50 a?os del libro que inspir¨® la frase ¡°Que la fuerza te acompa?e¡±

Era el verano de 1960 y un estudiante de antropolog¨ªa latinoamericano ¡ªde Cajamarca, Per¨², aunque reci¨¦n nacionalizado estadounidense¡ª recorr¨ªa en un autob¨²s de la compa?¨ªa Greyhound un trayecto con origen en Los ?ngeles y destino en Nogales, en el desierto de Arizona. En esa estaci¨®n se iba a producir el primer encuentro entre el joven, de nombre Carlos Castaneda, y un viejo indio de la etnia mexicana yaqui que resultar¨ªa ser un profundo conocedor de las propiedades de las plantas y hongos de la regi¨®n; pudo llamarse ¡ªtodo esto es leyenda¡ª Juan Matus. Varias visitas de Castaneda a Don Juan (que viv¨ªa en el desierto mexicano de Sonora) cristalizaron en una profunda amistad, y esta, alg¨²n tiempo m¨¢s tarde, en una relaci¨®n de alumno-maestro. Esas plantas que tanto interesaban al joven ¡ªdaturas, psilocybe, peyote¡ª fueron herramientas clave en su aprendizaje, basado (si leemos los 10 cuadernos de campo que escribi¨® entre 1968 y 1993) en el debilitamiento de su lado racional a favor de una visi¨®n m¨¢s sensible a su lado intuitivo. O, si se prefiere decirlo as¨ª, en su conversi¨®n en brujo.

El primero de estos libros, Las ense?anzas de Don Juan, fue editado por la UCLA (Universidad de California) en 1968, el a?o del Mayo franc¨¦s, la Primavera de Praga, 2001: Una odisea del espacio, de Kubrick; el ?lbum Blanco de los Beatles, Vietnam y la ilegalizaci¨®n del LSD. Su aparici¨®n produjo una aut¨¦ntica conmoci¨®n: inauguraba un tipo de literatura donde se encontraban lo antropol¨®gico, lo fant¨¢stico y lo que hoy se denomina psicolog¨ªa transpersonal.

La obra relata un proceso de sensibilizaci¨®n basado en la experimentaci¨®n de estados alterados de conciencia, inducidos obviamente por los principios activos de las sustancias que le administra el brujo Matus, pero en no menor medida a trav¨¦s de la cuidada manipulaci¨®n ejercida por este. El resultado, ¡°las ense?anzas¡±, son conceptos de irrebatible valor para cualquier observador m¨ªnimamente interesado por el comportamiento humano. El miedo, la claridad, el poder y la vejez ser¨¢n los cuatro enemigos a vencer durante el camino, le dir¨¢ el maestro al disc¨ªpulo. La instrucci¨®n se dirimir¨¢ entre dos ¨¢reas: la del nagual (nuestro lado izquierdo, que nosotros no conocemos, donde radica nuestro poder) y la del tonal (el derecho, la energ¨ªa que conforma al individuo). El aspirante deber¨¢ seguir el ¡°camino del coraz¨®n¡±: solo as¨ª lograr¨¢ ver en vez de mirar, y trascender su historia personal.

En la embriaguez de sus aventuras en una dimensi¨®n extra?a ¡ªque tal vez no es otra que la visualizaci¨®n de su propia psique¡ª, el aspirante no deja de estrellarse contra su l¨®gica etnoc¨¦ntrica, que le aleja de los fines absolutos del brujo: la impecabilidad (el ahorro de energ¨ªa, hacer las cosas de la mejor manera posible) y la libertad total (la conciencia de la totalidad). Tras pavorosas experiencias que le llevan al l¨ªmite de la locura, Castaneda tira la toalla. O al menos eso parece hasta la llegada del siguiente libro, Una realidad aparte. Y del siguiente, el luminoso Viaje a Itxl¨¢n. Y del siguiente, Relatos de poder. En realidad, Las ense?anzas de Don Juan ya contiene toda la cosmogon¨ªa que se desplegar¨¢ en todos estos libros, y en los venideros.

Cinco d¨¦cadas, centenares de ediciones y m¨¢s de 30 millones de copias despu¨¦s, el misterio sigue ah¨ª

El fascinante desaf¨ªo a la raz¨®n humana planteado por la aparici¨®n de la obra gener¨® una corriente proporcional de escepticismo alrededor de esta y de su autor, hasta tal punto que solo cuando muri¨® ¡ªen abril de 1998, en su residencia californiana de Westwood, v¨ªctima de un c¨¢ncer hep¨¢tico¡ª muchos aceptaron que Castaneda hab¨ªa existido realmente. Pero ni siquiera eso levant¨® las dudas sobre la existencia del cham¨¢n Juan Matus. ¡°La desconfianza de muchos antrop¨®logos ante los libros de Castaneda¡±, escrib¨ªa Octavio Paz en el pr¨®logo de Las ense?anzas de Don Juan hace medio siglo, ¡°no se debe solo a los celos profesionales o a la miop¨ªa del especialista. Es natural la reserva frente a una obra que comienza como un trabajo de etnograf¨ªa y que a las pocas p¨¢ginas se transforma en la historia de una conversi¨®n¡±. Cambio de posici¨®n: el objeto del estudio ¡ªDon Juan, cham¨¢n yaqui¡ª se convierte en el sujeto que estudia y el sujeto ¡ªCarlos Castaneda, antrop¨®logo¡ª se vuelve el objeto de estudio y experimentaci¨®n: ¡°La dualidad sujeto/objeto se desvanece y en su lugar aparece la de maestro/ne¨®fito. La relaci¨®n de orden cient¨ªfico se transforma en una de orden m¨¢gico-religioso¡±, explicaba el futuro premio Nobel.

El desaf¨ªo a la raz¨®n humana planteado por la aparici¨®n de la obra gener¨® una corriente proporcional de escepticismo

En todo este tiempo la influencia del libro ha sido discreta pero profunda: Federico Fellini estuvo a punto de rodar una pel¨ªcula sobre las andanzas de Castaneda, George Lucas reconoci¨® que Star Wars bebe de dichas historias ¡ªy que dif¨ªcilmente un jedi hubiera dicho ¡°Que la fuerza te acompa?e¡± de no haber sido por Don Juan¡ª y las hermanas?Wachowski concibieron Matrix bajo su influencia, por mencionar solamente la influencia en el cine. Cinco d¨¦cadas, centenares de ediciones y m¨¢s de 30 millones de copias despu¨¦s, el misterio sigue ah¨ª para quienes quieran acercarse a ese territorio tot¨¦mico, jungiano, extra?o.

No consta que las ventas hayan subido ni bajado considerablemente en todo este tiempo ¡ªen 2014, el Fondo de Cultura Econ¨®mica, la editorial que tiene los derechos del libro en espa?ol para todo el mundo, reportaba una venta media anual de unas 26.000 copias al a?o¡ª; en todo caso no ser¨ªa improbable un redescubrimiento a mayor escala del cl¨¢sico cuando se cumplen 50 a?os de su publicaci¨®n. Al fin y al cabo, en este a?o que cierra se normaliz¨® el contacto con el LSD a trav¨¦s de las populares microdosis, y se produjo un notable avance en el reconocimiento de los usos terap¨¦uticos de las drogas psicod¨¦licas.