Te lo dice Camar¨®n... en una c¨¢rcel de C¨¢diz
Una proyecci¨®n especial lleva a los reclusos de la prisi¨®n Puerto III la pel¨ªcula sobre el m¨ªtico cantaor. El filme est¨¢ nominado al Goya al mejor documental
Los 1.400 presos de la c¨¢rcel Puerto III (C¨¢diz) est¨¢n acostumbrados a ver cine en pantalla grande, pero con conversaciones cruzadas de un p¨²blico alborotado, sediento de lo prohibido y que aprovecha la oscuridad en un penal con mil ojos. Sin embargo, anteayer se esfum¨® el ruido de ambiente. Arranc¨® la ¨²ltima pel¨ªcula sobre Camar¨®n, y el primer quej¨ªo del cantaor les prendi¨® un pellizco a muchos espectadores que dur¨® casi dos horas. ¡°En 21 a?os nunca he visto al p¨²blico tan callado y respetuoso¡±, le confi¨® un interno veterano al director del filme, Alexis Morante.
El primer ole brot¨® a los dos minutos y cuando se encendieron las luces, muchos reclusos curtidos en mil batallas ten¨ªan el rostro desencajado, rotos. Su mes¨ªas, Jos¨¦ Monge Cruz, hab¨ªa volado 26 a?os despu¨¦s de su muerte con su aire ausente y prodigiosa voz para atravesar aquellos muros infranqueables y cantarles como naide a dos pasos de su celda.
¡°Yo viv¨ªa en esas chabolas de chapa de La Isla [San Fernando, donde naci¨® Camar¨®n]. Ojal¨¢ volviera a ese mundo y a esa ¨¦poca sin luz en el cerro, donde las casas no ten¨ªan puertas y solo hab¨ªa cortinas. Y ah¨ª Camar¨®n lleg¨® y lo cambi¨® todo. Todo¡±, repite deslumbrado Diego, ¡°con tres ni?os fuera¡± y que como todos reh¨²ye del apellido como del estigma que da la c¨¢rcel. A su lado su amigo Francisco, tambi¨¦n isle?o, recuerda a 40 kil¨®metros de casa, una distancia sideral: ¡°Estuve en el entierro con 14 a?itos y para m¨ª ya era un Dios¡±.
Esa secuencia en el cementerio, entre un delirio generalizado, es el arranque del documental Camar¨®n: flamenco y revoluci¨®n, que relata la vida de este mago del comp¨¢s que revolucion¨® lo jondo y vivi¨® tan r¨¢pido como para fallecer a los 41 a?os.
La pel¨ªcula se proyect¨® anteayer como actividad del Centro de Educaci¨®n Permanente Caballo de Troya en la c¨¢rcel de Puerto III y los 240 espectadores ovacionaron a Morante y a su productor, Antonio Mart¨ªnez, a los que miraban con aire devoto.
Hab¨ªa nervios antes de comenzar y los internos se levantaban sin parar mientras los guardias lanzaban miradas severas. Si las pel¨ªculas anteriores El mundo es nuestro ¡ªque relata las peripecias de dos j¨®venes atracadores sevillanos¡ª trajo carcajadas, y Contramarea ¡ªsobre el drama de los refugiados en Lesbos¡ª los dej¨® sobrecogidos, el documental de Camar¨®n produjo una emoci¨®n y borrachera de ra¨ªces, quej¨ªos y a?oranza, en el p¨²blico entregado y diverso, de 17 m¨®dulos distintos. ¡°No puedes ni imaginarte los tatuajes de medio metro de Camar¨®n que tienen algunos en la espalda¡±, contaba Nines Ogallar, directora de la escuela para mayores de la c¨¢rcel.
Nominada al Goya al mejor largo documental el d¨ªa antes de su proyecci¨®n en la prisi¨®n, la pel¨ªcula destripa el arte de este cantaor superdotado, sus or¨ªgenes, su despegue y la audacia del flamenco rompedor con el disco La leyenda del tiempo como hito. Pero tambi¨¦n su relaci¨®n con las drogas, de ah¨ª la conexi¨®n con los presos. Salud, presa con melena rubia y sonrisa abierta, explicaba desolada tras la pel¨ªcula: ¡°Lo llevo en la sangre. Yo ca¨ª muy joven en la droga, con 13 a?os y solo he salido con 43. Pero nunca me he pinchado. Y cuando he visto a Camar¨®n en las ¨²ltimas, c¨®mo ¨¦l quiere vivir y no puede, pues¡¡±.
Y en ese episodio ayud¨® a la magia la poes¨ªa del narrador, el actor Juan Diego, que encadenaba con solera una met¨¢fora tras otra: ¡°El flamenco siempre ha necesitado algo que le ayude al cantaor a ensanchar ese boquete en el pecho y darle un empujoncito al alma para que suba a la garganta¡±. Durante el metraje, sin entrevistas actuales y solo con im¨¢genes de archivo, a la fr¨¢gil figura de Camar¨®n le acompa?aba el humo de sus tres paquetes diarios de cigarrillos y al final, el c¨¢ncer de pulm¨®n que acab¨® con ¨¦l.
Para colmo, la pel¨ªcula incluye el accidente de tr¨¢fico letal que le supuso a Camar¨®n un a?o de condena. El mutismo continuaba, crec¨ªa, impresionaba a los organizadores del evento. ¡°Nunca he visto tanto silencio, y eso que hab¨ªa internos de todos los m¨®dulos, incluso con sanciones sin cancelar¡±, contaba Cecilio Gonz¨¢lez, subdirector de Seguridad de la c¨¢rcel.
Morante?(Algeciras,?1978), reci¨¦n llegado de Los ?ngeles, donde reside, contaba que la acogida del p¨²blico le hab¨ªa parecido ¡°brutal¡±. Y ensalzaba la colaboraci¨®n de la familia de Camar¨®n para poner orden en el material de cuatro d¨¦cadas de ¨¦xito, y que pronto estar¨¢ en el nuevo museo de su ciudad natal. ¡°All¨ª frente a la casa, en un garaje, nos dejaron con los fetiches, dos Grammys, miles de cintas de casete y unos 30 VHS¡±, recordaba. ¡°Las digitalizamos justo antes de tirarlas porque ten¨ªan moho y son las que aportan las im¨¢genes in¨¦ditas con Camar¨®n a caballo y otras escenas dom¨¦sticas¡±, explicaba. Al margen del material casero, el filme bebe de 60 proveedores diferentes, principalmente TVE y Canal Sur.
¡°?Qui¨¦n hay en Espa?a como Miles Davis o Jim Morrison, con una personalidad arrolladora que cambi¨® a una parte de la sociedad?¡±, interrogaba el director sobre su protagonista.
Babelia
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