Anchoas

Las gl¨¢ndulas de la libertad de expresi¨®n segregan la enzima de la mala baba con la que frecuentemente se juzga a Miguel ?ngel Revilla, m¨¢s conocido por sus recetas pol¨ªticas y afici¨®n a los plat¨®s que por la presidencia de Cantabria. La maledicencia le imputa vicios de fullero y politicastro, demagogia y convicciones ideol¨®gicas intercambiables, cuando lo destacable es su habilidad comunicativa, tan nutritiva como las anchoas de Santo?a. Ganas de complicar la cosas.

Su virtuosismo frente a las c¨¢maras qued¨® de manifiesto en su regreso a El hormiguero, al que acudi¨® con una renovada farmacopea de f¨®rmulas contra la corrupci¨®n y la injusticia. Imbatible, se acompa?¨® de regalos para Motos y su equipo: un abanico de quimeras contra la inmoralidad, un sobao de ar¨¢ndanos, panader¨ªa de la tierra y fileteados del litoral. Cada vez que solucionaba un problema, los aplausos de la grada eran m¨¢s intensos, y el frenes¨ª tuitero, desbordante, seg¨²n el escrutinio de Antena 3 difundido en pantalla.

El soliloquio del ¨²ltimo programa dur¨® cerca de 50 minutos, pero el hablador ped¨ªa m¨¢s tiempo porque durante el verano se amontonaron los conflictos que reclaman su atenci¨®n. No hizo falta que Motos le diera carrete; si acaso le recondujo hacia la guindilla nacional pues Revilla se ha internacionalizado: insist¨ªa en promocionar su apostolado en ?frica y una cuestaci¨®n misionera; regal¨® a Espa?a la receta contra la inmigraci¨®n ilegal.

Pronto viajar¨¢ a M¨¦xico invitado a la investidura de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, AMLO para abreviar. Dos populistas frente a frente, titular¨¢ el sensacionalismo. Juicios de brocha gorda. No entienden. La misi¨®n de Revilla es desdramatizar dramatizando, animar a la audiencia con las verdades del barquero porque la mara?a catalana, el sonsonete pol¨ªtico y los plagios deprimen mucho. El cruzado televisivo puede con todo. Regresar¨¢ de M¨¦xico con munici¨®n para un Hormiguero de luxe, despu¨¦s de haber ayudado a AMLO a descifrar el jerogl¨ªfico azteca.