El diputado que quiso seducir a Mick Jagger

El pasado a?o, cerraba una instituci¨®n del Soho londinense, The Gay Hussar, a pesar de la intervenci¨®n de sus principales clientes: pol¨ªticos y periodistas. Aunque el nombre se prestaba a chistes facilones, era un restaurante h¨²ngaro abierto desde 1953; su goulash no ganaba premios pero, por alguna raz¨®n, el lugar atrajo a la rama izquierdista del Partido Laborista. De hecho, algunos tories celebraron su victoria de 2010 ¨Cque convirti¨® al malhadado David Cameron en primer ministro- alquilando uno de sus salones para mejor humillar a los derrotados.

The Gay Hussar se merece igualmente una nota a pie de p¨¢gina en la historia del rock brit¨¢nico. All¨ª fue donde el diputado Tom Driberg (1905-1976) propuso a Mick Jagger presentarse como candidato laborista al Parlamento. Corr¨ªa el a?o 1968 y el cantante se acababa de librar de cumplir una condena de tres meses en la prisi¨®n de Brixton por posesi¨®n de unas anfetaminas compradas en Italia.

Hasta entonces, todo hab¨ªa sido jiji jaja para Jagger: le aplaud¨ªan por burlarse de la moralidad burguesa. De repente, comprendi¨® que aquellas provocaciones no sal¨ªan gratis: quer¨ªan hac¨¦rselo pagar. ?l y sus compa?eros renunciaron a la fantas¨ªa hippy, materializada en el ¨¢lbum Their Satanic Majesties Request, y endurecieron su sonido. Como buena parte de sus colegas, asumieron que aquellos alardes publicitarios de ser ¡°portavoces de la juventud¡± exig¨ªan tomar postura. As¨ª, Jagger acudir¨ªa a una violenta manifestaci¨®n contra la guerra de Vietnam, inspiraci¨®n para Street Fighting Man, canci¨®n universalmente entendida como una convocatoria a tomar las calles, aunque la letra serv¨ªa como eximente personal: ¡°Pero qu¨¦ puede hacer un pobre chico/ excepto cantar con una banda de rock ¡®n¡¯ roll/ ya que en el somnoliento Londres/ no hay lugar para un luchador callejero¡±.

Tom Driberg no iba a dejar que se escaqueara tan f¨¢cilmente. Se trataba del personaje m¨¢s ins¨®lito de un Parlamento rico en exc¨¦ntricos: un periodista que entr¨® en Westminster como independiente y se hizo notar, por su radicalismo y sus frecuentes ausencias. Expulsado del Partido Comunista por denunciar el pacto Ribbentrop-Mol¨®tov, gravit¨® hacia los laboristas, de cuya Ejecutiva fue miembro durante 23 a?os.

A¨²n m¨¢s prodigioso fue que lograra mantener su tren de vida: siempre estaba en n¨²meros rojos con su banco. Por sus buenos modales y su sibaritismo, se le cre¨ªa millonario. Aleister Crowley, el ocultista, le consideraba como un posible benefactor y le regal¨® manuscritos (alguno de ellos terminar¨ªa siendo adquirido por Jimmy Page, guitarrista de Led Zeppelin y aprendiz de satanista).

Extremadamente religioso, Driberg era tambi¨¦n un homosexual promiscuo. Practicante del cottaging ¨Cligue en lavabos p¨²blicos- solo sus buenos contactos profesionales evitaron que terminara entre rejas. Inevitablemente, corri¨® el rumor de que trabajaba para el KGB. Fue el primer periodista occidental en viajar a Mosc¨² para entrevistar a Guy Burgess, esp¨ªa del Grupo de Cambridge que alegaba haber desertado para denunciar el servilismo del Gobierno brit¨¢nico ante Estados Unidos.

El plan de Driberg para Jagger no carec¨ªa de ingenio. Esperaba que su magnetismo se tradujera en una avalancha de votos tiernos, que alimentar¨ªan una corriente renovadora (Logos y Left Auxiliary eran los nombres barajados) capaz de evitar el apoltronamiento de los laboristas. Durante meses, Mick estuvo deshojando la margarita. Su compa?era de entonces, Marianne Faithfull, piensa que lo consideraba un juego. Un pasatiempo pol¨ªtico: ¡°O sea, Tom, que practicaremos la t¨¢ctica trotskista del entrismo¡±. Un entretenimiento cruel: era muy consciente de su atracci¨®n sexual sobre Driberg.

Seg¨²n The soul of indiscretion, la biograf¨ªa que Francis Wheen escribi¨® sobre Driberg, este solo comprendi¨® que aquello no pasaba de juego de sal¨®n cuando fue a visitar a Marianne y esta, llorosa, le pidi¨® dinero para comprar bebida. Quer¨ªa emborracharse: Jagger ten¨ªa una nueva novia y estaba cortando los lazos con su vida anterior.