El¨ªsabet Benavent: ¡°Soy un poco ¡®drama queen¡±

Esta mujer de 34 a?os es una celebridad para el mill¨®n de mujeres ¡ªel 94% de su p¨²blico es femenino¡ª que han comprado sus libros sobre mujeres j¨®venes de aqu¨ª y ahora y sus circunstancias, valgan las redundancias. Influencers tiranas, becarias explotadas, amigas de vida, adversarias a muerte. Novios, ex, rollos, cuernos. Brunches, afterworks, Spotify, Youtube. Amores y odios. Pasiones y pasotes. O sea, lo de siempre pero milenial. Con tales referencias, espera una v¨¦rselas con una de esas modernas de libro, perd¨®n, Instagram, que te perdonan tus canas porque les das pena. Pero no, quien se presenta en la sede de su editorial es, o al menos parece, una chica de modales exquisitos, genuina simpat¨ªa y un puntito de convencional¨ªsima correcci¨®n pol¨ªtica y de la otra asom¨¢ndole debajo de su tinte verde loro.

No ten¨ªa el gusto de conocerla. Pero mi hija adolescente ha devorado sus tochos y quer¨ªa darle las gracias.

No, no. Gracias a ella por darme la oportunidad. Es cierto que tengo lectoras muy j¨®venes, pero tambi¨¦n que a veces, al ver tantas p¨¢ginas, se me echan para atr¨¢s.

?Qu¨¦ les da, si puede saberse?

Puede que haya visto personajes, palabras, situaciones que tiene alrededor, que conoce, y se haya sentido identificada. Espero haberle robado un par de carcajadas y alguna hora de sue?o ley¨¦ndome. Al fin y al cabo, lo que yo hago es entretenimiento.

Pues dice que es un dram¨®n.

Tambi¨¦n. Me gusta darles mala vida a los personajes y que suden la gota gorda, porque la vida tambi¨¦n es as¨ª. Si no hay conflicto, no hay historia. Adem¨¢s, yo tambi¨¦n soy un poquito drama queen.

Rupturas, crisis de imagen, traiciones de amigas. Sus dramas son muy del primer mundo.

S¨ª, me alimento de ellos. Siempre son peque?os dramas. El drama es c¨®mo se lo toman los personajes: a la tremenda. Estamos en una situaci¨®n tan privilegiada, que los dramitas se magnifican. Al final yo creo que nos gusta regodearnos y ahogarnos en un vaso de agua, aunque sepamos que solo es un vaso y que solo es agua.

?Estamos hartos de pan y wifi?

S¨ª, pero creo que no estamos tan hartos. Lo hemos incorporado de forma tan natural, que ya no podr¨ªamos vivir sin pan y wifi.

?Usted no podr¨ªa?

Soy adicta al m¨®vil, lo confieso. Lo primero que hago al levantarme es mirarlo. He intentado hacer vacaciones de desconexi¨®n digital y no he aguantado ni 12 horas sin mirar las redes sociales.

Sus personajes y sus lectoras son m¨¢s j¨®venes que usted. Como se descuide, podr¨ªa ser su madre.

Claro, ese es el problema. Yo voy creciendo, mis personajes, no. Ahora estoy escribiendo una novela en la que los personajes tienen 28 a?os, la edad a la que me hubiera gustado plantarme. Pero s¨ª, ya empiezo a sentir el conflicto generacional.

?Y si matan a la madre?

Jaja. Espero que no. De momento, a¨²n soy yo quien manda.

Me cuentan que empez¨® escribiendo porno suave en su blog.

Eso dicen, yo no lo considero porno. Es llamar a las cosas por su nombre. Siempre me ha fastidiado la cortinilla de la ma?ana siguiente de Hollywood. Me gusta contar lo que pasa esa noche. Quitar tab¨²s, hablar con naturalidad. Antes estaba de moda no hacer elipsis, y creo que hay que volverlo a poner. Si se habla de trabajo, de amigos, ?por qu¨¦ no de sexo?

Quiz¨¢ porque nos falta una palabra entre la cursilada de ¡°hacer el amor¡± y la groser¨ªa de ¡°follar¡±.

Bueno, hay cierta musicalidad en el verbo follar. Lo reivindico absolutamente. Me parece que es muy sonoro y que tiene la fuerza que tiene que tener. Otras palabras son malsonantes, y me cuesta usarlas en mis libros. Pero follar tiene naturalidad. Ahora, a mi padre le va a dar algo si lee esto.

En d¨ªas de Tinder y sexo en l¨ªnea, ?la tecla sustituye a la piel?

No, esa es insustituible. Estamos creando atajos digitales para llegar a la piel. Est¨¢n bien esas ventanas para conocer gente que no te hubieras cruzado en la vida, pero pueden derivar en fast food emocional. Yo no consumo esas cosas, pero tengo amigas, soy curiosa y quiero saber c¨®mo van. Al final, Tinder no me parece que diste mucho de ligar en un bar.

Ya, ya, una amiga...

A ver, yo estoy casada desde los 24 a?os con mi primer novio, llevamos 9 a?os de casados y me parece muy rom¨¢ntica la idea del matrimonio. Pero es mi compa?ero. Nunca nos hemos dicho eso de ¡°me completas, eres mi media naranja¡±. Esos discursos almibarados me empalagan. Nosotras tenemos que creer que no somos la mitad de nadie, sino el cien por cien de algo, y que no necesitamos a nadie, sino que lo elegimos.

O sea que Beta Coqueta es una se?ora maruja.

No, se?ora, yo tengo una vida muy apasionada con mi marido.

?Se sobrevalora la fidelidad?

Es una pregunta complicada. Para m¨ª es importante. Lo que dir¨ªa es que la verdad est¨¢ sobrevalorada. Muchas veces, vale la pena recurrir a una mentira.

Ha vendido un mill¨®n de libros. Estar¨¢ forrad¨ªsima.

Eso es un mito. Vivo de esto, que ya es bastante. Y no me quejo.

No me mienta y d¨ªgame si siente el desprecio de alguna de las vacas sagradas literarias que venden la mitad que usted.

Decir que no ser¨ªa mentir.