hermanos abandonados en un coche frente a un incierto futuro. El tiempo se detiene y aparecen los juegos infantiles, los cambios de personajes, las ilusiones perdidas. La familia No indaga en el mundo de la infancia y la relaci¨®n fraternal en un montaje escrito y dirigido por Gon Ramos, uno de los dramaturgos de mirada m¨¢s novedosa del panorama teatral en Espa?a.

Tras los ¨¦xitos de cr¨ªtica y p¨²blico de sus dos anteriores funciones, Yogur piano, recientemente programada en el Centro Dram¨¢tico Nacional, y Un cuerpo en alg¨²n lugar, que se represent¨® en el Teatro Pav¨®n Kamikaze, de Madrid, Gon Ramos (Madrid, 1989) busca la intimidad del espacio para situar al espectador de manera frontal y muy directa en el centro de sus reflexiones sobre el hecho de madurar y enfrentarse a los ideales que uno deja atr¨¢s.

La familia No es un texto fruto de meses y meses de investigaci¨®n con los propios actores de la funci¨®n ¡ªJacinto Bobo, Fabia Castro, Emilio G¨®mez y Eva Llorach¡ª escrito a capas, pieza a pieza, de manera lenta y probando muchas cosas. ¡°Es una obra afianzada en las relaciones fraternales m¨¢s que en una f¨¢bula sobre la infancia¡±, explicaba ayer el autor y director durante la presentaci¨®n de la funci¨®n, que tras su paso por el Festival Surge de Madrid se estrena hoy en el Teatro Fern¨¢n G¨®mez, donde se representar¨¢ hasta el pr¨®ximo 8 de julio.

La obra, una producci¨®n de la compa?¨ªa Kendosan, narra la situaci¨®n de cuatro hermanos, menores de 10 a?os, que se quedan solos en un autom¨®vil, cuando sus padres les anuncian que se van a acercar a una gasolinera a comprar provisiones. Los padres no vuelven y los hijos buscan en los juegos, unos m¨¢s crueles que otros, y se detienen en la vida ideal de cada uno de ellos y c¨®mo esa situaci¨®n de abandono va cambiando sus papeles y sus personalidades.

Nuevas relaciones

¡°He querido poner el foco en lo que significa ser hermano desde que somos ni?os y c¨®mo esas relaciones se van construyendo en el tiempo e investigando en todas las posibilidades fraternales¡±, asegura Ramos, hijo ¨²nico con dos hermanastros con los que mantiene una relaci¨®n muy particular, entre la cercan¨ªa y la distancia.

No existe en la obra un planteamiento al uso de personajes teatrales. Son actores adultos que hacen de ni?os y ni?os que se preguntan y cuestionan sobre el viaje de la infancia a la madurez. La obra, con una estructura m¨¢s asociativa que narrativa, es un largo interrogatorio tambi¨¦n acerca de un futuro inseguro y desconocido. ?Llegar¨¢n finalmente a la playa? ?Podr¨¢n jugar con los so?ados castillos hinchables? ?Volver¨¢n a ver a sus padres? ¡°La vivencia en esa cuneta es de abandono total y los ni?os ocupan ese tiempo con juegos en un intento de cubrir esa espera angustiosa. Es una situaci¨®n terrible sobre c¨®mo funciona el tiempo en la cabeza de un ni?o. Sus edades se transforman y modifican, las relaciones cambian y la frontera entre la ficci¨®n y la realidad se pone en entredicho¡±, a?ade Gon Ramos, que se fue a Buenos Aires (Argentina) a formarse como dramaturgo, tras intentar dos veces entrar en la RESAD (Real Escuela Superior de Arte Dram¨¢tico). Desde su vuelta a Madrid, hace tres a?os, sus obras representadas han cosechado grandes ¨¦xitos.