Como ella, cualquiera puede revolucionar su vida
Merc¨¨ Ar¨¢nega interpreta la comedia ¡®Shirley Valentine¡¯ en Barcelona
No por casualidad han elegido la actriz Merc¨¨ Ar¨¢nega y el equipo de Shirley Valentine, que se estrena hoy en el Teatre Goya de Barcelona, la ic¨®nica estampa de Rosie la Remachadora, su lucimiento de b¨ªceps con aire de corte de mangas y su ¡°We can do it¡± (Podemos hacerlo), como imagen de su espect¨¢culo. La (ya no) resignada ama de casa de Liverpool de clase trabajadora Shirley Valentine, protagonista del c¨¦lebre mon¨®logo, que un d¨ªa se l¨ªa la manta a la cabeza y se marcha de viaje a Grecia plantando su vida sin esperanzas en pos de la felicidad, se aviene muy bien con el coraje que irradia la vieja ilustraci¨®n (1942) de J. Howard Miller para la Westinghouse que se convirti¨® en propaganda de la incorporaci¨®n de la mujer al trabajo durante la II Guerra Mundial y luego devino icono feminista y s¨ªmbolo del empoderamiento femenino.
La carga feminista est¨¢ muy presente en la pieza teatral Shirley Valentine (1988) del brit¨¢nico Willy Russell, autor tambi¨¦n de Educando a Rita, dos obras que, tras su ¨¦xito en los escenarios, han tenido exitosas versiones cinematogr¨¢ficas (la primera con la misma actriz que la estren¨® en el West End y en Broadway, Pauline Collins). Sin embargo, Merc¨¨ Ar¨¢nega considera que la pieza va m¨¢s all¨¢ y que es un canto a ¡°la capacidad, el derecho y la obligaci¨®n¡± de todos los seres humanos sin distinci¨®n de sexo o edad ¡°para decir hasta aqu¨ª hemos llegado, mirar hacia dentro y no renunciar a lo que hab¨ªas querido ser¡±. Para ¡°hacer la revoluci¨®n en tu vida¡±, vamos.
El griego Costas, de la estirpe de Zorba, ¡°es un pinta, s¨ª, pero le hace ver, sentir y tocar cosas que no recordaba¡±.
¡°Es cierto que vidas como la de Shirley muestran que las mujeres lo tienen m¨¢s jodido que los hombres: el s¨ªndrome del nido vac¨ªo, el marido que pasa de ella, los sue?os que han quedado atr¨¢s¡±, reflexiona Ar¨¢nega. ¡°Como muchas, ella va tirando hasta el momento en que te mueres, pero a veces te das cuenta antes de que ya llevas muerta mucho tiempo¡±.
Al personaje de la obra una amiga le propone inesperadamente irse con ella a Grecia en un viaje que ha ganado en un concurso. All¨ª redescubre la vida y hace su revoluci¨®n personal. En ello juega un papel el griego Costas Dimitriades, con el que tiene una relaci¨®n apasionada. ¡°Pero, ojo, ella no se libera porque conozca a un hombre. No est¨¢ enamorada de ¨¦l sino de la vida, aunque a veces va bien un empujoncito¡±. El griego, de la estirpe de Zorba, ¡°es un pinta, s¨ª, pero le hace ver, sentir y tocar cosas que no recordaba¡±. Shirley Valentine, ¡°no es una comedia rom¨¢ntica, es una comedia en la que r¨ªes mucho pero que contiene momentos muy amargos y emotivos¡±. El mon¨®logo dura 1 hora y 17 minutos, ¡°incluidas las risas del p¨²blico¡±. En la banda sonora figura alguna canci¨®n inesperada y gozosa y la escenograf¨ªa es sobria pero capaz de llevarte de la cocina de Shirley al borde del mar griego. La historia les puede sonar a algunos a Mamma Mia! pero ¡°no tiene nada que ver, y la precede 30 a?os¡±.
Shirley Valentine ha sido montada ya en nuestros teatros en diferentes versiones como las protagonizadas por Amparo Moreno (dirigida por Rosa Maria Sard¨¤) en la sala Villarroel de Barcelona en 1994 o Ver¨®nica Forqu¨¦ en el Maravillas de Madrid en 2012. Fue viendo un montaje en Buenos Aires hace 30 a?os, cuando ten¨ªa 30, que Ar¨¤nega se enamor¨® del personaje. ¡°Pero entonces no pod¨ªa encarnar a una mujer con dos hijos ya fuera de casa, ten¨ªa que hacerme mayor¡±. No ha sido sino hasta ahora que ha tenido la oportunidad, de la mano del director Miquel Gorriz, y en una coproducci¨®n de Mola y Focus, en versi¨®n catalana de Joan Sellent y Ferran Toutain. ¡°Ha sido cumplir un sue?o¡±, recalca Ar¨¢nega
En el cartel, su Shirley parece estar haciendo un corte de mangas. ¡°Tambi¨¦n. Se arremanga y hace la botifarra¡±, se?ala la actriz de teatro y cine, una de las m¨¢s populares, inquietas y corajudas de la escena catalana, con obras de Strindberg, Brecht, Shakespeare, Ch¨¦jov o Lorca a sus espaldas, pero tambi¨¦n de Pinter, Kolt¨¨s, Bernhard o los nuevos dramaturgos como Pau Mir¨® o Marc Rosich.
A nivel interpretativo, Shirley Valentine ¡°es una verdadera partitura y una monta?a rusa para una actriz, un papel cansad¨ªsimo pero una delicia, muy bien escrito; Shirley es un personaje muy tierno e inteligente¡±.
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