Setenta personajes en busca de autor

¡°La persona m¨¢s autorizada para hablar de Juan Cruz soy yo¡±, dijo este mi¨¦rcoles Sergio Ram¨ªrez en la Feria del Libro de Guadalajara (M¨¦xico) al presentar Primeras personas (Alfaguara) el nuevo libro del escritor y periodista de EL PA?S. El premio Cervantes de 2017 ten¨ªa raz¨®n. Hace cuatro a?os los papeles estaban cambiados y era Cruz el que presentaba en la FIL una obra de Ram¨ªrez. Se titulaba, no por casualidad, Juan de Juanes. Ese libro, aclar¨® entonces el escritor nicarag¨¹ense, hab¨ªa surgido de la lectura de Egos revueltos, las memorias con las que su compa?ero de mesa gan¨® el premio Comillas de la editorial Tusquets: ¡°Hubo quien crey¨® que Juan era un personaje m¨ªo, no un ser de carne y hueso¡±.

En Primeras personas es Sergio Ram¨ªrez el retratado por Juan Cruz junto a otros 70 escritores, artistas y editores. En la bienvenida al acto del pasado mi¨¦rcoles, Ricardo Cayuela, director de Penguin Random House en M¨¦xico, se refiri¨® al autor con un adjetivo que suele reservarse a los creadores de universos de ficci¨®n: omnisciente. En la sala hab¨ªa otros personajes del libro como el colombiano H¨¦ctor Abad Faciolince. Compart¨ªa auditorio con Giconda Belli, Claudia Pi?eiro, Gonzalo Celorio, Monika Zgustov¨¢, Baltasar Garz¨®n o Pilar del R¨ªo.

El presentador, que conoce al presentado como si, en efecto, fuera fruto de su imaginaci¨®n, dijo de ¨¦l que era ¡°ubicuo¡± e ¡°ingobernable¡±. Aun as¨ª le pidi¨® que glosara algunos de los encuentros que narra por extenso en el libro: desde G¨¹nter Grass en L¨¹beck¨C¡°la piedra de toque sentimental de esta obra¡±- a Jos¨¦ Saramago en Lanzarote ¨C¡°editarlo era editar un mundo¡±- pasando por un Borges cantar¨ªn, una egoc¨¦ntrica Susan Sontag o un asm¨¢tico Francis Bacon. El pintor irland¨¦s solo se volvi¨® humano cuando su interlocutor sac¨® del bolsillo algo que le demostr¨® que estaba ante un igual: un dosificador de Ventol¨ªn.

Aunque escrito de nueva planta ¨Ctodos los textos son in¨¦ditos-, algunas paginas de Primeras personas relatan la cocina de entrevistas que parec¨ªan imposibles como las que su autor termin¨® haciendo al propio Bacon o a J. K. Rowling. En el caso de la madre de Harry Potter el salvoconducto no fue un aerosol contra el asma sino el ¡°tremendo¡± queso de cabrales que el periodista se llev¨® a Londres por consejo del presidente de la Fundaci¨®n Princesa de Asturias, que acababa de galardonar a la escritora brit¨¢nica. Sergio Ram¨ªrez aprovech¨® la an¨¦cdota para, antes de dar la palabra al p¨²blico, decir a su compa?ero de mesa: ¡°No te olvides de que a m¨ª me gusta el jam¨®n de pata negra¡±.