Las teles auton¨®micas: reformarse o morir
Unas m¨¢s y otras menos, las auton¨®micas han sido instrumentos de folclorizaci¨®n y de propaganda grosera de los gobiernos que las controlan
A las televisiones auton¨®micas les pasa lo que a las diputaciones provinciales: solo las defienden quienes las presiden. El resto, a derecha y a izquierda, tiene una opini¨®n deplorable de casi todas. Se destac¨® mucho que Vox quisiera cerrar Canal Sur ¡ªahora que intuye que puede influir en la programaci¨®n, ya no quiere cerrarla tanto¡ª, pero en septiembre, incluso Teresa Rodr¨ªguez se refiri¨® as¨ª al ¡°ente¡±: ¡°Es una r¨¦mora para el desarrollo andaluz, una losa que no nos merecemos. (¡) Nos vamos a convertir en algo casposo y gris, que no somos, por culpa de Canal Sur¡±.
Unas m¨¢s y otras menos, las auton¨®micas han sido instrumentos de folclorizaci¨®n y de propaganda grosera de los gobiernos que las controlan. Incluso las m¨¢s modernas, las que aspiraban a ser la BBC de provincias, han hecho de sus antenas torres de campanario desde las que se ha exaltado lo m¨¢s rancio y grosero de cada pueblo. La oposici¨®n no protestaba mucho porque esperaba su turno para hacer lo mismo en la siguiente legislatura, y as¨ª hemos visto c¨®mo se degradaba una de las mejores ideas comunicativas de la democracia espa?ola.
En un momento hist¨®rico donde a¨²n no hab¨ªa internet y ver la tele conservaba mucho de liturgia religiosa, las auton¨®micas repararon una autoestima regional machacada por cuarenta a?os de monoling¨¹ismo y de espa?olismo casposo. Que las noticias se diesen en gallego, en vasco, en catal¨¢n o con acento andaluz o canario, fue importante para millones de personas convencidas de que su forma de hablar era incorrecta y humillante. La p¨¢tina de dignidad que dieron a culturas machacadas y acomplejadas fue decisiva para incorporar al discurso p¨²blico todas las lenguas y acentos. Cabe pensar si se les ha agotado ya esa renta. El modelo funcionaba en la d¨¦cada de 1980, pero la Espa?a de 2018 ha normalizado la pluralidad y no necesita lecciones sobre ella ni parece dispuesta a seguir escuchando soflamas de propaganda. Habr¨ªa que reformarlo antes de que lo haga Vox.
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