Una trampa peligrosa llamada Macromassa

¡°Poca es la virtud que encierra la masa¡±, dijo Thoreau. Y debe ser cierto, a tenor de lo contumazmente que el consenso general ha prescindido de las tercas virtudes de ese otro accidente masivo bautizado Macromassa. Durante 42 -los que acarrea en activo esta c¨¦lula binaria desde que en 1976 grabara su ¨®pera prima, Darlia Microt¨®nica, una de las primeras ediciones independientes espa?olas-, la labor de Juan Crek y V¨ªctor Nubla no ha trascendido extramuros de ese reducido y exclusivo coto que es el de la m¨²sica experimental. Todo sea por salvaguardar la libertad.

No obstante ese ostracismo popular, en el actual underground nacional su nombre vuelve a resonar con autoridad. J¨®venes generaciones est¨¢n redescubriendo la memoria perdida de las vanguardias emanadas en Barcelona mientras se hac¨ªa a?icos el espejismo anarcolibertario y brotaba el punk, en las que tan fundamental resultar¨ªa Macromassa. Por otra parte, ¨¦stos nunca han dejado de ser y estar, lo que plantea una paradoja. Pr¨®ceres del industrialismo electr¨®nico, de la polipoes¨ªa, de la improvisaci¨®n y el ruidismo, pero sobre todo de hacer aquello que les venga en gana, Macromassa se debaten actualmente bajo el peso de una leyenda que sin embargo no garantiza la continuidad de su producci¨®n. S

Sucede All¨ª (Discmedi), su ¨²ltimo trabajo, lo ha financiado ¡°a fondo perdido¡± un admirador de la trayectoria del duo, al que no parece importarle que ¡°s¨®lo se vendan unas pocas copias entre los cuatro amigos de turno¡±, seg¨²n confiesa Crek. Tampoco se rasga las vestiduras Nubla. ¡°No hay apenas casos de que alguien te pague por hacer lo que te apetece y encima obtengas beneficios. Pero el disco es el disco, y hoy en d¨ªa hasta sonarte cuesta dinero. Lo importante es que se recupere lo invertido y quien pueda estar interesado lo pueda tener. Adem¨¢s, la edici¨®n es lo bastante limitada para evitar que nadie sin preparaci¨®n pueda caer en una trampa tan peligrosa como escuchar un disco de Macromassa.¡±

Con trece ¨¢lbumes sobre sus costillares y no poca experiencia en sobrevivir a las precariedades, Macromassa capean las vigentes sin dejarse deslumbrar por la reivindicaci¨®n posmoderna de la escena que coprotagonizaron en los a?os 70 y 80 del pasado siglo. ¡°?Se deber¨¢ esa reivindicaci¨®n a que ahora no pasa nada y debemos alimentarnos de algo que s¨ª sucedi¨® realmente, de algo que aunque ingenuo no era impostado?¡±, se autocuestiona Crek, acogi¨¦ndose a la duda, ¡° tambi¨¦n puede que eso sean imaginaciones nuestras¡±. Mas tajante se pronuncia su socio. ¡°Es muy saludable que generaciones posteriores se hayan interesado, aunque los formatos actuales pueden convertir el pasado en un estereotipo, pero no ser¨¢ el ¨²nico estereotipo (o estereotopo) del momento, seguro, vivimos en un universo t¨®pico (o t¨ªpico). Me parece muy bien tener pasado y memoria, pero creo que nadie ha superado a aquella generaci¨®n, porque aquella generaci¨®n no consigui¨® nada en especial. Est¨¢ bien saber lo que pas¨® antes, pero no tiene ning¨²n sentido mitificarlo¡±.

No parece tampoco que la presente m¨²sica experimental tenga opciones de lograr nada concreto. ¡°Experimentar¡±, matiza Nubla. "Es probar cosas que no se han hecho antes. Que se llame experimental a cosas que no son fruto de eso, no significa que sean experimentales, s¨®lo que se les llama as¨ª. ¡°Experimental¡± ahora es un clich¨¦. Adem¨¢s, creo que hay que contar con un lenguaje para experimentar con ¨¦l. Macromassa ha creado el suyo a lo largo de las d¨¦cadas.¡±. No ha sido, el significado de experimental, lo ¨²nico que se ha transformado durante esas lapso, como se?ala Crek:: ¡±A nivel social se ha confirmado el asentamiento del fascismo en la mayor¨ªa de los ¨®rganos de gobierno de la mayor¨ªa de estados, ya sea veladamente o a cara descubierta, y la apropiaci¨®n por parte de mafias de todo tipo de los logros de la Humanidad, para lucrarse dominando a los seres humanos.¡±

?Ah, qu¨¦ mundo tan surrealista! ¡°El mundo actual no es surrealista¡±, corrige Nubla, ¡°ni relativo, ni raro, es simplemente una masacre perpetrada por gente que se siente realizada haci¨¦ndole la vida imposible a los dem¨¢s y adem¨¢s quieren que se note porque tienen un lamentable problema de autoestima. En el mundo, ahora mismo, se compite por el poder y el tener, no por el saber y la imaginaci¨®n.¡± En esa competici¨®n, las m¨²sicas avanzadas, como la de Macromassa, llevan las de perder. Industria y consumo mandan m¨¢s que nunca, y seg¨²n Nubla:. ¡°Cuando son millones de personas las que escuchan lo mismo y gastan en lo mismo, dif¨ªcilmente se interesar¨¢n por algo diferente. Por lo que respecta a la industria, nada m¨¢s faltar¨ªa, donde manda patr¨®n (quiero decir clich¨¦) no manda marinero (quiero decir algo diferente). Esa es su contribuci¨®n a la cultura en las ¨²ltimas d¨¦cadas. En cuanto a la forma de consumo, si la gente de nuestro bonito mundo occidental se hubiese alimentado en su infancia de la manera en que ahora consume m¨²sica, no hubiera sobrevivido a los primeros a?os de crecimiento.¡±