Las Malvinas, a pie de trinchera
La funci¨®n dirigida por Lola Arias cautiva por la llana humanidad de sus int¨¦rpretes, excombatientes de ambos bandos
Un documental conciso, expresivo, did¨¢ctico y emocionante. Campo minado rememora la Guerra de las Malvinas desde la perspectiva de dos exmarines ingleses, un fusilero gurja al servicio de Isabel II, dos argentinos llamados a filas al poco de acabar el servicio militar y otro que se present¨® voluntario, deseoso de recuperar las islas que el Reino Unido le arrebat¨® a su patria en 1833. Cuando desembarcaron, los argentinos ten¨ªan 19 a?os de edad. Los brit¨¢nicos rondaban los 23.
La presencia esc¨¦nica de todos ellos y la certeza que transmiten sus testimonios, pespunteados con aguja de oro por Lola Arias, mantienen al p¨²blico prendido desde el pr¨®logo hasta el fin del espect¨¢culo. La verdad les asiste y lo que cuentan no tiene desperdicio. Se explican hasta donde su pudor les permite, lo cual basta para que el espectador salga de la funci¨®n con mayor conocimiento de lo sucedido del que le proporcionaron en su d¨ªa los telediarios.
Campo minado
Los seis actores sobrevenidos hablan de quienes eran entonces, c¨®mo llegaron al frente, lo que una vez all¨ª pensaron y temieron, y lo que pas¨® despu¨¦s, de vuelta cada uno a su tierra: la desconexi¨®n con los amigos y la familia, la rabia acumulada, la depresi¨®n inevitable, las estrategias que utilizaron para superar el estr¨¦s postraum¨¢tico y la falta de reconocimiento por los servicios prestados. En su relato no caben gestas ni gesticulaci¨®n. Alguno de ellos sufri¨® calamidades que no le desear¨ªa a nadie. Otros se vieron obligados a causar un dolor irreparable. Sus vidas quedaron partidas en dos.
Marcelo Vallejo, Gabriel Sagastume, Sukrim Rai, Rub¨¦n Otero, David Jackson y Lou Armour calan hondo. Su verdad es universal. En la noche del estreno, el p¨²blico comparti¨® l¨¢grimas y esa exaltaci¨®n alegre que despierta el teatro necesario. Vale la verdad llana de estos hombres m¨¢s que mil discursos: los de Margaret Thatcher y Leopoldo Fortunato Galtieri los pone Lola Arias en boca de sendas m¨¢scaras.
Todo est¨¢ afinado, pulido y tratado con mimo por la directora y autora argentina. Tambi¨¦n la m¨²sica: los seis excombatientes cantan admirablemente o tocan alg¨²n instrumento, con virtuosismo incluso: estremece el solo de bater¨ªa con el cual Rub¨¦n Otero opina sin palabras del hundimiento del crucero General Belgrano, al que sobrevivi¨® de milagro. Redondean la puesta en escena el uso medido de la imagen proyectada y de recursos de sonorizaci¨®n en vivo propios del teatro radiof¨®nico.
En escena, David Jackson, que ejerce de psic¨®logo desde que dej¨® el Ej¨¦rcito, se lamenta de que se hayan suicidado m¨¢s veteranos brit¨¢nicos de las Malvinas que soldados murieron en combate. A la salida, Gabriel Sagastume le cuenta a un espectador que ayer se suicid¨® otro veterano argentino: las guerras nunca acaban del todo para quienes participaron en ellas.
Aunque la raz¨®n me dice que en Campo minado falta contexto geoestrat¨¦gico (pues nada se cuenta de que la toma de las islas ech¨® por tierra una oferta negociadora similar a la que el Reino Unido le hizo a China sobre Hong Kong, ni sobre el papel jugado por Chile en la derrota argentina, ni sobre la reivindicaci¨®n brit¨¢nica del sector de la Ant¨¢rtida m¨¢s pr¨®ximo a las Malvinas, a cuenta de su soberan¨ªa sobre estas), el coraz¨®n manda. Tal y como es, la func¨ª¨®n enamora, acaricia y deja ganas de m¨¢s.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.