Animales salvajes sueltos

Los cr¨ªmenes contra la Humanidad nunca son individuales. Necesitan apoyos. Son las imprescindibles ramificaciones de la maldad, bifurcaciones quiz¨¢ m¨¢s peque?as o con menos importancia, pero sin cuyo ejercicio el exterminio no tendr¨ªa consistencia. Ramas pr¨¢cticas, pero tambi¨¦n te¨®ricas, incluso de pasividad, de mirada hacia otro lado.

A estas derivaciones dedica la chilena Marcela Said su pel¨ªcula Los perros, estrenada en la prestigiosa Semana de la Cr¨ªtica de Cannes, protagonizada por una mujer burguesa de familia amparadora de los cr¨ªmenes durante la dictadura, y con un coronel del ej¨¦rcito investigado por un tribunal como personaje esencial.

Metaf¨®rica al estilo de ciertas pel¨ªculas espa?olas de la Transici¨®n o de los ¨²ltimos a?os de nuestra dictadura, de algunas de las dirigidas por Carlos Saura y Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n, Los perros tiene una figura central fascinantemente repulsiva: una mujer inquietante en su rostro anguloso y embaucador, en su actitud, en su mirada, en sus palabras y hasta en su risa. Y que, adem¨¢s, viene acompa?ada por un corte de hombres pat¨¦ticos a su alrededor, que desfilan al ritmo de una excelente banda sonora de Gr¨¦goire Auger, reiterativa en sus notas discordantes y su dise?o sonoro.

Con las canciones de Camilo Sesto como perturbador contraste, la pel¨ªcula, volc¨¢nica y sutil, quiz¨¢ tambi¨¦n dif¨ªcil para determinadas sensibilidades, se hace carne en su vigoroso simbolismo, el de los perros sueltos, animales peligrosos que a¨²n andan en libertad, con el amparo de los due?os de una sociedad c¨®mplice.