Oreja para Rafael Gonz¨¢lez y buena impresi¨®n de Lagartijo en Las Ventas

La mejor noticia que dej¨® la segunda novillada nocturna del mes de julio en Las Ventas salt¨® antes incluso de que se abriera la puerta de chiqueros. Tras varias semanas de entradas muy pobres con un alarmante predominio del cemento -granito, en este caso-, los tendidos de la plaza madrile?a recuperaron el ambiente. Desde el final de la Feria de San Isidro, la de este viernes fue, sin duda, la mejor entrada de p¨²blico.

Casi un tercio del aforo cubierto (m¨¢s de 8.000 personas, seg¨²n la empresa) que demuestra que, cuando se usa la cabeza, hay resultados. ?Qu¨¦ sentido ten¨ªa programar una novillada o una corrida de toros un domingo a las siete de la tarde, en pleno verano, con 40 grados de temperatura a la sombra? Ninguno. Los viernes, a las nueve y media de la noche, s¨ª apetece ir a los toros.

Lamentablemente, no todo fue positivo. Para empezar, la bien presentada novillada de Montealto no cumpli¨® con las expectativas. En la mayor¨ªa de los casos, la gran nobleza de los astados de Agust¨ªn Montes no estuvo acompa?ada de la dosis de casta y bravura necesaria. Ni tampoco de excesiva fuerza. Hasta dos de los ejemplares inicialmente sorteados fueron devueltos a los corrales. El primero, porque se lesion¨® justo antes del tercio de varas, y el segundo, por su manifiesta debilidad.

Con una oreja, Rafael Gonz¨¢lez result¨® el triunfador de la noche. Un trofeo conseguido gracias a la f¨®rmula infalible de la voltereta y la estocada. Y es que el ¨¦xito en Madrid ya no es ning¨²n secreto. Todo aquel que no quiera irse de vac¨ªo debe cumplir esos dos requisitos: ser cogido y matar al toro a la primera.

El citado ap¨¦ndice lo logr¨® Gonz¨¢lez en el quinto bis, un sobrero de la ganader¨ªa titular tan noble como soso. Aunque el animal era un bendito, el novillero madrile?o abus¨® tanto del toreo de cercan¨ªas que, en una de las tandas, se enred¨® y, sin mala intenci¨®n, el novillo lo prendi¨®. Ileso, el joven torero volvi¨® r¨¢pidamente a la cara de su oponente para dejar claro qui¨¦n mandaba all¨ª. Eso y la estocada mortal que cobr¨® fueron m¨¢s que suficientes para animar al p¨²blico a sacar los pa?uelos.

En su primer turno, ante un utrero noble y con calidad, pero que fue a menos, Rafael Gonz¨¢lez tambi¨¦n se mostr¨® sobrado de oficio. Muy firme en todo momento, lig¨® tandas de redondos y naturales largos, poderosos y de buen trazo, aunque casi siempre tore¨® en l¨ªnea. En esta ocasi¨®n, la espada no le funcion¨® y fue silenciado.

Pese a que frente al cuarto no estuvo tan afortunado, Lagartijo dej¨® detalles de buen gusto ante el novillo que abri¨® plaza, quiz¨¢s el mejor del encierro por su nobleza, clase y codicia. Aunque la faena tuvo altibajos, el joven torero cordob¨¦s demostr¨® poseer una cualidad fundamental que se prodiga poco en la actualidad: personalidad. Vertical y ajustado, ejecut¨® un pu?ado de muletazos pre?ados de naturalidad sobre ambas manos. Tras una estocada ca¨ªda, el generoso gent¨ªo pidi¨® la oreja sin ¨¦xito.

Dorian Cant¨®n, un jovenc¨ªsimo novillero nacido en la localidad francesa de Pau, pas¨® de puntillas en su presentaci¨®n en Las Ventas. Con el lote de menos clase de Montealto, dio muchos muletazos y apenas dijo nada.