Serrat: ¡°La libertad de los presos favorecer¨ªa la convivencia en Catalu?a¡±
El cantante explica por qu¨¦ visit¨® a Romeva en la c¨¢rcel de Estremera al recalar en Madrid tres d¨ªas con lleno en su gira 'Mediterr¨¢neo da capo'
Joan Manuel Serrat conoce a Ra¨²l Romeva desde que naci¨®: ¡°Con Jordi, su padre, estudi¨¦, hicimos la mili juntos y formamos un grupo hace m¨¢s de 50 a?os¡±, comenta. Hace d¨ªas le llam¨® su mujer. El l¨ªder independentista le hab¨ªa pedido a su esposa que preguntara al m¨²sico si quer¨ªa ir a verle a la c¨¢rcel de Estremera. All¨ª permanece ingresado junto a otros pol¨ªticos catalanes impulsores del proc¨¦s, como Oriol Junqueras o Joaquim Forn. Y all¨ª se present¨® Serrat el pasado s¨¢bado para ver c¨®mo se encontraba y hacerle una visita.
El cantante andaba en v¨ªsperas de una cita importante en Madrid: tres d¨ªas con llenazo en Las Noches del Jard¨ªn Bot¨¢nico para disfrutar de su gira Mediterr¨¢neo da capo. Ayer llegaba a Madrid algo cansado, sobre las siete y media de la tarde, pero con ganas de conversar con EL PA?S antes de ver el Espa?a-Marruecos.
¡°Fui porque Ra¨²l me lo pidi¨®, as¨ª de sencillo¡±, afirma. ¡°Personalmente no soy independentista, todo el mundo lo sabe, ni llevo lazo amarillo. Pero la puesta en libertad de estos presos ser¨ªa un gesto de responsabilidad pol¨ªtica que favorecer¨ªa la convivencia en Catalu?a¡±, dice Serrat.
La gira, de lleno en lleno
No ha querido esperar a que su disco Mediterr¨¢neo cumpla 50 a?os para salir a celebrarlo. Faltan tres, pero, previsor y cuidadoso, ha querido adelantarse. A lo largo de casi 100 conciertos por Espa?a, Europa y Am¨¦rica, Serrat entona el disco de leyenda de principio a fin en la primera parte. Luego sigue con un programa muy centrado en otros ¨¦xitos pero con especial atenci¨®n al repertorio marino. Desde hoy hasta el jueves, el cantante recala en Madrid. Tres d¨ªas de lleno en Las Noches del Jard¨ªn Bot¨¢nico. El billete se agot¨® en 24 horas.
El momento, seg¨²n ¨¦l, es el adecuado. ¡°Un cambio de Gobierno sin las ataduras ni rocosidades que han lastrado todo anteriormente. Le vi razonablemente confiado en que se lleve a cabo su acercamiento a c¨¢rceles catalanas¡±. Esta divisi¨®n, esta grieta insoportable le duele a Serrat y ha recibido muchos ataques por su posici¨®n: ¡°Catalu?a est¨¢ partida en dos mitades que no se ven, no se hablan, no se escuchan y por tanto no se entienden. A los m¨¢s radicales no les vale el consenso, s¨®lo la victoria. Eso es un fracaso de la convivencia. No saldremos de esto hasta que no se recupere esa normalidad que nos devuelva la convivencia¡±.
La visita a la c¨¢rcel fue un trago. ¡°Pero hay veces en la vida que no te planteas las cosas por las consecuencias que puedan tener. Las haces porque crees que es justo o porque te las pide un amigo. Esos lugares siempre sobrecogen. La privaci¨®n de libertad es un castigo tremendo. Estar 100 d¨ªas sin poder abrazar a tus hijos, no se lo deseo a nadie¡±.
Para ¨¦l ha sido un acto de coherencia humana, leal a la amistad, sin que se crucen las ideas que les separan a ambos por medio: ¡°Hay que distinguir el soberanismo del procesismo. El primero me parece leg¨ªtimo. No lo comparto, pero es una opci¨®n. El segundo es otra cosa. Plagada de manipulaci¨®n, tergiversaci¨®n, mentiras y promesas incumplidas. Han sido cinco a?os en los que la emoci¨®n se ha puesto por encima de la raz¨®n. Algo que se resume en lo que la consejera de Educaci¨®n en el Gobierno de Puigdemont, Clara Ponsat¨ª, confes¨® desde Escocia: que hab¨ªan estado jugando una especie de partida de p¨®quer e iban de farol¡±.
Llegados a este punto, para recuperar la cordura y eso tan ideal en algunos casos que llaman normalidad, el m¨²sico s¨®lo desea una cosa: ¡°Que el independentismo deje de ser ese eje sobre el que gira todo y por el que se vive cada d¨ªa all¨ª. Se puede ser catal¨¢n sin ser independentista¡±, asegura Serrat.
Pero ¨²ltimamente, todo se va de madre. El m¨²sico ve como se pone el seny a prueba de bombas y ¨¦ste, a la fuerza, flaquea. No s¨®lo en Catalu?a. Tambi¨¦n en ese territorio acu¨¢tico que reivindica como propio. Su Mediterr¨¢neo. Ah¨ª ha regresado 47 a?os despu¨¦s de que apareciera el disco que marca una era y sigue vigente. Lo ha hecho acuciado por una necesidad moral. Y los acontecimientos m¨¢s dram¨¢ticos de los ¨²ltimos tiempos le dan la raz¨®n: ¡°El disco ha sufrido menos deterioro en este tiempo que las aguas de nuestro querido mar. No s¨®lo en las profundidades, con su contaminaci¨®n por pl¨¢sticos y metales pesados. Tambi¨¦n en la superficie, con todos esos inmigrantes n¨¢ufragos que vemos d¨ªa tras d¨ªa perecer y ser tratados como carne, no como seres humanos¡±.
Jam¨¢s sospech¨® que fuera a escuchar ciertas cosas de algunos mandatarios europeos. ¡°Me indigna esta actitud espantosa de la normalizaci¨®n de la desverg¨¹enza institucionalizada, ese desprecio a los seres humanos. La soluci¨®n est¨¢ en resolver el problema desde el origen pero los dirigentes, hasta ahora, no han sabido abordarlo¡±.
Babelia
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