Esa criatura llamada padre
'El ¨²ltimo samur¨¢i' confirma que Helen DeWitt deber¨ªa haber ocupado el podio, junto a David Foster Wallace y George Saunders
Sibylla es un genio, pero no le sirve de mucho serlo. Ve de forma compulsiva el cl¨¢sico de Akira Kurosawa Los siete samur¨¢is y teclea sin descanso porque cada minuto sin teclear es dinero que pierde y necesita el dinero para comer y para comprar libros, y tambi¨¦n lo necesita para comprar billetes de metro. Sibylla pasa horas en el metro porque en casa hace fr¨ªo. Y no quiere que su hijo pase fr¨ªo. S¨ª, Sibylla tiene un hijo, Ludo. Ludo es la raz¨®n de que tuviera que dejar todo lo que empez¨® en Oxford para trabajar de cualquier cosa, enseguida. Si decidi¨® que ser¨ªa secretaria fue porque Rilke tambi¨¦n lo hab¨ªa sido. S¨®lo que Rilke hab¨ªa sido secretario de Rodin. Y ella lo es de una tipa que ni siquiera escribe bien.
Ludo tiene un padre, claro, y es un escritor famoso que no sabe nada de Ludo. Y Ludo es un ni?o prodigio. Sibylla ya ha perdido la cuenta de cu¨¢ntas lenguas habla. Ludo est¨¢ fabric¨¢ndose una espada de bamb¨² de conocimiento para poder batirse en duelo con su padre cuando por fin lo conozca.
?Existe un narrador en El ¨²ltimo samur¨¢i? S¨ª, pero es uno genialmente mutante. Hay, se dir¨ªa, tantas cabezas en la novela como personajes, y buena parte de ellas son cabezas de padres. Los posibles padres a los que Ludo somete a su peculiar duelo (que siempre se inicia con un ¡°Soy tu hijo¡± y contin¨²a con un ¡°No, ?en serio??/ Me tomas el pelo?/ Eres igualito a m¨ª¡±), y el lector las ocupa todas, porque la novela es una red sin¨¢ptica en expansi¨®n; una peque?a gu¨ªa introductoria a un pu?ado de idiomas (griego, japon¨¦s, inuit); un simulacro de la vida de una madre que no puede trabajar porque su hijo no deja de interrumpirla (la imposibilidad de la conciliaci¨®n familiar, o, mejor, de la soledad y la maternidad); un vistazo al cerebro (triste) de un ni?o (triste) (pero) superdotado.
Una, en definitiva, brillant¨ªsima aproximaci¨®n experiencial ¡ªconstruida ante el lector?¡ª a esa criatura llamada Padre. Ley¨¦ndola se llega a la conclusi¨®n de que Helen DeWitt (Takoma Park, Maryland, Estados Unidos, 1957) no s¨®lo deber¨ªa haber formado parte de la next generation, sino que deber¨ªa haber ocupado el podio, junto a David Foster Wallace y George Saunders.
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Autor:?Helen DeWitt (traducci¨®n de Gema Moral Bartolom¨¦)
Editorial:?Random House
Formato:?tapa blanda y tapa dura
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