Exclusivamente para ni?os

El descomunal triunfo editorial de Los futbol¨ªsimos, saga de libros infantiles escritos por Roberto Santiago, con m¨¢s de un mill¨®n y medio de ejemplares vendidos, est¨¢ asentado en tres bases: la, en general, preferencia de los ni?os lectores por la identificaci¨®n y los ambientes reconocibles, alejados de las ex¨®ticas aventuras en lugares reales, pero en las ant¨ªpodas de la cotidianidad, hacia las que se dirig¨ªan generaciones anteriores; el f¨²tbol como incuestionable eje del ocio de la mayor¨ªa de la sociedad espa?ola contempor¨¢nea, incluidos los cr¨ªos; y el gusto por el misterio y una cierta aventura, presente en cualquiera de las sagas m¨¢s exitosas de las ¨²ltimas d¨¦cadas, ya desde los cl¨¢sicos de Enid Blyton.

Un boom que se traslada ahora al cine con esos mismos fundamentos y que, de forma parad¨®jica en un producto exclusivo para ni?os, donde mejor funciona no es ni en los partidos de f¨²tbol ni en las aventuras ni en el misterio, sino en las secuencias en apariencia m¨¢s intrascendentes, las conversaciones: entre hermanos, entre amigos, ya sea en d¨²o o en grupo, y entre padres e hijos, amparadas por la comedia, la complicidad, la amistad, el primer amor y el aprendizaje.

Quiz¨¢ tambi¨¦n de forma sorprendente, Los futbol¨ªsimos, basada en la primera de las doce novelas de la saga, El misterio de los ¨¢rbitros dormidos, no viene bajo el tim¨®n de Santiago, tambi¨¦n realizador de cine (El penalti m¨¢s largo del mundo, El club de los suicidas¡­) hasta la llegada de la notoriedad de los libros, y aqu¨ª en labores de coescritura, adem¨¢s de un breve cameo final, sino bajo la direcci¨®n de Miguel ?ngel Lamata, el inclasificable y desigual todoterreno responsable de Una de zombis, Isi/Disi y Tensi¨®n sexual no resuelta.

Con buen empaque de producci¨®n y una excelente banda sonora de Fernando Vel¨¢zquez. omnipresente sin subrayar, marcando cada tono pero sin comerse las im¨¢genes, la pel¨ªcula de Lamata se obceca en el ejercicio de la siempre complicada comedia de slapstick, tan dif¨ªcil de coreografiar, filmar y montar, y ofrece demasiado tiempo a la investigaci¨®n del enigma de los ¨¢rbitros dormidos. Sin embargo, el f¨²tbol est¨¢ aceptablemente rodado y las inevitables moralejas finales en torno a los villanos de turno son estupendas.

Aun teniendo claro que es imposible meterse en la cabeza y en la piel de los chicos que han arrasado con las librer¨ªas y que acudir¨¢n con ilusi¨®n a las salas, a muchos de los espectadores adultos acompa?antes les sonar¨¢n los ambientes de competici¨®n infantil del fin de semana (y, sobre todo, de ense?anza y entretenimiento), por lo que puede que para los padres sea suficiente que el mensaje sea positivo. Siempre que por una vez sean conscientes de que la pel¨ªcula no es para ellos.