Fanny Ardant: ¡°Por experiencia s¨¦ que quien escoge ser libre lo pagar¨¢ caro¡±
La actriz francesa, mito del cine europeo, habla de su sempiterna depresi¨®n y del movimiento #MeToo en la presentaci¨®n de su filme 'Lola Pater'
Hace un par de a?os Fanny Ardant (Saumur, 1949), actriz y directora, mito viviente del cine franc¨¦s, confes¨® en una entrevista que era "pesimista por naturaleza", y que pasaba por la vida "con un gran velo negro sobre la cabeza". Para alguien que ha hecho de su sonrisa un arma de destrucci¨®n y de su carrera un canto al ¨¦xito y al trabajo bien hecho, parecer¨ªa una declaraci¨®n chocante. "Pues no te creas, ayuda mucho a construir los personajes. Porque cuando posees un poso de depresi¨®n entiendes los sufrimientos de los dem¨¢s, los abandonos. Si fuera alegre de por s¨ª, sin m¨¢s, no sabr¨ªa c¨®mo interpretar el dolor". Con ese trasfondo Ardant ha encarnado en Lola Pater a Lola Chekib, un transexual de origen magreb¨ª instalado en la Francia profunda que se reencuentra con su hijo, un veintea?ero que no sab¨ªa nada de la transformaci¨®n de su progenitor. "Yo nunca me fio de los optimistas, me parecen unos locos. Otra cosa es la gente que busca la felicidad, y en eso Lola y yo somos iguales. Creo que la alegr¨ªa es el santo grial, el motor que nos debe empujar vitalmente. Nunca la alcanzaremos, pero como seres humanos tenemos que realizar ese camino lleno de tensi¨®n".
Lola Pater se estrena en Espa?a el 13 de julio, pero Ardant ha estado en Madrid esta semana de promoci¨®n. Sonriendo abre y cierra puertas. Habla de la depresi¨®n sin tapujos, pero se niega a posar para una fotograf¨ªa: no le gusta la sala en la que se realiza la entrevista ni quiere moverse; remite a la sesi¨®n realizada al principio de la ma?ana para agencias. Del resto habla sin tapujos. Y en los tiempos que corren, el tema principal y m¨¢s con una pel¨ªcula con protagonista son los hombres, las mujeres y viceversa. "Yo creo que nos parecemos bastante. Para m¨ª lo femenino radica en el envoltorio: la ropa y el maquillaje", apunta. "?Y qu¨¦ son los hombres? ?Imitaciones de Espartaco? Toda aproximaci¨®n es vaga, no tengo respuestas para definir. Porque si dibujas a alguien en oposici¨®n a otra cosa, por ejemplo, hombre y mujer, caes en apuntes restrictivos. En el teatro muchas veces no defines a los personajes ni por nacionalidad, ni por profesi¨®n ni por sexo. Solo por personalidades. Lo dem¨¢s son clich¨¦s".
Ardant confiesa que ha crecido rodeada de hombres excepcionales, empezando por su padre, un oficial de caballer¨ªa que muri¨® cuando ella ten¨ªa 17 a?os y la familia viv¨ªa en Montecarlo. "Era maravilloso, muy inteligente. En el fondo cada personalidad es distinta y conozco igual n¨²mero de idiotas entre hombres que entre mujeres". ?Y en su personalidad se impone la oscuridad? "Creo mucho en el libro de Unamuno, Del sentimiento tr¨¢gico de la vida [lo cita en espa?ol], aunque eso no impide que no tire para adelante". Igual que su Lola. "Por eso lo escog¨ª. Cuando me llamaron, entend¨ª todo su recorrido. S¨¦ por experiencia que alguien que escoge ser libre lo pagar¨¢ caro. Siempre he admirado a los seres libres, y desde luego me atrae m¨¢s la libertad que el ¨¦xito". Ella en su vida profesional y personal se ha cruzado con un pu?ado de cineastas libres: Resnais, Costa-Gavras, Scola, Antonioni, Varda, Zeffirelli, Ozon... Por supuesto, Fran?ois Truffaut, con el que hizo sus dos primeros protagonistas y tuvo su primera hija: Fran?ois era muy independiente, hu¨ªa de modas y de dogmas. Me atrae la gente que sienta pasi¨®n por algo, aunque no vendan su libertad por su pasi¨®n. Me muevo por lo que escribi¨® V¨ªctor Hugo: 'Solo viven aquellos que luchan".
Sus otras dos hijas tambi¨¦n nacieron de relaciones con artistas: el actor Dominique Leverd y el productor Fabio Conversi. "Es que me cuesta socializar y s¨¦ que doy miedo a los hombres. As¨ª que mis parejas han surgido de entre quienes me rodean. Y con el tiempo he aprendido en que el amor apasionado atonta, no sirve para nada. Hoy creo en el amor que crece poco a poco", explica.
La actriz habla de la ley del p¨¦ndulo en el ¨¢mbito social: "Mi generaci¨®n naci¨® libre, mucho m¨¢s que la de mis padres. ?Y qu¨¦ hemos criado? A peque?os censores, retr¨®grados que creen que todo ya viene dado. ?Por favor, piden autorizaci¨®n para manifestarse! ?Qu¨¦ lejos estamos de los bolcheviques!". Ya nadie busca la arena debajo de los adoquines. "Exacto. Vivo en un bulevar en Par¨ªs por donde habitualmente transcurren las manifestaciones, de cualquier ideolog¨ªa, y al final de cada agrupaci¨®n pasan tres camiones de barrenderos. Es el signo de los tiempos. Como si enviasen este mensaje: 'Os damos el derecho a manifestaros, pero luego no quedar¨¢ ninguna huella". De ah¨ª salta a la verg¨¹enza europea actual en el tema de la migraci¨®n: Ardant ha dirigido un cortometraje sobre el pueblo gitano y luchado por sus libertades. "?C¨®mo puede Europa dar lecciones morales. Sufrimos una carencia total de imaginaci¨®n pol¨ªtica, no hay ninguna propuesta nueva social. Solo hay econom¨ªa y economistas". Lo mismo pasa en el cine: "Triunfa la apat¨ªa intelectual. Andr¨¦ Malraux ya avis¨® del peligro que corr¨ªa el cine, que basculaba entre el arte y la industria. Gan¨® la industria, y los productores actuales proceden de la televisi¨®n. Antes hab¨ªa espacio para todos los tipos de pel¨ªculas. Hoy las artes solo sobreviven en territorios underground. Es la nueva Resistencia".
En Francia algunas artistas -incluidas actrices y escritoras- han apoyado una especie de tercera v¨ªa entre el machismo milenario y el movimiento #MeToo. "No creo en los grupos. Me gustan las contradicciones y las ambig¨¹edades, odio el proselitismo, las exclusiones desde cualquier lado. Y rechazo lo que est¨¢ de moda. Evitemos los reba?os".
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