¡®Sex Education¡¯, un terapeuta sexual en el instituto
La serie juvenil de Netflix combina comedia y drama con unos personajes entra?ables con los que es f¨¢cil sentirse identificado
Otis es un adolescente cargado de inseguridades. Se siente c¨®modo en una esquina, pasando desapercibido. Se ve como un bicho raro, cuando en realidad, a su edad, todo el mundo es un bicho raro. ?l adem¨¢s tiene que lidiar con las inseguridades extra con que carga por la profesi¨®n de su madre, una terapeuta sexual que tiene su consulta en su propia casa. Por casualidades de la vida, Otis termina convertido en el consejero sexual de su instituto y a ¨¦l acuden sus compa?eros en busca de ayuda con sus primeras experiencias sexuales. Eso s¨ª, tiene consejos para todos pero nula experiencia en el tema.
Con Sex Education, Netflix insiste con uno de sus p¨²blicos objetivos favoritos y en los que mayores alegr¨ªas ha conseguido, los j¨®venes. Desde Por trece razones hasta Stranger Things. Ahora apuesta por una mezcla de comedia y drama que trata de dar con el equilibrio entre lo que parece querer ser y lo que realmente es. En Sex Education hay un poco de Masters of Sex y bastante de Todo es una mierda. Tiene su toque brit¨¢nico (obviamente, porque es una serie brit¨¢nica) pero con muchas referencias estadounidenses sobre todo en ese instituto con taquillas y bailes escolares. Tiene los m¨®viles del siglo XXI pero ambientaci¨®n cercana a los ochenta-noventa. Pero sobre todo est¨¢ muy enfocada en el p¨²blico juvenil, a pesar de contar con Gillian Anderson en el reparto para tratar de enganchar a los espectadores adultos.
A pesar de quedarse en un territorio intermedio (o quiz¨¢ precisamente por eso) y de que algunos episodios se terminan haciendo algo largos, Sex Education es una historia entra?able gracias sobre todo a sus personajes y a las buenas interpretaciones que tiene detr¨¢s. Destaca sobre todo el recorrido del amigo del protagonista, Eric (el actor Ncuti Gatwa), y la b¨²squeda de representaci¨®n de su identidad sexual y la violencia, rechazo y apoyo que recibe de su entorno.
Porque en esta serie no solo hay adolescentes (y adultos) con las hormonas revolucionadas (y s¨ª, hay bastante sexo tratado de una forma bastante c¨®mica). Tambi¨¦n se tratan temas como el aborto, el bullying o homofobia. E incluye mensajes directos y claros de "no es no" aprovechando el momento en el que estamos. Como ocurr¨ªa en Todo es una mierda, es muy f¨¢cil identificarse con estos personajes porque, en el fondo, todos hemos sido bichos raros en alg¨²n sentido y, a ciertas edades, todos nos hemos sentido una isla en medio de un oc¨¦ano de gente que se lleva superbien y saben hacerlo todo maravillosamente. Todos saben de todo... menos nosotros. Las primeras veces siempre son complicadas y nadie nace sabiendo, ni en el sexo ni en el amor ni en la vida. Y si no, que se lo digan a Otis...
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.