?scar Castillo: ¡°Hay que potenciar el intercambio cultural con Centroam¨¦rica¡±
El editor costaricense se somete al carrusel de preguntas de este diario
¡°Esto solo cambia con una revoluci¨®n¡±. El editor costarricense ?scar Castillo (Cartago, 1952) ten¨ªa 13 a?os y estaba con su padre en Quepos, una peque?a ciudad costera en el Pac¨ªfico Sur, en la que hab¨ªa una zona, la Zona Americana, a la que no pod¨ªan ingresar los nacionales. Su padre le dijo eso cuando el chico le pregunt¨® c¨®mo se pod¨ªa corregir aquello. ¡°Ah¨ª entend¨ª que mi padre me alentaba a ser cr¨ªtico y creativo, adem¨¢s de solidario¡±. Con ese fundamento cre¨® en 2012 Uruk Editores, la editorial que, junto con otros siete sellos centroamericanos, particip¨® en Centroam¨¦rica Edita, en la pasada Feria del Libro de Madrid, una iniciativa para tender puentes entre editoriales de Centroam¨¦rica y del Caribe y el sector del libro en Espa?a.
?De peque?o, qu¨¦ quer¨ªa ser?
M¨¦dico. O sacerdote.
¡°Hace mucho que lloro a medias,?que no me desahogo del todo¡±
?Cu¨¢ndo fue la ¨²ltima vez que llor¨®?
Hace mucho tiempo que lloro a medias, que no me desahogo del todo.
?Con qui¨¦n le gustar¨ªa quedar atrapado en un ascensor?
Con Rosa Montero.
?Cu¨¢l es el mejor regalo que ha recibido?
A los 14 a?os mi hermano mayor me dio un peque?o libro. Los peligros de la obediencia, de Harold Laski. Me cambi¨® la vida.
?Cu¨¢l es el ¨²ltimo libro que le hizo re¨ªr a carcajadas?
Tiembla memoria, de Catalina Murillo
?Qui¨¦n ser¨ªa su lector perfecto?
Una persona que sabe asociar lo que lee con su vida y con la sociedad.
?Qu¨¦ libros tiene en su mesa de dormir?
Muchos. Pienso en Mojiganga, de Carlos Cort¨¦s, o en Solenoide, de Mircea Cartarescu. Hay muchas lecturas pendientes.
?Qu¨¦ significa ser editor?
Es una responsabilidad grande, que provoca mucha inseguridad y dudas. Se trata de proponer lecturas que al final van a formar parte del bagaje cultural. Al final yo decido por muchos.
Diga, ?qu¨¦ libro regalar¨ªa a un ni?o para introducirlo en la literatura?
Le regalar¨ªa los Cuentos de mi t¨ªa Panchita, una lectura cl¨¢sica de Costa Rica [los public¨® en 1920 la costarricense Mar¨ªa Isabel Carvajal]. Sirve para los ni?os, pero tambi¨¦n para los adultos.
?Qu¨¦ libro le hubiese gustado haber editado?
Hay tantos¡
?C¨®mo define Centroam¨¦rica Edita?
Es una grata sorpresa, algo que nos enfrent¨® a algo distinto, un aprendizaje importante del mercado espa?ol. Yo hab¨ªa estado en la Feria de Fr¨¢ncfort, intentando dilucidar d¨®nde est¨¢n las llaves del mercado europeo. En Madrid, pensaba que el idioma deb¨ªa haber facilitado el intercambio comercial, pero no es tan as¨ª. Espa?a debe interesarse m¨¢s por Centroam¨¦rica, y viceversa.
¡°Ser editor es una responsabilidad que provoca mucha inseguridad y dudas¡±
?Est¨¢ Centroam¨¦rica marginada en el plano editorial?
S¨ª, pero no en el sentido de que se la trate mal. Es un problema cultural. Hay que fomentar el intercambio de contenidos culturales entre ambas regiones.
?C¨®mo fue la Feria del Libro de Madrid?
Lo mejor fue conocer a gente tan agradable. Un ejemplo: la caseta estaba a cargo de un joven poeta, Constantino Molina. Un d¨ªa le dije que yo coleccionaba El principito en distintos idiomas. Al d¨ªa siguiente, me lo trajo en catal¨¢n.
Recomi¨¦ndeme un libro centroamericano.
Si no recomiendo uno de Uruk, me sentir¨ªa desleal con mis autores. Y, si lo hago, mis colegas me reclamar¨¢n favoritismo. Asumo el riesgo a pesar de la injusticia: Mar can¨ªbal, de Uriel Quesada [que publica Uruk].
?Tiene alg¨²n sue?o recurrente?
Pues s¨ª. Que me roban el carro.
?Cu¨¢l es la noticia que siempre ha querido leer o escuchar?
Que se redujo, no, que desapareci¨® la miseria extrema.
Babelia
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