Un algoritmo completa la misteriosa ¡®Sinfon¨ªa inacabada¡¯ de Schubert
Varios m¨²sicos cuestionan la iniciativa de Huawei por artificial y carente de alma
Franz Schubert es un perpetuo enigma. Muri¨® joven, a los 31 a?os, pero m¨¢s que desgastarse en una vida intensa, como tantos otros m¨²sicos, se fue consumiendo en cierta melancol¨ªa solitaria de caf¨¦s como desahogo a su total entrega a la creaci¨®n. ¡°El Estado deber¨ªa ocuparse de m¨ª¡±, le escribi¨® a un amigo, para dar cuenta de su devoci¨®n al trabajo. Y si corrieran estos tiempos, quiz¨¢s lo hiciera la compa?¨ªa tecnol¨®gica?Huawei, que ha dise?ado mediante algoritmo e inteligencia artificial el remate de su Sinfon¨ªa n¨²mero ocho, conocida como la Inacabada. Hac¨ªa la pen¨²ltima en su cat¨¢logo de obras orquestales. En la Viena rom¨¢ntica de principios del XIX, Schubert lleg¨® a crear nueve.
Durante a?os ha habido todo tipo de teor¨ªas sobre si el autor lleg¨® a terminar esta obra concebida para la Sociedad Musical de Graz, pero alguien, tal vez alg¨²n amigo, perdi¨® la parte final. Sin embargo, para cuando qued¨® claro que Schubert, simplemente, nunca lleg¨® a completarla, la Inacabada?ya se hab¨ªa convertido en la obra para orquesta m¨¢s misteriosa e interpretada de su autor.
Lo original,? lo psicol¨®gico y psiqui¨¢trico, el mismo concepto de error como herramienta¡, todos estos aspectos son consustanciales a la mente de un creador, no de una m¨¢quina¡± S¨¢nchez-Verd¨²
As¨ª, bajo el c¨²mulo de pol¨¦micas que ha suscitado, su influjo simb¨®lico aparece de nuevo para ser presa ahora de la inteligencia artificial. Huawei presenta este lunes ¡ªen una audici¨®n privada en el Cadogan Hall de Londres, en interpretaci¨®n de la English Session Orchestra bajo la direcci¨®n de Julian Gallant¡ª su versi¨®n de la pieza, que ya ha dado que hablar antes de su estreno.
En una nota, la compa?¨ªa asegura que la versi¨®n ha sido creada mediante el uso de un modelo de inteligencia artificial que se beneficia directamente de la tecnolog¨ªa de procesamiento neuronal que aplica en sus m¨®viles. A partir del timbre, el tono y el comp¨¢s del primer y segundo movimiento conservados, el modelo gener¨® una melod¨ªa para los inexistentes o extraviados tercero y cuarto previstos. Posteriormente, Huawei trabaj¨® con el compositor Lucas Cantor para fijar una partitura orquestal de la melod¨ªa en la l¨ªnea que presumiblemente buscaba entonces Schubert.
El compositor espa?ol Jos¨¦ Mar¨ªa S¨¢nchez-Verd¨² nos sit¨²a en contexto: ¡°Desde los a?os sesenta se est¨¢n haciendo este tipo de trabajos. Ya en EE UU, con los primeros ordenadores, se ponen en pr¨¢ctica. Sustituir la mente y la creatividad de un compositor mediante procesos algor¨ªtmicos desarrollados por una m¨¢quina es enormemente antiguo¡±, afirma.
Tampoco valen maniobras de distracci¨®n: ¡°Todo entra dentro del ¨¢mbito publicitario, lanzar noticias tecnol¨®gicas y, adem¨¢s, a partir de grandes nombres y obras de la cultura europea, como es ahora Schubert¡±. Hay abundantes intentos previos al de la tecnol¨®gica china: ¡°Existen varias versiones desarrolladas por compositores en los ¨²ltimos veinte a?os sobre esta sinfon¨ªa. Yo personalmente no encuentro ning¨²n est¨ªmulo e inter¨¦s por estas propuestas¡±, comenta S¨¢nchez-Verd¨².
?Qui¨¦nes somos nosotros para completar un trabajo de, en este caso, uno de los m¨²sicos m¨¢s sensibles, refinados y originales de la historia?¡± Gustavo Gimeno
Para este creador de referencia en el mundo, la mente y la fantas¨ªa humana juegan con muchos m¨¢s aspectos de los que pueda desarrollar cualquier programa inform¨¢tico. ¡°En t¨¦rminos estad¨ªsticos, de algoritmos y posibilidades, se podr¨¢n crear este tipo de trabajos y de forma correcta. Sin embargo, los aspectos est¨¦ticos, sociales, personales y otros muchos, como lo original, lo sorpresivo, lo audaz, lo imperfecto, lo psicol¨®gico y psiqui¨¢trico, el mismo concepto de error como herramienta¡, todos estos aspectos son consustanciales a la mente de un creador, no de una m¨¢quina¡±.
A Fabi¨¢n Panisello, tambi¨¦n compositor y responsable del grupo Plural Ensamble, el experimento no le parece apropiado: ¡°No ya por razones ¨¦ticas, sino porque un creador puede dar un salto cualitativo en cualquier momento. Es algo imprevisible para ning¨²n tipo de inteligencia artificial. La intuici¨®n de un compositor domina datos y metadatos fundamentales cara a los recursos que requiere su trabajo. Lo dem¨¢s es mera forma y apariencia¡¡±, comenta el m¨²sico, que acaba de estrenar en Espa?a su obra Les rois mages antes de presentarla este a?o en Niza, Viena, M¨²nich, Basilea y Tel Aviv.
Para?Luc¨ªa Mar¨ªn, directora de orquesta, ¡°resulta un buen gancho para acercar la tecnolog¨ªa al arte. Un interesante experimento¡±, asegura. ¡°Que una compa?¨ªa tecnol¨®gica plantee y resuelva un ejercicio acrob¨¢tico de dichas caracter¨ªsticas me parece una heroicidad y atrevimiento intelectual que nos da cuenta de hacia d¨®nde nos dirigimos. Pero no olvidemos que queda carente de lo esencial: el alma. La m¨²sica, en su esencia, pretende hacernos trascender hacia todas esas ideas infinitas de lo intangible que, como dec¨ªa el Principito, son invisibles a los ojos¡±, a?ade.
Cuando Mar¨ªn trabaja una partitura le fluyen las preguntas: ¡°?Cu¨¢l es el ulterior motivo por el que un compositor se ve arrastrado por la fuerza irrefrenable de escribir, qu¨¦ siente? Tardo mucho tiempo en contestarme, a veces a?os. Al final, toda obra de arte sale del coraz¨®n para llegar al coraz¨®n, me suelo responder. Artificial significa que no est¨¢ concebido por el ser humano, que no pertenece a la naturaleza, que, por tanto, carece de vida¡±, confiesa.
Gustavo Gimeno, director de orquesta y titular de la Filarm¨®nica de Luxemburgo, tampoco ve objeto a la iniciativa: ¡°?Para qu¨¦? Sinceramente, no me suscita ning¨²n inter¨¦s¡ Me parece un sinsentido¡ La composici¨®n me resulta maravillosa tal y como es, igual que la Novena sinfon¨ªa de Bruckner, incompleta as¨ª mismo por otras razones. Schubert vivi¨® lo suficiente como para haberla acabado y no lo hizo. ?Qui¨¦nes somos nosotros para completar un trabajo de, en este caso, uno de los m¨²sicos m¨¢s sensibles, refinados y originales de la historia?¡±.?
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