Corrupci¨®n e impunidad

El contrabando fue la primera gran industria de Buenos Aires. En los siglos XVI y XVII, el imperio espa?ol privilegiaba el puerto de Lima (v¨ªa istmo de Panam¨¢) y Argentina quedaba al final del recorrido, casi olvidada: los porte?os tuvieron que arregl¨¢rselas, y quiz¨¢ de ah¨ª procede una problem¨¢tica relaci¨®n colectiva con ciertas leyes. La gran industrializaci¨®n, desde finales del XIX, trajo consigo una formidable marea de corruptelas en la que tuvo un papel destacado, como sobornador, el catal¨¢n Francesc Camb¨®. Las cosas no han mejorado mucho en el siglo XXI. Sobre la expresidenta (y posible candidata el a?o pr¨®ximo) Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner pesan seis causas judiciales, entre ellas la llamada ¡°los cuadernos del ch¨®fer¡±, considerada el mayor sumario por corrupci¨®n en la historia del pa¨ªs, y una orden de detenci¨®n no efectiva por su inmunidad parlamentaria.

Un libro reciente se ha convertido en s¨ªmbolo del hartazgo ante un problema end¨¦mico. El t¨ªtulo es expresivo: La ra¨ªz de todos los males. El subt¨ªtulo lo es a¨²n m¨¢s: C¨®mo el poder mont¨® un sistema para la corrupci¨®n y la impunidad en la Argentina. El autor, Hugo Alconada Mon, goza de un gran prestigio como periodista de investigaci¨®n del pa¨ªs y fue uno de los descubridores del caso de los cuadernos. La ra¨ªz, como se abrevia el t¨ªtulo, es de largo el ensayo m¨¢s vendido y se encuentra en todas partes. Pero Alconada no se muestra optimista. En sus entrevistas repite que a¨²n hay tolerancia con el fen¨®meno y que la triste frase ¡°roban, pero hacen¡± mantiene su vigencia. El sistema de la corrupci¨®n implica, seg¨²n ¨¦l y con las debidas excepciones, a los pol¨ªticos, los empresarios, los jueces, los altos funcionarios, los sindicalistas, la polic¨ªa y los periodistas. La ra¨ªz, abundante en datos, deja en el lector una intensa desaz¨®n. Y un vago sentimiento de desesperanza.

La ra¨ªz de todos los males.?Hugo Alconada Mon.?Planeta Argentina.