Rock ariz¨®nico para la ¡®Generaci¨®n X¡¯

Siempre se ha dicho que la generaci¨®n X fue una generaci¨®n inclasificable pero en la que cab¨ªan muchas cosas. Seguramente tenga mucho que ver con Arizona Baby, una banda dif¨ªcil de etiquetar y en la que caben muchos estilos. Pero, sobre todo, este grupo de Valladolid viene de esa generaci¨®n que vivi¨® el paso del casete al ced¨¦ y, en pleno desarrollo de la m¨²sica alternativa propiciado por el ¨¦xito del grunge, sac¨® su lado m¨¢s friki a relucir. ¡°?ramos una generaci¨®n que beb¨ªa mucho del cine de serie B, de los comics, de los videojuegos¡­¡±, cuenta Javier Vielba (Valladolid, 1978), compositor y cantante de Arizona Baby.

Tanto Vielba como los otros integrantes habituales del grupo ¨Cel guitarrista Rub¨¦n Marr¨®n y el baterista Guillermo Arag¨®n- son adolescentes de los noventa. ¡°Incluso hoy en d¨ªa nos seguimos sintiendo parte de ese tiempo. De ah¨ª que aflore m¨¢s el esp¨ªritu noventero de chavales que ten¨ªamos¡±, confiesa el cantante. A partir de ese esp¨ªritu, se entiende mejor el homenaje a la generaci¨®n X que supone su nuevo disco, Sonora (Subterfuge), que llega tras el anterior Secret fires, publicado en 2014. ¡°Sacamos nuestro lado nerd, de cultura basura, tan nuestro de los noventa, pero de alguna manera dignific¨¢ndolo a nuestros 40 a?os con una copa de vino¡±, explica Vielba.

No cuesta mucho imaginarse a Vielba sentado frente a uno de esos antiguos televisores con culo viendo sin pesta?ear Los mundos de Wayne, que cita en mitad de la entrevista. Aquella serie iconoclasta e irreverente narraba las peripecias de dos chalados ¨Ca ojos del mundo bien pensante- que amaban el rock y ten¨ªan un refugio en el s¨®tano. A su manera, Arizona Baby es una banda formada por otros chalados del rock, que cuidan los peque?os detalles como publicar el disco con unos dignos cr¨¦ditos u ofrecer una presentaci¨®n elegante donde se pueden ver las canciones como si formaran parte de un men¨².

Un men¨² sabroso en sonidos tambi¨¦n ¡°muy noventeros¡±. Guitarras contundentes y energ¨ªa bien condensada en canciones que, junto a ese tratamiento tan alternativo noventero propio del punk garagero, galopan a lomos de varios g¨¦neros, como el rock primitivo de los cincuenta, el glam o el boogie. Vielba puntualiza: ¡°Los noventa chuparon mucho de los setenta. Se volvieron a reivindicar a Black Sabbath, Deep Purple¡­ Y eso se nota en el disco¡±. A fin de cuentas, ese rock ecl¨¦ctico e instintivo, con su vena rom¨¢ntica recorriendo todas las composiciones, es la marca de la casa Arizona Baby, que siempre cantan en ingl¨¦s, a diferencia de Corizonas, el otro grupo al que pertenece como cantante y compositor Vielba. Es ¡°rock ariz¨®nico¡±, tal y como lo califica ¨¦l mismo. Un t¨¦rmino que remite inconscientemente a los desiertos de Arizona, pero que sencillamente viste a la perfecci¨®n a esta banda entregada desde que se fund¨® en 2003 a la causa de Kurt Cobain, Dave Grohl y dem¨¢s ac¨®litos.

¡°Es un disco de tr¨ªo de rock¡±, dice el cantante de Arizona Baby. ¡°Porque lo que m¨¢s nos importa es transmitir que somos un grupo de colegas de toda la vida tocando lo que nos gusta. Esa es nuestra base¡±. Colegas cuarentones hoy en d¨ªa, adolescentes de la generaci¨®n X en el pasado, pero lo m¨¢s importante: todav¨ªa vivos. ¡°Como dec¨ªa Jethro Trull: demasiado viejos para el rock and roll, demasiado j¨®venes para morir¡±, sentencia Vielba.