¡°Haciendo fotograf¨ªas se vive m¨¢s a?os¡±

Los dos son premios Nacionales de Fotograf¨ªa, son altos, poseen una envidiable mata de pelo, canosa, porque se acercan a los noventa a?os, y pese a alg¨²n achaque recuerdan bien la etapa que protagonizaron en el grupo Afal, el que renov¨® y moderniz¨® la fotograf¨ªa espa?ola a partir de mediados de los a?os cincuenta. Carlos P¨¦rez Siquier (Almer¨ªa, 1930) y Ram¨®n Masats (Caldes de Montbui, Barcelona, 1931) divirtieron con sus an¨¦cdotas al p¨²blico que se acerc¨® ayer, mi¨¦rcoles, a verlos charlar en el Museo Reina Sof¨ªa, con motivo de la exposici¨®n Una aproximaci¨®n a Afal, abierta hasta el 19 de noviembre, con obra de 13 autores de este colectivo donada por los abogados y coleccionistas?Adolfo Autric y Charo Tamayo.

P¨¦rez Siquier, junto a Jos¨¦ Mar¨ªa Artero, fallecido en 1991, lanzaron en 1956 la revista Afal (Agrupaci¨®n Fotogr¨¢fica Almeriense). Desde aquella ciudad ¡°aislada culturalmente¡±, como record¨® P¨¦rez Siquier, lograron atraer a autores de toda Espa?a que hab¨ªan comenzado a hacer una fotograf¨ªa fresca, novedosa, con la que quer¨ªan contar la realidad de la sociedad espa?ola tal y como era. El fot¨®grafo almeriense record¨® las penurias econ¨®micas para sacar adelante la publicaci¨®n y el car¨¢cter de los compa?eros que publicaron en ella sus fotograf¨ªas y textos. "Oriol Maspons era muy divertido, Ricard Terr¨¦, el m¨¢s serio; a Francisco Onta?¨®n le pasaba todo, era el de la mala suerte¡­ y Ram¨®n, que era el mejor de todos, hablaba menos".

A su lado, Masats le cort¨®: "Pero t¨² hiciste desde aquel lugar apartado una revista maravillosa, y eres un gran fot¨®grafo". El catal¨¢n rememor¨® sus comienzos, cuando se prob¨® con su trabajo de los Sanfermines, que tanto gust¨®; los libros al alim¨®n con escritores, como el alucinante Neutral corner, en el que dio vida a relatos de boxeo de Ignacio Aldecoa con unas im¨¢genes que recuerdan al mejor cine negro.

En la conversaci¨®n, moderada por la historiadora de la fotograf¨ªa y comisaria Laura Terr¨¦, hija de otro componente de Afal, Ricard Terr¨¦, hablaron de cuando Magnum le ech¨® el ojo a Masats, pero este no pudo seguir el proceso de selecci¨®n porque no ten¨ªa dinero para recorrer Espa?a y presentar reportajes a la m¨ªtica agencia. "Mi padre me dijo, ven y trabaja el puesto de bacalao".

Masats hizo memoria de alg¨²n desencuentro pasado entre estos dos ¡°supervivientes¡±, como los define P¨¦rez Siquier. "Me dieron un premio y el dinero lo repart¨ª con la Real Sociedad de Fotograf¨ªa de Madrid y no con Afal, y Carlos me dijo, ¡®hombre algo pod¨ªas habernos dado". Fueron los a?os en que P¨¦rez Siquier retrat¨® con dignidad la dura vida del barrio de La Chanca, en su ciudad, trabajo que dio a conocer como fot¨®grafo a quien se ganaba la vida como empleado de un banco.

Aquella man¨ªa de ir con la c¨¢mara le acarre¨® alg¨²n disgusto con la censura y la polic¨ªa del franquismo. "Hice una foto de un ni?o desnutrido que pasaba por debajo de un cartel que pon¨ªa ¡®Yo har¨¦ que la luz y el sol entre en todos los hogares espa?oles. Franco¡¯. Y eso en una zona deprimida de Almer¨ªa¡­ Me denunciaron y estuve muchas horas en comisar¨ªa". A P¨¦rez Siquier le acabaron soltando, pero un polic¨ªa le espet¨®: "De esta te has librado, pero ya te pillar¨¦".

Ambos renegaron de la palabra "artista" para referirse a su trabajo, "m¨¢s bien artesanos", y recordaron a los compa?eros de Afal que ya no est¨¢n. Quedan ellos y Leopoldo Pom¨¦s (Barcelona, 1931). Y si hay tantos nexos en su vida y obra, hace a?os que hay una cuesti¨®n fundamental que les separa. P¨¦rez Siquier no ha perdido el gusto por disparar, ahora con su peque?a c¨¢mara digital. "Sigo viendo provocaciones visuales, es una actitud vital". Mientras Masats no toma im¨¢genes desde hace casi 15 a?os. "Yo ya no veo fotos porque voy mirando al suelo", subray¨® con sorna mientras agarraba su bast¨®n. "Con la fotograf¨ªa me ha pasado como sucede a veces con el amor, se me ha acabado". "Pues te voy a dar un consejo", le replic¨® P¨¦rez Siquier: "Grandes fot¨®grafos han sido longevos, porque haciendo fotos se vive m¨¢s. As¨ª que yo voy a morir con las fotos puestas".