Una coreograf¨ªa moderna para el r¨¦quiem de Brahms

Un r¨¦quiem alem¨¢n, una de las composiciones m¨¢s conocidas de Johannes Brahms, no es una obra sobre la muerte. Es una obra que se sit¨²a entre la vida y la muerte: justo en ese momento en el que los vivos sufren la muerte de un ser querido. Brahms empez¨® a concebirla en 1865, despu¨¦s del fallecimiento de su madre, no como un oratorio religioso ¡ªpese a utilizar textos b¨ªblicos¡ª sino como una meditaci¨®n ¨ªntima sobre ese hecho. El resultado fue una partitura emocionante que, despojada de credos, sigue siendo inspiradora un siglo y medio despu¨¦s: el core¨®grafo suizo Martin Schl?pfer, al frente del prestigioso Ballet del Rin, la utiliz¨® en 2011 para crear una pieza de t¨ªtulo hom¨®nimo que desde entonces se ha convertido en emblema de la compa?¨ªa que dirige.

Con esta ambiciosa producci¨®n ¡ª42 bailarines en escena, orquesta, coro, soprano y bar¨ªtono en directo¡ª inaugura este viernes el Teatro Real de Madrid su nueva temporada de danza, m¨¢s extensa que las de los ¨²ltimos a?os, que contar¨¢ en los pr¨®ximos meses con la Compa?¨ªa Nacional de Danza, el Ballet de la ?pera de Par¨ªs, Sasha Waltz y el Ballet de V¨ªctor Ullate. ¡°Tenemos m¨¢s programaci¨®n de danza pero mantenemos la misma filosof¨ªa: compa?¨ªas selectas y espect¨¢culos emblem¨¢ticos", explic¨® este mi¨¦rcoles Joan Matabosch, director art¨ªstico de la instituci¨®n, durante la presentaci¨®n de la obra del Ballet del Rin.

Acompa?aban a Matabosch el core¨®grafo de la pieza, Martin Schl?pfer, y el responsable de la direcci¨®n musical en las cuatro representaciones que se ver¨¢n en Madrid (hasta el domingo), el franc¨¦s Marc Piollet. La pregunta para este ¨²ltimo era clara: ?c¨®mo empalmar una coreograf¨ªa moderna con una partitura de hace 150 a?os que ni de lejos se ide¨® para ser bailada? ¡°Si diriges El lago de los cisnes, todo est¨¢ m¨¢s claro porque la m¨²sica fue imaginada con ese fin. En cambio, no hay pautas previas para esta obra, tienes que intentar captar la emoci¨®n que quiere expresar el core¨®grafo en cada movimiento para intentar transmitirla tambi¨¦n con la m¨²sica. Es un gran desaf¨ªo que solo puede resolverse en el momento mismo de la funci¨®n¡±, respondi¨® Piollet. ¡°Hay aqu¨ª una dificultad a?adida: el coro est¨¢ presente en todo momento y debe acompasarse muy bien tanto con la orquesta como con los bailarines. Otro desaf¨ªo¡±, a?adi¨®.

?Y cu¨¢l es la emoci¨®n que quiere transmitir el core¨®grafo? ¡°De entrada, quise huir de cualquier tipo de dogma ¡ªcontest¨® rotundo Schl?pher¡ª. Lo que me interesa de esta composici¨®n de Brahms es precisamente que se centra en las personas, en sus dudas sobre la vida y la muerte, no en doctrinas ni credos religiosos. Por eso tampoco he querido pegarme a los textos b¨ªblicos que canta el coro¡±. Por eso tambi¨¦n en esta ocasi¨®n sus bailarines no llevan zapatillas como en otros ballets suyos. ¡°El hecho de que vayan descalzos les hace parecer m¨¢s fr¨¢giles. Esto lo subrayo, adem¨¢s, en un momento en el que una bailarina sale con una zapatilla en un pie y el otro descalzo: eso la hace a¨²n m¨¢s vulnerable, la sit¨²a justo en el lugar entre la vida y la muerte¡±, agreg¨®.

Schl?pher, nombrado director art¨ªstico del Ballet del Rin en 2009, dio nuevos br¨ªos a esta compa?¨ªa con sede en D¨¹sseldorf y Duisburgo incorporando al repertorio cl¨¢sico creaciones m¨¢s actuales, hasta convertirla en una de las formaciones m¨¢s solicitadas en este momento en los escenarios internacionales. Su estilo, que ¨¦l se resiste etiquetar como ¡°ecl¨¦ctico¡± y prefiere denominar ¡°personal¡±, conjuga su formaci¨®n cl¨¢sica con la danza contempor¨¢nea. En 2020, Schl?pfer dejar¨¢ su puesto al frente de la formaci¨®n alemana para hacerse cargo del Ballet de la ?pera de Viena.